5ª Copa Mundo CX: Van der Poel, histórico en Zeven

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Koksijde: Cancelada por el temporal de viento

Van der Poel, vencedor en Zeven / © UCI

Nicolás Van Looy / Ciclo 21

Tras la suspensión de la prueba de Koksijde la semana pasada, los corredores se quedaron descolocados. Tener un domingo libre en medio del invierno no es lo más normal. Es más, suele ser síntoma, como le está ocurriendo a Lars van der Haar, por ejemplo, de malas noticias. De lesiones o de parones ajenos a la voluntad del corredor.

Pero los caprichos del calendario han querido que después de ese fin de semana interruptus por el temporal que azotó el pasado domingo la costa belga, haya sido seguido de otro con nada más y nada menos que dos citas del más alto nivel ya que a la que hoy se ha celebrado en Zeven, Alemania, donde vuelve la Copa del Mundo tras 13 años de ausencia, le seguirá mañana la tercera prueba valedera para el Trofeo DVV Verzekeringen en Hamme (Bélgica).

Todo ello, unido a la sensación de superioridad que dejó Mathieu van der Poel en Gavere al alzarse con su cuarto triunfo consecutivo en otras tantas pruebas disputadas del Trofeo Superprestigio frente a un Wout Van Aert que, por primera vez, reconoció que las continuas averías mecánicas que está sufriendo esta temporada y para las que no encuentra solución pese al trabajo que está haciendo junto a sus proveedores, le están afectando negativamente a nivel psicológico hacía que hubiese muchísimas ganas de que se retomase con normalidad una temporada que nos está dejando, nadie puede negarlo, uno de los más bellos enfrentamientos deportivos que podamos recordar en un deporte que durante la práctica totalidad de las dos últimas décadas asistió al dominio brutal y desolador para sus rivales de Sven Nys.

Wout Van Aert, herido como decíamos en su orgullo tras los fiascos de las últimas semanas, protagonizó una salida inmejorable. Se colocó a rueda del siempre activo en los primeros metros Tom Meeusen y allí rodó, con el freno echado, durante las dos primeras vueltas al circuito.

Mathieu van der Poel protagonizó una de sus peores salidas del año y pronto se vio fuera del top 10 de la prueba, pasando por la línea de meta tras el primer giro con casi 20 segundos de desventaja respecto al campeón del mundo, que en el tercer giro, viendo que el holandés no terminaba de reaccionar ni de encontrar su ritmo, aceleró dejando a Meeusen atrás y marchándose hacia lo que ya parecía una demostración en solitario del dominador del pasado invierno.

Pero a la vez, viendo que, si no respondía, se le iba a marchar la carrera, Mathieu van der Poel aceleró en lo que puede convertirse en una de las reacciones más impresionantes de los últimos tiempos. Apenas necesitó unos pocos metros para adelantar a todo el pelotón perseguidor y pasar ya por meta en tercera posición, aunque todavía con 18 segundos perdidos respecto a Van Aert.

La pelea estaba, de nuevo, servida en su versión más cruda y brutal. Ambos, al más absoluto límite imaginable, con un Meeusen que, invitado a la fiesta, se aferraba a unas opciones en las que ya nadie, seguramente ni él, creía salvo desgracia para alguno de los dos líderes.

En un solo giro Van der Poel fue capaz de recuperar algo más de la mitad de su desventaja y cuando restaban ya sólo cinco vueltas para el final Mathieu van der Poel, pura elegancia y fuerza sobre la bicicleta, daba alcance a un Van Aert que, por su parte, seguía sacando todo lo que podía de unas piernas que, al menos en esta parte de la temporada, no parecen estar a la altura de las del holandés.

Respiró un poco Van der Poel a rueda de un Van Aert que ya se temía lo peor, pero que no permitía que eso cambiara el guión de lo que había planificado. Ni un mal gesto. Ni una mala cara. Sabía que no podía contar en ese momento con su némesis para que tirara del dúo, por lo que se limitó a meter la cabeza entre los hombros y seguir apretando las clavijas de su propio motor a la espera de conseguir una avería importante en la de su rival.

Pero no tardó, para su propio espanto, el maillot arcoíris en darse cuenta de que hasta ese momento Van der Poel sencillamente había jugado con él y con el resto de los presentes en el circuito. Nuevo cambio de ritmo del holandés y el hueco no tardó en hacerse más y más grande. Los segundos caían como una losa sobre la moral de un Van Aert impotente ante la nueva demostración de poderío y superioridad de un Van der Poel desatado.

En el penúltimo paso por la línea de meta Van der Poel contaba ya con una renta de 20 segundos sobre un Van Aert al que por primera vez vimos mirar repetidamente hacia atrás en busca de una referencia respecto a Kevin Pauwels y Tom Meeusen, centrado en su propia pelea por la tercera posición, pero que, perdida la esperanza de subir a lo más alto del podio, centraban ahora las pesadillas del líder de la general de la Copa del Mundo.

Van der Poel, La Bestia, seguía, ajeno a todo, con su demostración particular. Y no se trataba en esta ocasión de un paseo militar provocado por una avería o una caída de su rival. No. En esta ocasión se trataba de una reivindicación en toda regla. Un golpe, casi de estado, sobre una mesa en la que ninguna de las piezas está colocada como lo estaba hace sólo dos semanas. Ante un Van Aert que navega perdido en un mar encrespado y agitado por la fuerza de un Van der Poel que, ahora sí, ha dejado completamente atrás cualquier molestia que pudiera quedarle de esa lesión que le mantuvo fuera de los circuitos en las dos primeras citas de esta Copa del Mundo.

El monólogo fue tan brutal como bello y el larguirucho y elegante corredor holandés llegó sencillamente sobrado a la meta con 21 segundos sobre un Van Aert que a buen seguro no dormirá nada bien pensando en lo que, si nada cambia, se le viene encima mañana en Hamme antes de poder replegarse junto a su equipo y pensar fríamente en una solución a esta crisis de resultados provocado por Van der Poel.

Por detrás, Pauwels dejó fácilmente de rueda a Tom Meeusen para hacerse con una más o menos cómoda tercera plaza.

El vencedor de la carrera se mostraba muy comedido aunque su sonrisa dejaba vislumbrar que, efectivamente, era plenamente consciente de lo conseguido hoy. “Tuve una muy mala salida”, concedía el holandés que explicaba que “me encontré metido en un grupo en el que hubo muchos cambios de posiciones y mucha pelea, lo que provocó que en el tramo de arena alguien me tocara la rueda rompiendo algunos radios y estropeándome el cambio, lo que hizo que perdiera muchísimo tiempo y no pudiera comenzar a recuperar terreno hasta cambiar de bicicleta”

En cuanto a esa demostración protagonizada hoy, Van der Poel se limitó a decir que “efectivamente, ha sido una persecución muy bonita. Al principio, me costó un poco porque había muchos corredores por medio y no pude coger mi propio ritmo hasta encontrarme solo”.

Van der Poel añadió que “no sé si es el mejor estado de forma que he tenido siempre, pero sí es cierto que me encuentro muy bien. Hace un par de semanas estuve en España [estuvo entrenando en la zona de Castellón, N.d.A.] y eso me vino muy bien. Espero que pueda mantener esta forma un par de semanas más”.

Kevin Suárez, que acabó en 32ª posición, fue el mejor español en la carrera elite y, en conversación con Ciclo 21, preguntado por la portentosa carrera de Van der Poel, explicaba que «por lo que me han dicho, ha dado una exhibición, creo que era un ciruito perfecto para él por lo técnico que era». En cuanto a su carrera, Suárez explicó que «acabo un poco insatisfecho. Me ha costando bastante coger el ritmo, lo que me ha hecho perder un buen grupo, aunque la verdad es que he llegado al final con fuerzas y he podido remontar algunas posiciones» y concluía que «quizás he notado la falta de ritmo de competición en la ultimas semanas».

Larrinaga no está satisfecho con su 39º puesto

Javier Ruiz de Larrinaga, que acabó en 39ª posición (Kevin Suárez fue 32º y mejor español) aseguró que acusó la “falta de fondo”. Larri justificó su resultado diciendo que “ha sido el día más intenso de los últimos quince y probablemente al cuerpo le hacen falta más esfuerzos para poder volver al máximo” y se lamentaba de que “además de llegar con el buje roto a la última vuelta, me ha faltado mucho gas en ese giro final”. El corredor español considera que se han dado todas las circunstancias para no poder brillar en Zeven. “A nivel de pulso y sensaciones considero que estoy bien, pero esa falta de fondo, la mala fortuna en el final y, posiblemente, también la ausencia de competiciones en las dos semanas posteriores a mi enfermedad… todo se ha juntado para derivar en este resultado”.

Además, considera que “se nota que el ciclocross ha cambiado definitivamente o, al menos, en lo que respecta a Copa del Mundo: ya nadie viene ‘a ver qué cae’, todo el mundo en la escena internacional prepara estas carreras a conciencia y eso ha provocado que el nivel medio suba muchísimo”.

Cant, de principio a fin

Sanne Cant fue la mejor en la prueba femenina de Zeven / © UCI

Sanne Cant (Bél), que no había conseguido el triunfo en ninguna de las tres pruebas de la Copa del Mundo disputadas hasta el momento, fue la gran protagonista en la cita alemana al convertirse muy rápidamente y de manera evidente en la corredora que con más responsabilidad se echó el peso de la carrera a sus espaldas. Su compatriota Ellen Van Loy y las holandesas Sophie De Boer y Thalita De Jongh fueron las corredoras que durante el primer giro intentaron minar las fuerzas de la irregular campeona de Bélgica, que peleaba buscando huecos y momentos donde romper la carrera.

En el segundo giro Cant sufrió un traspiés que la relegó varios puestos, momento que intentaron aprovechar las ya mencionadas rivales para dejarla fuera de juego, pero hoy no era el día en el que eso iba a suceder. Cant tenía piernas y ganas para evitarlo y no tardó en volver a situarse en cabeza para, sólo una vuelta más tarde, mediada ya la carrera, protagonizar un cambio de ritmo definitivo que iba a dejar atrás a toda la competencia excepto a la americana Katie Compton, que se soldó a su rueda y con quien hubo de afrontar la parte final de la cita germana.

La estadounidense aceleró en varias ocasiones. Lo intentó en la única subida del circuito. En el tramo de arena. En una pequeña bajada. Lo intentó, en definitiva, en todos los lugares donde creía adivinar cierta debilidad de la belga, pero la portadora del maillot tricolor siempre volvía. Siempre regresaba. Siempre echaba por tierra esos esfuerzos de Compton, que entonces se volvía a poner a rueda e intentaba, poco después, volver a la carga.

Y la prueba continuó con una Compton que cada vez parecía más desesperada por no encontrar el punto débil de Cant y una belga que, poco a poco, iba creciendo mentalmente al comprobar la incapacidad de su rival a la hora de dejarla fuera de combate. Ya en la última vuelta, Cant aceleró en el tramo de arena. Al principio, parecía que nada sucedía, pero entonces, por primera vez en toda la carrera, Compton no pudo completar el tramo completo sin echar pie a tierra y esa fue una pequeña victoria moral importantísima para una Cant que salió de allí con una ventaja de apenas cuatro segundos que estaba dispuesta a defender con su propia vida.

La pelea, desde ese momento, fue tan física como mental. Ambas sabían que un error o una avería iba a ser fatal, pero la exigua ventaja no dejaba lugar al conservacionismo. Incluso, aunque ya iba a ser del todo imposible que Compton recuperara en los apenas 200 metros de asfalto final la desventaja acumulada, Cant esprintó hacia la meta como si en ello le fuera el triunfo. El primer triunfo, recordemos, en lo que llevamos de Copa del Mundo para la belga.

Pese a su debacle en el día de hoy, la holandesa Sophie De Boer sigue al frente de la general de la Copa del Mundo.

Tras su triunfo, Cant aseguraba que “conseguir la primera victoria de la temporada en la Copa del Mundo algo muy importante y que me hace muy feliz”.

En cuanto al momento elegido para protagonizar el cambio de ritmo que acabó por darle el triunfo, Cant reconocía que “no era mi mejor momento de la carrera. No me encontraba tan bien como en otras fases, pero era el momento de hacer ese movimiento” y analizaba que “entre los hombres puede que este tipo de cambios de ritmo no tengan tanta importancia, pero creo que no todas las mujeres pueden hacerlo y por eso lo intenté, porque pensé que Compton no iba a poder seguirme”.

Finalmente, Cant lanzó un mensaje a todas aquellas voces críticas que ha tenido que escuchar en las últimas semanas “que me decían que no era capaz de ganar cuando estaban todas las mejores del mundo en la salida o que sólo ganaba cuando no estaban las americanas. Hoy he demostrado que puedo ganar cuando están todas en la salida”.

Aída Nuño, que fue la única española presente en esta carrera, acabó en 25ª posición.

Nieuwenhuis gana y es el nuevo líder

Joris Nieuwenhuis en una imagen de archivo / © J.N.

El holandés Joris Nieuwenhuis es el nuevo líder de la general en la categoría sub23 después de haberse alzado con el triunfo en una prueba tremendamente igualada en la que se tuvo que batir el cobre con el campeón del mundo, Eli Iserbyt y el portador del maillot blanco y azul de campeón de Europa, Quinten Hermans.

Thijs Aerts fue el encargado de encabezar la carrera en la salida. Intentó imprimir velocidad el belga para sorprender a todos sus rivales y mientras Nieuwenhuis y Hermans se soldaban a su rueda, Iserbyt se dejó un terreno precioso que le costó cerca de un giro completo poder recuperar, algo que no pudo hacer sin evitar llevarse consigo a Bertolini.

Precisamente, los cambios de ritmo del italiano fueron los culpables de que Aerts, el hombre que lo desencadenó todo, fuese el primero de los cinco líderes en tener que darse por vencido, algo que también tendría que hacer, mediada la carrera, el campeón de Europa.

Bertolini se tuvo que rendir a la evidencia de la superioridad del holandés y el belga ya en la parte final, donde Nieuwenhuis todavía tuvo arrestos para sacarse un último ataque de la manga que le permitió llegar a la línea de meta con 20 segundos de ventaja sobre el portador del maillot arcoíris y medio minuto sobre un Hermans que superó en el sprint por el tercer peldaño del podio a un desfondado Bertolini.

Felipe Orts volvió a dar muy buenas sensaciones y sigue dando muestras de que a poco que su carrera pueda tener algo más de continuidad compitiendo con los mejores, tiene piernas como para estar peleando cada fin de semana por objetivos que, hasta el momento, parecen inalcanzables para el ciclocross nacional.

Felipe Orts es el mejor español en la Copa del Mundo / © Ciclo21

Ciclo 21 se puso en contacto con el alicantino, que acabó undécimo en Zeven y mantiene con ello la décima plaza en la general de la Copa del Mundo (con los mismos 42 puntos que el noveno), nada más terminar esta segunda puntuable para su categoría. “Me he encontrado fortísimo. Salía en la primera fila y lo cierto es que he salido bien, pero he tenido un enganchón y luego me ha perjudicado la caída de un francés. Todo eso ha hecho que pasase por meta el 30º en la primera vuelta”. Pese a ello, el corredor de La Vila Joiosa no se vino abajo y pudo “mantener un muy buen ritmo durante toda la carrera y pude recuperar muchas posiciones”.

En general, Orts está “muy contento con las sensaciones que he tenido y he demostrado que puedo rodar con los primeros. ¿Dónde podría haber acabado sin ese enganchón? Sólo te puedo decir que habría estado peleando con los de delante”.

Orts pone ahora rumbo para España ya que mañana tomará parte en la quinta prueba de la Copa de España Loterías que se celebrará en Manlleu (Barcelona).

Cullell, ausente, sigue 10º en la general

Jelle Camps en una imagen de archivo / © Belga

La de Zeven era para los júnior, al igual que para los chicos de la categoría sub23, la segunda cita puntuable para la challenge de la UCI. Ausentes las dos categorías de las dos costosísimas pruebas disputadas en suelo americano con las que inauguraron el invierno los hombres y mujeres de la categoría elite y suspendida la prueba de Koksijde, la igualdad en la clasificación de los más jóvenes es, sencillamente, tremenda.

El belga Jelle Camps ha sido el vencedor en Zeven por delante de su compatriota Toon Vandenbosch, los dos únicos corredores que fueron capaces de contrarrestar un valiente y poderoso movimiento del británico Thomas Pidcock, que finalmente se tuvo que conformar con la tercera posición.

Precisamente, Camps fue el corredor que consiguió protagonizar la mejor salida con una arrancada espectacular que hizo añicos el grupo. Después de la primera vuelta, sólo ocho corredores habían sido capaces de aguantar el ritmo impuesto por el belga.

La situación se mantuvo más o menos invariable hasta que llegamos al ecuador de la segunda vuelta, momento elegido por Pidcock, dominador absoluto de las últimas semanas, para protagonizar su apuesta lejana. El británico abrió hueco y durante algunos metros pareció que, una vez más, íbamos a asistir a un soliloquio por su parte, pero Toon Vandenbosch salió de la nada para cerrar el hueco.

El dúo, para su desgracia, no pudo rodar mucho tiempo en armonía debido a una caída de Pidcock que acabaría costándole, o al menos esa es la sensación con la que muchos se quedaron, el triunfo final. Vandenbosch no se amilanó y decidió seguir tirando, pero por detrás Camps había sabido jugar la baza de la reserva y supo, una vez que Pidcock ya no podía ser de ayuda para el belga, que era el momento de intentar alcanzar la cabeza de carrera, algo que hizo sin demasiada dificultad, y no dejar de atacar hasta obtener la distancia que le acabó asegurando el triunfo.

Pidcock, por su parte, resurgió en la parte final para dar alcance a Vandenbosch, pero el esfuerzo realizado para regresar a esas posiciones cabeceras le lastró enormemente a la hora de pelear por la segunda plaza.

Yenti Bekaert (Bélgica) sigue al frente de la general de la Copa del Mundo al hacer valer su triunfo en la cita de Valkenburg y el cuarto lugar en el que ha finalizado hoy. El español Jofré Cullell, ausente en Alemania, sigue manteniendo la décima plaza en esa misma clasificación gracias a los 40 puntos obtenidos con la cuarta plaza alcanzada en la cita de Países Bajos.

CLASIFICACIONES

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Elite Femenina

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Junior Masculina

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