En el debate de la historia del ciclismo, pocos dudan en situar a Gino Bartali entre los más grandes de siempre.
No tendrá el mejor palmarés, numéricamente hablando, pero sus triunfos, que no fueron pocos, y en entorno de su trayectoria, la Segunda Guerra Mundial, le hacen acreedor de un pedestal en el ADN de este deporte.
De su repertorio, queremos rescatar el día 22 de julio de 1938.
Mientras el mundo asiste asombrado a las pretensiones territoriales de Adolf Hitler, preludio de esa gran guerra, el Tour celebra su penúltima edición antes de caer en el limbo sin disputarse unos años. La etapa alpina entre Digne y Briançon es la jornada que todos esperan.