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Gabriel Cullaigh durante un acto de Movistar © Photo Gomez Sport
Redacción / Ciclo 21
La estancia de Gabriel Cullaigh en el Movistar Team ha sido mucho peor de lo esperado. El corredor británico se ha despachado contra la formación dirigida por Eusebio Unzué y ha relatado las malas prácticas que le tocó soportar esta temporada. Tras no haber sido renovado a final de esta temporada, Cullaigh se encuentra sin equipo, pero ha encontrado el momento para contar su experiencia a CyclingWeekly.
El comienzo de la historia se remonta a la clásica de Almería en la que Cullaigh fue 7º. Con un perfil claramente de clasicómano, esperaba participar en ese tipo de carreras. Pero se equivocaba. «Después de la carrera, todo el equipo de Almería se quedó allí para un mini entrenamiento, y el equipo dijo que seríamos nosotros siete los que iríamos a Omloop. Justo antes de esa carrera recibimos un correo electrónico de todo el equipo y mi nombre no estaba en la lista de inicio de Omloop. Me sentí instantáneamente confundido, cuestionando qué estaba pasando», explicaba. La intermediación de Patxi Vila para tranquilizarle por su ausencia fue importante en un primer momento. «Llamé a Patxi y me dijo que habían puesto a Imanol Erviti en el equipo. Dijo que debería haberme avisado, pero explicó que Imanol tenía una experiencia increíble como corredor de clásicas… Patxi me dijo que no me preocupara porque me usarían en muchas futuras carreras».
El ciclista británico solamente formó parte del equipo en Brugge-De Panne, E3 Saxo Bank Classic y Gent-Wevelgem. Incluso el propio Cullaigh revela que Iván García Cortina no entendía la decisión que tomó el equipo. «Armó un escándalo cuando no fui seleccionado para Flandes. Era uno de los pocos que intentaban ayudarlo», explica.
Por si ya fuera poco, su rendimiento tampoco estaba siendo el deseado. Desde el equipo le propusieron asignarle un nuevo entrenador, Leonardo Piepoli, que con anterioridad había trabajado con Colbrelli y Cortina en Bahrain. Pero lejos de ayudarle, tan sólo le perjudicó. «Debido a mi experiencia en la pista, el entrenamiento polarizado funciona para mí: ritmo constante y luego intensidad. Pero con Piepoli se trataba de salidas largas, intervalos largos, haciendo funcionar el motor diésel. Descubrí que era fuerte, pero no podía sacarle provecho cuando lo necesitaba en las carreras. Me sentí bastante jodido la mayor parte del tiempo. Me estaba diciendo que hiciera recorridos sólo con proteínas. Tenía que montar cinco horas habiendo comido solo proteínas. No se lo recomendaría a nadie».
Finalmente cambió de entrenador y su rendimiento mejoró considerablemente, siendo importante en el Tour de Polonia y en el Tour de Bretaña. Pero ello no quita su decepción con Movistar. «No quiero señalar con el dedo porque creo que lo intentaron y pensaron que Leo sería una buena ayuda para mí, pero no me dieron suficientes oportunidades ni la cantidad de carreras que necesito. Simplemente nunca sentí que hubiera encajado en Movistar. Sé que mis atributos se prestan a ser uno de los últimos gregarios y ayudar a los líderes, pero eso es difícil en un equipo como Movistar que no se centran en las clásicas», sentenció Cullaigh.
