Sin llegar a los 91 puntos con los que Antonio Angulo se presentó en Alcalá de Henares hace dos años, pero con una renta más amplia que los 29 que le permitieron a Gonzalo Serrano desbancar a Sergio Samitier el año pasado en el Gran Premio Macario, la Copa de España 2018 está bastante encauzada a favor de Antonio Jesús Soto (Lizarte), merced a los 46 puntos sobre Jesús Arozamena (Aldro Team), y los 103 de Juanpe López (Polartec-Kometa). Ningún otro corredor más puede ganar la presente edición… ¿pero cuales son las opciones reales de estos dos aspirantes de desbancar al líder?
Haciendo un rápido cálculo podríamos verlo: si ganase Arozamena, Soto perdería el triunfo final solamente si no entra en el ‘top ten’, lo cual no es descabellado, sobre el papel; en la práctica, en un recorrido como el de la clásica madrileña y con el apoyo de un equipo como el Lizarte, la virtualidad se torna en mucho más realista. Por cierto, si se impusiera López, el líder lo seguiría siendo ¡terminando simplemente entre los 36 mejores!
Tampoco parece que vaya haber sorpresas en la categoría sub23, en la que el vallisoletano del equipo de Manolo Saiz cuenta con 57 puntos sobre Juanpe, 81 sobre Xavi Cañellas (Caja Rural-Seguros RGA) y 104 sobre Savva Novikov (Lokosphinx), los únicos con opciones matemáticas de desbancarle. El balear podría sumar bastantes puntos -y ganar incluso un lugar en el podio final- si impone su punta de velocidad en la Plaza de Cervantes, pero ¿puede optar a algo más? El análisis teórico-práctivo que hemos aplicado en el párrafo anterior es perfectamente extrapolable.
Y por equipos, Lizarte también daba un paso de gigante este domingo en la III Clásica Xavi Tondo -rematando un fin de semana de ensueño con esas dos dobles victorias, en Valls y en Azpeitia-. Los de Juanjo Oroz deben hacer valer los 23 puntos de renta que llevan sobre el Caja Rural-Seguros RGA, es decir, terminar entre los seis primeros equipos en el Macario. Pero entre los verdes y los morados de Aldro Team sólo hay 13 puntos, por lo que podrían intercambiar sus puestos en un podio al que también aspira -aunque con opciones más matemáticas que reales- el Polartec-Kometa.