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La vasca, con su medalla © RFEC
La medalla de plata de Leire Olaberria en el omnium ha sido el mejor resultado de la tercera y última jornada de la Copa del Mundo de pista en Cali, que se salda con dos preseas para la selección española, tras el bronce logrado ayer en la velocidad por equipos.
La guipuzcoana, en una segunda jornada casi perfecta, terminaba segunda tras haber superado en la puntuación a sus rivales directas –la alemana Anna Knauer y la italiana Simona Frapporti– y haber aguantado las embestidas de la cubana Marlies Mejías. Eso sí, la neerlandesa Kirsten Wild resultó inalcanzable con sus 190 puntos, por 169 de la española y 166 de la germana.
La guipuzcoana comenzaba con una notable tercera plaza en los 500 metros (35.970) con lo que se colocaba en ese momento cuarta, a sólo diez puntos de la segunda y la tercera. En la vuelta lanzada repetía el resultado (14.436), lo que le suponía ganar una plaza más y quedarse a sólo dos puntos de Knauer, aunque lejos de Wild, que parecía virtual vencedora.
Finalmente en la puntuación, Olaberría dio una lección de saber estar y controlar la situación en todo momento, a pesar de que Mejías comenzó muy fuerte –adelantando incluso a la española- y Knauer muy regular. La guipuzcoana contraatacó con 3 puntos en el cuarto sprint, aunque los dos que ganaría –el sexto y el noveno- serían claves: el primero para colocarse segunda; el penúltimo, para consolidar la segunda plaza del podio.
“La verdad es que me ha salido mucho mejor de lo que pensaba –indicaba la guipuzcoana-. Físicamente llegaba bien, con buenas piernas, pero aún estoy más contenta de cómo he corrido, de las sensaciones que he tenido. Y todo ello después de que comenzara torcida la temporada, por el virus que cogí en Sierra Nevada. Me ha costado bastante recuperar a nivel físico, pero he sido paciente y al final el trabajo duro tiene su recompensa. Soy consciente de que las rivales más duras no estaban en Cali, y yo tenía que venir- Pero ahora sé cual es mi nivel, estoy con muchas ganas y ahora toca preparar el Mundial”.
Unai Elorriaga, por el contrario, vivió la última jornada sin trascendencia desde el momento que perdió sus opciones con el vigésimo puesto (1:05.780) en el kilómetro, para ser posteriormente decimoquinto (13.601) en la vuelta lanzada. El vasco no quiso despedirse sin dejarse ver en la puntuación, sobre todo en la primera mitad, cuando ganó dos sprint y una vuelta, lo que le permitió subir hasta el undécimo lugar, aunque luego lo perdería. Curiosamente una segunda vuelta ganada en el tercio final no le serviría para mejorar su duodécima posición, con 133 puntos. El alemán Maximilian Beyer se llevaba la prueba por delante del belga Jasper De Buyst (220 a 206).
“Las pruebas cortas cronometradas siguen penalizando demasiado a nuestros corredores. Y si llegas al segundo día con un fallo en alguna de tus pruebas, poco tienes que hacer, como le pasó ayer con la eliminación”, comentaba el seleccionador, Salvador Melia.
Calvo, duodécima en keirin
Por su parte, Tania Calvo terminaba duodécima al acabar sexta en la final B del keirin, en la que no tuvo opción en la última vuelta.
La alavesa se clasificaba sin problemas en su serie, en la que fue segunda tras la neozelandesa Caitlin Ward. La semifinal estuvo precedida de suspense por un apagón parcial en el velódromo que obligó a parar algunos minutos hasta que se recuperó la total iluminación. Y en ella Calvo se mostró muy valiente, anque quizá su ataque fue demasiado tempranero, con lo que se veía superada para ser quinta y verse abocada a la final B.
En cuanto a la velocidad, el buen comienzo de Juan Peralta en los 200 metros – séptimo, con 10.066- no se ratificaba en dieciseisavos, al caer ante el surinamés Jair Tjon en Fa en un cerradísimo sprint, con tres milésimas de diferencia entre ambos. “Estaba a un gran nivel, pero en la serie ha cometido un pequeño fallo y a este nivel se pagan los errores”, indicaba Meliá. Por su parte, Pepe Moreno no superaba el corte de los 24 mejores, al ser 31º en la clasificatoria, con 10.341, como informa la RFEC.
