Lo que dicta el manual, siempre que queda alguna posibilidad matemática de que el resultado final de una competición se vea alterado en el último minuto, es que el periodista comience diciendo aquello de que “está todo por decidir” o que los contrincantes se enfrentarán “con las espadas en todo lo alto”. Y, de alguna manera, la cita elite masculina de esta tarde en Middelkerke, última cita puntuable para el Superprestigio de ciclocross 2015/16 nos podría ofrecer esa posibilidad. Sven Nys, el Caníbal de Baal, mantiene todavía alguna muy remota opción sobre el triunfo final, aunque para ello Wout Van Aert, el gran dominador del invierno, debería de vivir su jornada más catastrófica.
Pero la cita de Middelkerke tiene algo más. Después de ella, quedarán algunas carreras menores y esa fiesta final en el Palacio de los Deportes de Amberes, pero nada más. Cuando Mr. Superprestige cruce la línea de meta esta misma tarde, todo habrá terminado. Caerá el telón para 18 años en lo más alto, 291 triunfos, dos mundiales, nueve nacionales, siete Copas del Mundo, trece Superprestigios y nueve BPost Banks (antes Gazet van Antwerpen). Se acabará eso y mucho más, claro, aunque de todo ello ya hablaremos en su debido momento.
Se termina hoy el concurso de Sven Nys, la leyenda viva del ciclismo que junto a Fabian Cancellara y, quizás, Tom Boonen, dejarán este 2016 una historia irrepetible detrás. Dejarán a los aficionados huérfanos. Con esa sensación de vacío que sólo los irrepetibles son capaces de provocar en estómagos ajenos.
Ya ha reconocido en más de una ocasión Nys que su mente ya está más fuera que dentro de los circuitos y lo cierto es que la ventaja de Van Aert se antoja insuperable, pero no es menos cierto que hay muchos, muchísimos aficionados tanto dentro como fuera de Bélgica que sueñan con ver una última gran fiesta. Con ver el 14º triunfo en la general de este trofeo a manos de Nys.
Hoy todo puede pasar. Los grandes nombres ya están pensando en otras cosas. Nys en su futuro al frente del Telenet-Fidea. Van Aert, en sus vacaciones. Van der Poel, en los Juegos Olímpicos de Río. Por ello, habrá que estar muy atento a lo que puedan hacer, como lo han hecho estas últimas dos semanas, los siempre mal llamados segundas espadas, que pescan en río revuelto. Lo único claro es que hoy, tras un atracón antológico, el Caníbal pide, por fin, el café.