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La útlma victoria de Gesink © GP Québec
No pintan bien las cosas para uno de los grandes jefes de filas del Belkin, el holandés Robert Gesink. En una rueda de prensa celebrada en la tarde de ayer, el corredor anunció que no tomará la salida en la Amstel Gold Race del próximo domingo tal y como estaba previsto y que suspende su actividad como ciclista por tiempo indefinido. El motivo para todo ello es un problema cardíaco que se traduce en fuertes y frecuentes arritmias.
El gran problema para ‘El Cóndor’ parece radicar en su incapacidad para lidiar con el estrés de las grandes citas. En carreras de segundo nivel, el escalador del Belkin no tiene problemas para mostrarse competitivo en otras latitudes, pero el extra de exigencia y de nervios que implican las grandes citas europeas, le llevan a estados realmente preocupantes que se han traducido, incluso, en ataques de pánico y en esas arritmias que le han llevado a tomar la decisión de pasar por el quirófano para intentar solucionar el problema.
Uno de los momentos álgidos en los que se manifestó este problema fue en el Campeonato de Holanda de 2011, cuando Gesink tuvo que abandonar presa de un ataque de ansiedad, algo que posteriormente se repitió en el Giro del pasado año, donde tras la cronoescalada sufrió un problema de arritmias agravado por hiperventilación. “En ese momento me asusté mucho. Tenía miedo de que pudiera volver a ocurrir. De que se agravara”, ha comentado el propio Gesink, que añadió que “por fortuna los médicos me han dicho que no es algo peligroso”.
A pesar de habérsele implantado un chip en el corazón, los problemas han vuelto a aparecer esta temporada. Después de corredor sin problemas en Australia y Omán, donde finalizó 6º y 5º en las respectivas generales; no ha conseguido acabar ninguna de las dos citas europeas en las que ha tomado la salida: Tirreno-Adriático y Vuelta al País Vasco.
Como suele ocurrir en estos casos, los deseos del deportista por reaparecer lo más pronto posible chocan frontalmente con la previsión de los galenos, que dudan que el holandés pueda volver a competir este año. El propio Gesink reconoce haber llegado a un punto límite en la pasada Vuelta al País Vasco. “Tras los problemas del pasado Giro de Italia he hecho de todo para intentar solucionar el problema sin pasar por el quirófano, pero también hablé con mi familia y acordamos que si volvían a aparecer me dejaría ayudar”. Tras su retirada en la quinta etapa de la carrera vasca “tenía motivos suficientes para darme cuenta de que ese momento había llegado. Ahora mismo no puedo hacer muchos planes de futuro. Creo que el Tour de Francia será un poco pronto para reaparecer. Ahora viene un largo periodo de recuperación”, sin duda, un duro varapalo para el que tenía que ser, junto a Bauke Mollema, el jefe de filas de Belkin en la carrera francesa.
