David Casillas ha regresado del Tour de Bretagne como el corredor mejor clasificado del Specialized, 31 de la general y decimoquinto entre los jóvenes. Con siete etapas, ha sido de lejos la carrera más larga que ha disputado nunca y también la más dura. “Ha sido una experiencia impresionante y he aprendido muchísimo”, dice este ciclista de Parla nada más volver a casa. Para él, Bretaña marcará un antes y un después en su carrera. Seguramente para bien.
-¿Después de estos siete días tan duros, cómo te sientes?
-A pesar del esfuerzo, creo que he subido un escalón en mi condición física, aparte de que lo que he vivido y he aprendido me ayudará a mejorar como ciclista.
-¿Qué es lo que más destacas?
-Sobre todo la forma de correr como los profesionales y el haber ido cada día 150 kilómetros por la cuneta. He aprendido a sufrir de verdad.
-¿Es la carrera más dura que has corrido?
-Sí, seguro. Aparte de por el ritmo, por la climatología. Ayer, para ser el último día, fue durísimo, el peor. No era ni humano. Hubo frío, agua, viento y granizo, y todo en grandes cantidades, sin olvidar que no se paró un momento con los abanicos. Se ha hecho muy, muy dura.
-¿Qué tal ha sido el nivel de los rivales?
-En las dos primeras etapas nos veíamos un poco lejos, sobre todo como equipo, pero en los tres últimos días éramos ya un equipo más, sin nada que desmerecer frente a otros como el Etixx, el BMC o cualquiera. Hemos aprendido a movernos como equipo dentro de un pelotón donde había gente que incluso va a ir al Tour de Francia y otros que son campeones del Mundo.
-¿Con qué te quedas de esta experiencia al volver a España?
-Como ciclista, con el sufrimiento. Haber aprendido a sufrir día tras día durante siete días seguidos. Y como equipo, me quedo con la familia que hemos llegado a hacer entre todos los que hemos estado allí, incluido también el staff.
-¿Qué tienes en el programa a partir de ahora?
-La Vuelta al Bidasoa, que empieza el miércoles. Espero que si asimilo bien el descanso que voy a hacer, esto me ayudará a tener un punto más y me servirá bastante.
-¿Es necesario salir a correr al extranjero?
-Totalmente, es fundamental, porque en España estamos viendo cómo se acaban las carreras poco a poco y fuera es al revés, cada vez hay más y con más calidad. En el Tour de Bretaña no tiene nada que ver ni la forma de correr ni la carrera en sí. Las que más se pueden parecer en España tal vez sean Bidasoa o León, pero están a años luz. Y la organización es impresionante, parece el Tour de Francia.
-¿Cómo te sientes en tu segunda temporada en la categoría sub-23?
-Está siendo una temporada gratificante. Hacía tiempo que no tenía tantas ganas de correr y estoy recuperando esas sensaciones. Además, me siento muy arropado y apoyado por el equipo.
-¿Qué tal es la experiencia en el Specialized-Fundación Alberto Contador?
-Estoy muy contento y muy cómodo. No nos falta de nada. Todo lo que necesitas, lo tienes. Somos una familia más que un equipo.
-¿Y para cuándo una victoria?
-Para ya, si es posible. En el equipo no tenemos esa presión, pero sí que me gustaría para la moral y para el equipo, para demostrar que aun siendo muy jóvenes podemos plantar cara a los que ya no lo son tanto.