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Daniel López Parada, con los colores del Burgos en 2019 © Mónica Arcay
Daniel López Parada (21 de enero de 1994, A Coruña) es un ciclista en paro. No lo es por la crisis del coronavirus que ha detenido el mundo, sino porque el año pasado se quedó sin equipo. El Burgos BH decidió no renovar al velocista gallego después de cuatro temporadas en sus filas. Dani no pierde la esperanza, se prepara como un profesional más a la espera de una oferta para volver al pelotón y no contempla su regreso al campo amateur. «Estoy en contra de la recalificación porque creo que la categoría élite es para los chavales y los sub-23», declara en una conversación con Ciclo 21.
Después de 49 días confinado en su domicilio particular y tras muchas horas sobre el rodillo, ya está de vuelta en la carretera: «La principal sensación fue de alegría, viento en la cara y una extraña sonrisa que sale sola al volver a disfrutar del aire libre después de tantos días de rodillo», expresa el velocista gallego, que reside en el municipio de A Coruña y solo dispone de 37,83 km² para entrenarse.
El gallego, por su cuenta en Portugal © Helena Dias
«A pesar de ejercer como profesional no se me permite entrenar como tal, viviendo además un municipio muy urbano y que se convierte en peligroso con tanta acumulación de gente a la misma hora», lamenta López Parada, que entiende cuál es la prioridad e intenta sacarle el lado positivo: «Toca arrimar el hombro una vez más y aprovechar al máximo las condiciones que tenemos. Mi situación es un poco atípica y me perjudica, pero no será un obstáculo. Querer es poder».
El coruñés cree que la pandemia va a afectar a todo el pelotón de forma muy similar y, en su caso, sigue esperando la llamada de un nuevo equipo, aunque no se obsesiona: «Estoy pendiente, pero intento centrarme en los entrenamientos y dejarle esos temas a mi agente, que siempre ha confiado en mí y yo en él. Estoy tranquilo, ya he tenido varias propuestas, pero por una u otra causa no se llegaron a concretar», comenta.
López Parada aclara por qué no recibió una oferta para renovar con el Burgos BH: «En el momento no entendí la decisión, pienso que fue un malentendido entre ambas partes y que hablando las cosas hubieran sido de otra forma. No tengo ningún problema con el equipo, guardo buenos recuerdos y amigos allí», desvela el ciclista gallego, que con los colores del equipo burgalés dio el salto al profesionalismo, vivió el paso de tercera a segunda división y logró sus mejores resultados.
En 2018 firmó la única victoria de su palmarés en la 12ª etapa de la Vuelta al Lago Quinghai (2.HC) y en 2019 brilló sobre los adoquines del GP de Denain (1.HC). Dani se queda con la prueba francesa, en la que terminó 18º tras aguantar con los mejores hasta el final: «No es un resultado que llame la atención, pero estoy muy orgulloso porque demostré que puedo estar delante en ese tipo de carreras. Fue un día agónico, se fue muy rápido (45km/h), y había muy buen nivel –la victoria fue para un tal Mathieu van der Poel–».
Logró su único triunfo como profesional en 2018 © Tour Lago Quinghai
Aunque su trayectoria estaba orientada a las llegadas masivas, el coruñés se declara un enamorado de las clásicas del Norte, con viento y pavés, y prepara cada carrera con mimo antes de salir a la carretera: «Son dos factores que me gustan mucho y siempre estudio las carreras antes de competir. Suelo ver las carreteras, puertos enteros y los últimos kilómetros en el street view para tener una idea de lo que me voy a encontrar cuando pase por allí con el corazón en la boca», explica.
Empezó la campaña sin equipo, pero el 17 de febrero se presentó como independiente en la Prova de Abertura en Aveiro, la primera cita del calendario portugués. «Sin equipo tienes que saber buscarte la vida si te surge un percance, pero no me hizo falta. Hubo una caída en la última curva y perdí bastantes posiciones. Creo que lo podía haber hecho mejor», relata López Parada, que acabó décimo.
El gallego se encuentra como nunca y espera volver a mostrar pronto esas condiciones: «El trabajo específico que estoy haciendo con Javi (Sola, su entrenador desde el año pasado) es muy bueno y creo que se verían grandes resultados esta temporada. He mejorado mucho los datos y valores, tanto en los puertos como en los sprints», explica Dani, que no renuncia a perder la temporada.
Sin equipos gallegos desde la desaparición del Xacobeo-Galicia en 2010, el coruñés defiende el trabajo del GIOS-Kiwi Atlántico, de licencia venezolana aunque con sede en Redondela (Pontevedra): «Hacía falta un equipo, Enrique Salgueiro ha dado un golpe encima de la mesa demostrando que se puede salir adelante. Ahora solo les falta apoyo económico para dar un paso más. Ojalá creciese porque creo que hay muy buen nivel de los equipos gallegos en la categoría amateur», argumenta López Parada.
