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Danilo di Luca, suspendido de por vida tras dar positivo tres veces, concedió ayer una entrevista en una radio italiana en la que no mostró ningún tipo de remordimiento: «Sólo me arrepiento de que me hayan cazado». Además, acusó de dopaje a todo el pelotón. Según el italiano, por ejemplo, en un Giro «el 90% de los ciclistas se dopa. El 10% restante son los que no tienen interés en el Giro y lo corren para entrenarse para otras carreras».
Di Luca –expulsado del último Giro por un positivo con EPO– admite que empezó a recurrir al dopaje con «veinte años». Y explica por qué: «Siempre había sido un ganador y ganaba a menudo. Cuando pasé de aficionados vi que ciclistas que habían corrido conmigo hasta el mes anterior, un mes más tarde eran más fuertes que yo». Preguntado por si se sintió culpable después de hacerlo la primera vez responde: «No, me sentí como los demás». ¿Se puede explicar mejor? «Volvía a ser el Danilo di Luca que ganaba carreras».
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