Un día definimos el «Landismo» como una actitud, una forma de mirar con arrogancia el futuro desde la seguridad y la autoestima.
Sobre esa premisa se explica el resto, pero sobre todo sobre el carisma de un corredor que no deja indiferencia por donde pasa y compite, un corredor que posiblemente no gane una grande nunca, y no por que no tuviera mimbres, y sí por que se rodea de un ciclismo que no espera a nadie, donde los que llegan aprietan más que nunca.