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Foto de la llegada de Denia / © www.arbitrosciclismo.com
Redacción / Ciclo21
Marcel Kittel y Edvald Boasson Hagen fueron la comidilla de la 7ª etapa del Tour de Francia porque llegaron tan ajustados a meta que los sistemas habituales de control de posiciones tuvieron que dar paso a los milímetros. Después a punto estuvo de reproducirse una situación similar, en el mismo Tour, cuando Warren Barguil celebró la victoria en la 9ª jornada que, en este caso sí, la foto finish dejó en manos de Rigoberto Urán. En este portal de ciclismo se analizó la situación con un experto en la materia que explicó lo ocurrido y cómo se suele actuar en estos casos. Y en esta vorágine aparece ahora que en Denia (Alicante), una carrera de cadetes acaba dando una triunfo compartido, cosa que, en el caso de Kittel y Boasson Hagen, no se contempló.
La decisión se tomó tras la llegada del Trofeo de Escuelas Preciossisima Sang de Denia. En la meta, tres corredores se lanzaron en el sprint final a por el triunfo y dos de ellos, literalmente, empataron. No hubo manera de determinar el vencedor porque no habia video finish y sólo contaban con dos cámaras que tuvieron que observar detenidamente para poder tomar una decisión. Visto lo que veían, los árbitros no tuvieron más elección que dar el premio de vencedor como compartido.
Así pues, si bien el tercer clasificado quedó bien claro (David Beneyto), el ganador no fue uno, sino que fueron dos: Vicent Granenkamp y Martín Gil. Ambos, según las fuentes consultadas, se tomaron a bien la solución, habida cuenta de que, como muestra la imagen y dado que la tecnología ‘in situ’ no era más que la explicada, discernir quién había vencido era cosa harto complicada.
