No podemos decir que el ciclismo incumpla sistemáticamente sus propias reglas ya que en una reglamentación que ocupa varios centenares de hojas los artículos que se transgreden son realmente pocos… pero muy significativos.
El primero de ellos es un recién llegado, una de las novedades de la actual temporada, y que no fue necesario aplicar en Mallorca: la prohibición, bajo amenaza de expulsión de carrera, de aquellos ciclistas que rueden por aceras o carriles bici paralelos a la carretera, que es por donde deben transitar obligatoriamente para evitar sustos o atropellos a peatones… o para no falsear un resultado de una prueba.
El incumplimiento sistemático de la norma no ha tardado en llegar –en las clásicas belgas como pronosticaba Dani Sánchez- y con ello la protesta de algunos corredores afectados en la reciente Kuurne-Bruselas-Kuurne (como apuntamos en Ciclo 21). No coincido en la opinión de que se haya sentado un precedente, aunque la falta de unanimidad en el criterio arbitral puede estar en la picota desde este mismo momento, y más si hay fotografías tan delatoras como la de C&H o imágenes en vídeo.
Una segunda norma igual o más absurda ha salido a colación esta semana pasada con ocasión de los Mundiales de pista de Cali: la salida del keirin en la que los técnicos solo pueden sujetar al corredor, sin empujarle. Me consta –porque lo he vivido- que en España nuestros árbitros suelen ser bastantes estrictos en la aplicación de este artículo –porque, como concepto de base, las normas están para cumplirse-, pero este vídeo del Mundial demuestra que en el más alto nivel se incumple sistemáticamente, y sin necesidad de disimular el empujón, por la simple razón de que todo el mundo está opuesto al mismo… porque es absurdo, innecesario e inútil.
Y es que –como segundo concepto elemental- si una norma no tiene razón de ser, mejor eliminarla. Además, el tradicional empujón no otorga ninguna ventaja significativa. Y considerarlo peligroso, en una prueba como el keirin… no merece más comentarios.
Un tercer –y de momento último- ejemplo se refiere al artículo que prohíbe la participación en una prueba que no ha sido inscrita en un calendario nacional, continental o mundial, o que no es reconocido por una federación nacional, una confederación continental o la UCI, y a lo que ya me referí en este blog.
Pues bien, el máximo organismo ciclista mundial se daba cuenta de que es una norma de imposible cumplimiento, al menos con la genérica redacción actual, y tras posponer la aplicación del mismo el año pasado hasta la presente campaña, ha continuado con la ‘moratoria’ hasta el 2015, sin saber cómo aplicarla de una forma justa y eficaz.