Víctor de la Parte (1986, Vitoria) pone fin a una temporada sobresaliente que culminó con el triunfo en el Tour de Austria (2.HC), un éxito que le ha abierto las puertas para dar el salto a un nivel superior. Un tren que el alavés no quiere dejar pasar. Y ese vehículo se llamaría Tinkoff, con quien tiene las conversaciones más que avanzadas para convertirse en compañero de Alberto Contador en 2016 como ya publicamos aquí el pasado 26 de agosto.
De la Parte hace un balance muy positivo de la temporada en el Vorarlberg continental recién llegado del Velothon Estocolmo donde espera haber dado sus últimas pedaladas después de unos intensos meses de competición y preparación en Navacerrada. En concreto, ganó dos etapas y la general del Tour de Austria y otra vuelta, la Fleche du Sud (2.2) -entrevista-, así como una etapa en el Vuelta a la Alta Austria (2.2), fue quinto en el Tour de Taiwán, sexto en el Campeonato de España contrarreloj y 11º en el Czech Cycling Tour (2.1). Unos puestos que le colocan en la sexta plaza del TOP Ciclo 21, entre Ion Izagirre y Dani Moreno.
Ahora quiere gozar de un merecido descanso y mira a un 2016 en el que espera dar el salto de categoría. “He estado muy a gusto en el equipo, la verdad es que ha sido una experiencia increíble, pero te das cuenta de que tienes la oportunidad de estar en carreras más grandes el próximo año, con un calendario mejor, y ganar Austria supuso un cambio de mentalidad”, confiesa.
El vitoriano llegó al conjunto austriaco tras pasar por Caja Rural, SP Tableware y Efapel. “Mi motivación era ganar Austria. No pensaba, no estaba obsesionado, con ir o no a un equipo WorldTour por ejemplo. Y salió todo perfecto. No tenía esa ansia, estaba muy a gusto. No todo es estar en un equipo grande, sino que hay que saber valorar otras experiencias. Pero después de Austria, sí que supuso un cambio”, explica.
“Se trata del año que viene poder correr y disputar una grande, ver lo qué es, ver otro ciclismo. Si realmente tendría que seguir otro año en el equipo, pienso que me vendría abajo. Ahora mismo me plantean hacer un calendario mejor y miro al frente y me motiva saber que puedo correr una grande y en un equipo de más nivel es una buena oportunidad”, asevera.
Desde el Team Vorarlberg entienden su salida. “He hablado con el mánager del equipo. Para ellos sería ideal que me quedara, pero entienden que es una oportunidad pues tengo 29 años y que es hora de dar el paso. Tiene que ser ahora. Por eso me dijeron que me van a poner trabas y que me van a apoyar”, afirma.
No pasó hasta los 25 años al Caja Rural, después de ser el mejor amateur en 2010, y desde 2012 ha sobrevivido con dignidad en la categoría continental. “Me ha enriquecido muchísimo; es la penuria del continental. Dentro de lo que cabe todo lo que me quedo todo es positivo, he conocido gente genial, los equipos dentro de sus límites hacen lo posible, sobre todo cuando eres un corredor que tienes resultados. Y pienso que me va a ayudar en el futuro”, asegura.
Las tres semanas no le asustan. “Tengo una capacidad de recuperación buena. Odio las carreras de un día. Soy más todoterreno y me gustan las carreras largas. No he corrido nunca, lo máximo 12 días en Portugal. Me da respeto pero creo que lo llevaría bien”, asevera.
Su confirmación como ciclista llegó en julio, en el Tour de Austria. Frente a equipos WorldTour y Profesionales Continentales, ganó dos etapas y se llevó el triunfo final. “Iba con miedo porque llevaba fuerte desde febrero y no había tenido prácticamente descanso. Pensaba que iba un poco pasado, estaba muy bajo de peso y tampoco sabía el nivel que me iba a encontrar. Iba un poco a la expectativa. Salió todo bastante mejor de lo esperado, tenía apostado hacer entre los cinco primeros, y al final ganar dos etapas y la general sin un equipo para controlar fue supervivencia. No se podía acabar de mejor forma”, recuerda.
Su último cartucho lo gastó en el Tour de Chequia (2.1) en agosto, séptimo en la etapa reina –ganó König (Sky) y 11º en la general, penalizado por una contrarreloj por equipos. “Antes de Austria había estado tres meses fuera de casa, en altura, y pedí al equipo un poco de tranquilidad, pero ya estaba corriendo critérium poco después, apenas pasé por casa, corrí en Polonia y luego el Tour de la República Checa y sentía quería explotar. Estaba fuerte pero la cabeza no me funcionaba. Quería ir a casa, estar tranquilo, y ahora que he estado tres semanas sí que me ha cambiado”, precisa.
El pasado domingo corrió en Suecia. Su último dorsal del año. “Me gustaría terminar. Ha sido un año largo, desde febrero que empezamos en Taiwán, con mucho viaje, mucho estrés. He cumplido y ellos conmigo y prefiero acabar ahora bien”, confirma.
Eso no quiere decir que vaya a dejar de pedalear. “Me han propuesto hacer la Madrid-Lisboa en mountain bike, como hobby, y después voy con la novia de vacaciones a la Vuelta Cicloturista de Ibiza, una forma de estar con la bici sin estrés, con amigos. Me gustan estas aventuras”, concluye a su agencia de representación Giuseppe Acquadro.