Si uno fotografía la sombra de Joaquim Purito Rodríguez justo al lado, casi como un siamés, aparece la de Dani Moreno (Madrid, 5 septiembre 1981). Un ciclista peculiar, el equivalente al sexto hombre de un equipo de baloncesto. El recambio perfecto para cuando su líder no está o falla y para que su referencia llegue lo más lejos posible. Un tándem que cuando comanda los últimos kilómetros impone respeto porque es difícil que sufra un gatillazo. Vidas y trayectorias paralelas. Pero 2014 ha sido un paso atrás para ambos y también para un Moreno que se quedó en blanco este ejercicio. Subcampeón en Burgos tras Nairo Quintana y en una etapa de la Vuelta cuando cumplió los 33 años, terminó noveno en Amstel, La Flecha Valona y Lieja y acabará el TOP Ciclo 21 entre los diez mejores. Doblar en Huy y Río 2016 son dos sus grandes sueños.
F. Ferrari / N. Van Looy / Calpe (Alicante). Enviados especiales Ciclo 21
-¿Qué va a cambiar 2015 a 2014?
-Más o menos como los años anteriores, pero en este 2014 las cosas han sido diferentes por las caídas de Purito. Personalmente creo que no lo he hecho mal, pero hay que tener suerte en las carreras y que lo recorridos te vengan bien y en este caso no me han beneficiado mucho.
-¿Lo peor ha sido quedarse también sin ganar?
-Es lo que me ha faltado. Tuve alguna oportunidad en la primera semana del Giro de Italia, luego en la Vuelta a España el día de mi cumpleaños que hice segundo; la Milán-Turín que ganó Caruso en el día que me encontraba súper bien para conseguir la victoria, pero bueno, el equipo es el equipo y hay que lograr la victoria con cualquier corredor.
-¿Hay opciones de mejora el año que viene?
-Para 2015 hay recorridos muy interesantes, sobre todo en el Tour de Francia, que es la carrera más importante que hay y nuestro principal objetivo. Y a partir de ahí veremos si se puede conseguir alguna etapa. A quién no le hace ilusión ganar en el Muro de Huy, por ejemplo. Este año tenemos la ocasión de tener ese final y hay que aprovecharlo. La Tirreno-Adriático, si hace buen tiempo, se me suele dar bien, pero como haya frío y nieve ya estoy eliminado (risas). Y luego viene Catalunya, una carrera que le gusta mucho a Purito y en la que me gusta estar a su lado para apoyarle al máximo. Y en las clásicas siempre puedes tener tu oportunidad.
-¿Y doblar La Flecha Valona y la etapa de Huy en el Tour?
-Eso sí sería un sueño.
-¿Cuál es su pronóstico para un Tour de Francia que se presenta apasionante?
-Va a estar la cosa muy igualada. El abanico está muy abierto. Al no haber apenas contrarreloj los franceses irán con mayor ilusión después de lo que han hecho este año, aunque personalmente no los veo como candidatos a la victoria. No creo que repitan el podio pasado. Las caídas de los grandes corredores les dio ese plus extra, llegaron en buena forma e hicieron una buena carrera.
-¿Le molestan los adoquines?
-No me disgustan. Son nuevas experiencias. Otra cosa es que haya lluvia y barro como este año que implica mayor técnica, pero en el Tour de 2010 ni a Purito ni a mí se nos dio mal. Si uno se encuentra bien, va bien en todos lados.
-¿Su calendario?
-Más o menos como siempre. Coincido con Purito, excepto alguna carrera, como ahora el principio que hago San Luis en Argentina y después el Tour del Mediterráneo -si al final se organiza- y ya me junto con Purito en Tirreno, Catalunya, las clásicas y ya juntos todo el año.
-¿Cómo gestionan los finales de carrera cundo llegan juntos?
-Con tanto tiempo corriendo juntos con una mirada ya decidimos qué hacer cada uno. Antes también vamos hablando para saber cómo vamos los dos de cara al momento clave y esa compenetración hace que tengamos los buenos resultados que hemos alcanzado hasta ahora.
-¿En qué ha cambiado Purito desde que lo conoce?
-De Purito destaco lo buen compañero que es y cómo apoya al grupo en general en todas las carreras. En realidad es un gran líder. Cambiar no ha cambiado mucho, pero ha sido un año de mala suerte. Todos queremos ganar y cuando no se consigue pesa. Por ejemplo en nuestro primer año entre los dos conseguimos 17 victorias y en este 2014 sólo 2, las de la Volta a Catalunya. Y así es muy complicado. A las clásicas llegábamos súper bien, también con Caruso y luego mira. Estoy seguro de que en las tres clásicas hubiéramos hecho entre los diez primeros tres corredores y luchando por la victoria. Y no es lo mismo que correr sin Purito, que se hace de otra manera.
-¿Abandonaría a Purito para irse a otro equipo a fin de año que acaba contrato?
-No me lo planteo a día de hoy. Si surgiera, lo pensaría, pero mi principal objetivo es seguir con Purito y el resto de compañeros. Y me gustaría seguir en Katusha porque estoy súper bien y ya nos conocemos todos. Espero que nos salga un buen año y poder seguir todos. Al final llevamos tanto tiempo que ya es una familia.
-¿El Katusha 2014 es peor que el de 2015?
-Lo que cambia es que hay corredores rusos que eran más jóvenes y ahora tienen más experiencia, son mejores y es un punto clave para las carreras. El bloque de las clásicas quizás ha cambiado un poco más pero el nuestro es casi el mismo.
-¿Qué pasó en el Mundial de Ponferrada cuando atacó Kwiatkowski y usted iba el primero del grupo perseguidor?
-Yo iba tirando del grupo y la verdad es que Kwiatkowski arriesgó mucho en la bajada y yo no pude seguirle porque te arriesgabas a una caída. En la presa miré hacia atrás y no vi a ningún compañero y tampoco era cuestión de arrancar a tope en ese momento. Quizá quién tuvo que atacar en es momento no lo hizo y tuve que regular un poco. Y ya fue cuando hice el último esfuerzo. Si veo a algún compañero más cerca sí podría haber cogido a Kwiatkowski. No me arrepiento de nada porque lo hice bien en ese momento. En la subida fue el más fuerte y el más inteligente y ya vimos cómo aguantó hasta el final. Dio un espectáculo.
-¿En una prueba así es mejor seguir el guión o improvisar como el primer Mundial de Freire o los JJOO de Pekín con Samuel Sánchez?
-Al final si te mandan trabajar para un líder es lo que hay que hacer. Si te dan libertad, la coges, pero en esa última vuelta ya no había. La baza era de la de Alejandro (Valverde) y había que jugarla. Claro que me hubiera gustado tomar la iniciativa y jugar mis bazas como en la penúltima vuelta, pero en la final tocaba trabajar. Correr con locura también está bien porque te permite tener más oportunidades, pero si te ciñes a un guion y te lo saltas, igual no vuelves a la selección española y a un Mundial. Si abriéramos más las bazas de los que vamos habría más opciones. Y si en la vuelta final, en lugar de apostar por uno, apostáramos por tres, las posibilidades serían mayores.
-¿Comparte la idea de Purito de querer estar en Río 2016?
-Sí, me encantaría. Siempre lo he dicho. Unos Juegos Olímpicos sería una de las mayores ilusiones de mi vida, pero hay que estar a muy bien nivel.
-El ciclismo español está copando los premios UCI World Tour, pero ¿cómo ve su futuro?
-Es triste porque no hay carreras, equipos. Y en la base hay más carreras de masters que de junior o élites. Y las que hay son de 120 kilómetros o 100 y en circuito. Imagina lo que les espera luego cuando pasen a profesionales la papeleta que se comen. Y de los que hay ahora quizás Ion Izagirre es el que más futuro puede tener, pero el caso es que tampoco hay muchos y la transición va a ser complicada. De momento disfrutaremos de los que somos y estamos ahí ahora mismo.