El Armée de Terre fue uno de los equipos que más se dejó ver en la temporada 2017. Estuvo en mil batallas y ganó, entre sus veinte triunfos del año, la Tro-Bo Léon, el Tour de Finisterre, una etapa en Dunkerque, otra en Luxemburgo, otra en Valonia o también en la Ruta del Sur. No ha valido de mucho, por lo visto, porque su presencia ahora mismo en el pelotón internacional es una incógnita. Hay dudas en Francia porque es el ministerio de Defensa el que sustenta la estructura, y no parece que su mandamás, el ministro Florence Parly, esté por la labor.
Así lo recogen varios medios de comunicación franceses, que se hacen eco de la que va camino, de momento, de ser una noticia desagradable. De hecho, la estructura no ha presentado la documentación a la Ligue National Cyclism (LNC) antes del 1 de noviembre, con lo que se añade más incertidumbre sobre el equipo continental.
De hecho ya son varios los corredores que se han buscado su futuro, como Julien Loubet, ganador en Finisterre que ha fichado con el Euskadi Murias para el 2018.