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Aspecto del acto © Deceuninck
Nicolás Van Looy / Ciclo21 – Enviado especial Calpe (Alicante)
Un enorme anillo de leds preside, en lo alto, la entrada del Hotel Suitopia de Calpe. En el mismo, girando sin fin, un mensaje en inglés: Welcome Deceuninck Quick Step. Congratulations 653 days at the top of the UCI World Tour Team Classification. Debajo, en pleno hall, un BMW del equipo con dos bicicletas encima. Alrededor, pululan periodistas y otros huéspedes del establecimiento. Muchos, como es habitual en esta época del año y en este destino, pertrechados con sus bicicletas y su ropa de ciclista. Vuelven o comienzan su ruta diaria aprovechando el buen tiempo y las geniales carreteras de la zona para la práctica del ciclismo.
De repente, un revuelo más grande. Llega un grupo uniforme y numeroso. Maillots y cullotes blanquiazules. Susurros y teléfonos listos a la caza del selfie. Nada, al fin y al cabo, distinto a lo que ha venido sucediendo, desde hace ya varios años, en este mismo lugar. Desde la ya lejana época de los Tom Boonen, Sylvain Chavanel, Stijn Devolder de principios de década hasta la actual camada de lobos en la que destacan los Julian Alaphilippe, Bob Jungels, Remco Evenepoel, Bob Jungels o Sam Bennett.
Patrick Lefevere, el mandamás de todo el asunto, es otra de esas constantes. Se le ve, siempre, orgulloso en el día de la puesta de largo de su wolfpack. Sonriente y con un vaso de vino en la mano, saluda a diestro y siniestro y maneja, como pocos, los tiempos del asunto.
Efectivamente, la temporada 2020 de Deceuninck-Quick Step –653 días como el mejor equipo del mundo– a echado a andar hoy de manera oficial. Sam Bennett, Mattia Cattaneo, Bert Van Lerberghe, Davide Ballerini, Shane Archbold, Stijn Steels, Andrea Bagioli, Ian Garrison, Jannik Steimle, João Almeida y Mauri Vansevenant son las caras nuevas del enésimo reinicio.
Si las bajas de los Gilbert, Viviani, Richeze, Capecchi, Vakoč, Sabatini, Martinelli y Enric Mas supondrán una losa demasiado grande como para que el conjunto belga siga dominando a su antojo los registros de victorias será algo que descubriremos en los próximos meses.
Incluso en esto, en el apartado de la renovación, el día de hoy parece calcado al de cualquier otro mes de enero del pasado. Deceuninck-Quick Step ha sabido sacar el mejor partido de cada una de sus plantillas independientemente de las bajas sufridas. Los reemplazos que han llegado año tras año, incluso los que sobre el papel no soportaban la comparación con sus predecesores, no sólo terminaban haciendo grandes temporadas, sino que superaban y ninguneaban a los lobos que se quedaban por el camino.
Quizás, la gran duda que asalta este año pueda ser quién será el próximo Philippe Gilbert en el proyecto de Lefevere. Veterano, líder, carismático, ganador… un profesional como la copa de un pino que ha elegido la competencia, Lotto-Soudal, para abordar ese último gran objetivo para entrar en la leyenda: el quinto Monumento.
No se trata, evidentemente, de encender alarmas absurdas. El equipo seguirá siendo, hasta que la carretera indique lo contrario, el espejo en el que todos los demás se miren durante el periodo de clásicas, pero con Gilbert, como pasaría en sus respectivos equipos con gente como Valverde, Sagan, Froome, Nibali… el equipo no sólo pierde a un corredor. El Wolfpack no sólo pierde un lobo sino que se queda con el puesto de macho alfa vacante.
Evenepoel, al Giro para disgusto de Lefevere
Salió también del equipo el español Enric Mas camino del Movistar y de mejores opciones en las grandes vueltas y su hueco lo debe llenar ahora un Remco Evenepoel que debutará este 2020 en una gran vuelta disputando el Giro de Italia.
Si con Enric Mas se podía pensar que el Deceuninck-Quick Step tenía un potencial ganador de grandes vueltas al que le faltaba un bloque vueltómano tan potente como el de sus rivales, con Evenepoel, al menos por el momento, se han invertido las tornas. Deceuninck-Quick Step no ha dado grandes pasos en mejorar su cartera de especialistas en vueltas por etapas, pero tiene tiempo para ello ya que con el ganador de la Clásica de San Sebastián tiene tiempo. Mucho tiempo.
El belga acaba de cumplir 19 años y no está, ni de lejos, listo para atacar una general. Lo suyo, lógicamente, va a ser aprender un ciclismo que no conoce. El del abismo de la tercera semana. Y, con él, Lefevere y los suyos también irán aprendiendo. Descubrirán sus virtudes y sus carencias y, en base a ello, podrán ir confeccionando ese bloque que, al menos ese es su sueño, lleva a Evenepoel a pelear por París algún día no tan lejano.
Una decisión, la de ir a la Corsa Rosa, que ha nacido del propio corredor para disgusto de su jefe. Patrick Lefevere, tras recordar que «en 2019 Remco ha aprendido a que tiene que escuchar a los técnicos del equipo», el belga aseguraba que «este año se ha empeñado en ir al Giro a pesar de que yo hubiese preferido protegerle todavía un poco más de esa carrera«.
La velocidad, renovada
Un equipo que se ha acostumbrado a rebasar las 60 victorias cada año lo hace, evidentemente, apoyado en sus hombres rápidos. Se ha ido, como antes lo hicieron Cavendish, Kittel o Gaviria, Elia Viviani, el buen sprinter del Sky que se convirtió en un killer al amparo del tren belga. Llegan Sam Bennett y Davide Ballerini y será el momento de que el colombiano Álvaro Hodeg dé un paso adelante. Tras los siete triunfos alcanzados en 2019, será el momento de que el jovencísimo sprinter (23 años recién cumplidos) demuestre si merece la confianza de la manda para ser su puntal en las grandes citas.
El que deberá, también, confirmar el gran paso adelante dado en la parte dinal de la pasada temporada es Fabio Jakobsen que, junto a Bennett, arranca el año con la teórica plaza de sprinter titular en este renovado proyecto.
Precisamente, esa enorme renovación de la plantilla –insistimos, algo que ya es casa marca de la casa– es lo que, en palabras de Patrick Lefevere, “me motiva y me anima a seguir peleando año tras año”.
El máximo responsable del Deceuninck-Quick Step explicaba que “el pasado año volvimos a ser el equipo con más victorias del mundo. Conseguimos levantar los brazos en 68 carreras, así que no se puede calificar la temporada de otra manera que como un éxito”.
En ese mismo sentido, analizaba que “no somos un equipo con un solo líder. Tenemos muchos corredores que pueden ganar. En 2019 ganamos con 16 corredores diferentes en una plantilla con 26 hombres”.
De cara a 2020, “tenemos mucha hambre. Estoy muy contento de que nuestro patrocinador principal ya haya entendido el concepto de Wolfpack y sea parte de la familia. Estamos todos muy orgullosos de ganar lo que ganamos sin estar entre los cuatro o cinco presupuestos más abultados del pelotón”, aseguraba Lefevere.
El manager belga añadía que “este año invertimos en gente joven. Tendremos once corredores nuevos. Es mucho, pero confío en que vamos a poder mantenernos al mismo nivel que en las pasadas temporadas”. En cuanto a esa marca (casi) registrada de Wolfpack, Lefevere mandaba un mensaje diciendo que “otros muchos equipos nos tienen envidia por esa forma de ser. Es normal. Cuando haces las cosas bien y tienes éxito, los demás te quieren copiar”.
En el apartado extradeportivo, cabe destacar el anuncio realizado por los responsables de la empresa Lidl desplazados hasta Calpe de que, “tras haber estado con el equipo desde 2015 confirmamos que vamos a extender nuestro acuerdo por dos temporadas más”.
PLANTILLA 2020
