El Arkéa de Quintana, pendiente del futuro del banco

Ronan Le Moral, dimitido director general de Arkéa / © Elen Rius

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Es curioso como, en ocasiones, inversiones multimillonarias dependen, en gran medida, de la voluntad personal de una sola persona o, al menos, de la capacidad de influencia que esta tenga en un consejo de administración. Sin irnos muy lejos en el tiempo, todos recordamos cómo el fallecimiento de Andy Rihs supuso, en última instancia, la desaparición del BMC. La presencia en el ciclismo a modo de patrocinador principal de su conglomerado de empresas era un capricho del magnate suizo que no compartían los que iban a ser sus herederos y aquello dejó a Jim Ochowicz con una mano delante y otra detrás.

El de Rihs es sólo uno ejemplo de los muchos que se conocen en la ya larga historia del ciclismo y un aviso a navegantes tras la dimisión, la pasada semana, de Ronan Le Moal como director general de Arkéa, la entidad bancaria que da nombre al proyecto en el que este año se ha embarcado Nairo Quintana.

Es de sobra conocido que Le Moal fue el gran valedor no sólo de la entrada de Arkéa en el ciclismo sino también de toda la operación que ha llevado al flamante ganador del Tour de La Provenza al equipo.

El desembarco del corredor colombiano en el Arkéa-Samsic, como antes lo fue, por ejemplo, el de Peter Sagan en el Bora-hansgrohe, no fue tanto un acto de fe del que fuera buque insignia del Movistar –que también– sino la punta del iceberg de una firme apuesta de Le Moal y su banco por el ciclismo. Algo que ahora, tal y como explica el diario francés Le Télégram podría estar en peligro.

Por ello, el rotativo galo se pregunta si tras la renuncia “por motivos personales” de Le Moal el equipo del Cóndor está en peligro. La respuesta, al menos la que dan desde la propia escuadra, es que no. Que el buen arranque de temporada justifica plenamente su apuesta y que la inversión, con los triunfos del propio Quintana y del renacido Bouhanni, hacen más que rentable la inversión del banco.

Pese a todo, la marcha de Le Moal no es más, según explican los medios franceses, que la sintomatología final de una dolencia mucho más grave: una profunda y grave crisis interna en la dirección de la entidad financiera. El mismo salto que ha dado el equipo en el mundo del ciclismo quiere emularlo, desde hace ya tiempo, su patrocinador. Arkéa quiere volar por su cuenta y escindirse de Crédit Mutuel, su matriz, desde hace ya algún tiempo en un proceso que, como todos los de este calibre, presenta una gran cantidad de aristas y que parece que se está complicando mucho más de lo que sus protagonistas esperaban en un principio.

De hecho, Crédit Mutuel logró, en octubre de 2019 –cuando la llegada de Quintana era el mayor secreto a voces del ciclismo–, retener el control del banco acudiendo a los tribunales y gracias a una sentencia favorable del Tribunal Superior de Justicia de la UE. A todo ello, pese a que desde el banco aseguran que su liquidez está fuera de toda duda y cifran su cartera de fondos propios en casi 8.000 millones de euros, la prensa económica gala mira con recelo la recapitalización de poco menos de 550 millones de euros que necesitó hace pocos meses para cerrar la vía de agua de su filial de seguros Suravenir.

Desde el equipo, ha sido Emanuel Hubert el que, en declaraciones a Le Télégram ha restado importancia a todos los movimientos que se están produciendo en la cúpula del banco bretón. “Tenemos un contrato firmado hasta 2023”, ha recordado Hubert. Además, el responsable de la escuadra resta importancia a la figura del ahora dimitido Le Moal. “Esta unión es voluntad de todo el grupo Arkéa, no sólo de Ronan Le Moal” y remata diciendo que el presidente de la entidad, Jean-Pierre Denis “también es un gran aficionado a la bicicleta. Por todo ello, no estoy nervioso”.

Pese a estar ya fuera del banco, Le Moal también se ha sumado a las voces que piden calma y asegura que el futuro de la relación entre Arkéa y el equipo de Quintana no está en peligro tras su marcha. En ese sentido, el ya exdirector general del banco explicaba que “el bonito triunfo de Bouhanni” durante la pasada edición del Tour de La Provenza no llegó porque “a mi me guste el ciclismo, sino porque pensamos que este deporte es la mejor manera de representar los valores de nuestro grupo”. Le Moal, ya fuera de Arkéa, lo tiene claro: “por supuesto que el equipo Arkéa-Samsic va a seguir en el pelotón”.

Si, como ya sucedió en el pasado, la relación de Arkéa con el equipo ciclista seguirá tras la marcha del gran valedor del acuerdo es algo que sólo el tiempo podrá responder. Por ahora, en cualquier caso, las dos grandes apuestas de este renovado proyecto, Nacer Bouhanni y Nairo Quintana, han dado sobrados motivos para que el banco vea con buenos ojos su inversión publicitaria. Los cuatro triunfos cosechados hasta el momento por el equipo se los reparten, a partes iguales, sus dos grandes figuras y de ellos sólo uno, la cuarta etapa del Saudi Tour, ha llegado fuera de las fronteras francesas, principal caladero de clientes del patrocinador.

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