De la Parte: «He aprendido de las penurias»

De la Parte, en el Giro © Movistar

Víctor de la Parte (1986, Movistar Team) pedaleará durante casi un mes en América. El ciclista alavés disputará la Vuelta a San Juan en Argentina y la nueva Colombia Oro y Paz, en el que será el inicio de su segunda temporada en la élite y después de un 2017 en el que ha sabido adaptarse a las exigencias del WorldTour.



De la Parte entrenará en Medellín, Colombia, desde una semana antes de la Vuelta a San Juan (21-28 enero) y se concentrará de nuevo en la ciudad antioqueña para acompañar después a Nairo Quintana en la vuelta Colombia Oro y Paz (6-11 febrero).

-¿Por qué ha elegido comenzar en Argentina y Colombia?

-Me gusta, con tal de escapar del invierno de aquí… El año pasado estuve en Australia y quería cambiar, conocer Argentina, Colombia, carreras nuevas. Vamos a ver cómo son. Sobre el papel, es un sitio perfecto para entrenar, en altura, con buen tiempo, y quizá en el futuro te puede interesar.

-¿Cuál será su calendario después, a su regreso a Europa?

-Tirreno-Adriático, Vuelta al País Vasco y Giro de Italia.

¿Qué balance hace de su primer año en el WorldTour con el Movistar Team?

-Un año que parece que han sido diez porque han sido muchos días de competición y con el equipo. Yo creo que me han formado y me han enseñado como han querido. Ellos me han dado su confianza y yo he dado el máximo. Entre todos hemos ido aprendiendo. Y el próximo año apuestan para que sea uno de los gregarios.

-Su rol ha sido el de gregario.

-No queda otra. Tenemos tres líderes. Yo creo que es un trabajo difícil y bonito, y que al final es recompensado. Desde el primer momento sabía a lo que venía. Y le coges el gusto. No es una resignación ni mucho menos. Sabes que es tu trabajo. Y si hay oportunidad, hay que aprovecharla a nivel personal en todas las carreras que queden libres. El Giro, por ejemplo, puede ser una buena oportunidad. Estará algún corredor, como Betancur, pero hay para todos.

-¿Qué es lo que más le ha sorprendido?

-La atención que se tiene con el ciclista en todo, en el material por ejemplo, hasta el último detalle. No te hace falta nada y yo solo me preocupo de entrenar. Tienes todo. Y en carrera quizá lo que me faltaba a mí es que después de tantos años en el extranjero es que todos sean de casa. Te comunicas perfectamente, es tu cultura y la verdad es que es una familia. Luego, la exigencia es mucho mayor, disputas carreras más duras, de más nivel.

-Llegó a la élite a las 30 años.

He pasado penurias, pero he aprendido mucho de todas y siempre he mirado adelante. Sabía lo que quería. Y ahora quizás lo aprovechas el doble, sabes lo que hay, que no todo es bonito, y he demostrado que puedo estar aquí y que tengo calidad.

-Venía de competir en equipos de menor nivel, ¿qué es lo que más ha aprendido?

-Sobre todo, a trabajar para líderes. En otros equipos, estaban a expensas de mí o cada uno a su aire. Y ahora tienes que estar pendiente de Nairo, de Alejandro y el año que viene de Landa, que no les falte de nada, que no les dé el aire. Y eso es algo que se tiene que aprender; son pequeños detalles y en una vuelta de tres semanas todo cuenta. Y aprendes de los gregarios que hay en el equipo. Es otro nivel. Estás trabajando para los mejores del mundo. Ves la facilidad que tienen. Es otro peldaño.

-Para terminar, ¿y cómo lleva un ciclista la Navidad, los banquetes navideños?

-Con apuros (risas). La verdad es que lo sé gestionar bien porque tampoco soy de comer mucho dulce. Soy bastante disciplinado. No tengo mucho problema. Tengo la vara en casa (risas). Me ayuda mucho (se refiere a su novia Amaia Martioda, nutricionista), sobre todo a valorar lo que es la nutrición porque parece que el entrenamiento está un poco estacando en los últimos años y es a la nutrición a lo que más importancia se le está dando. Yo he tenido la suerte de tenerlo en casa y me ha ayudado mucho.

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