Desde que en 1993 el mismísimo diablo decidiera tomarse unos días de asueto en pleno mes de julio y pasearse por las carreteras francesas, nunca había faltado a su cita con el Tour de Francia. Sumando todas y cada una de las personas que se han apostado en las cunetas francesas (y los países que la Grande Boucle ha visitado durante estas 21 ediciones), son millones las almas que han animado a los corredores, pero, sin duda, el más mediático, conocido y fotografiado de todos esos fanáticos ha sido Dieter ‘Didi’ Senft, un alemán de 62 años al que todos los aficionados conocemos más como ‘El Diablo’ y relacionamos con un llamativo disfraz rojo y negro, un tridente con puntas amarillas y sus estrambóticos e incalificables saltos junto a los corredores.
Han pasado 21 temporadas desde su debut y el tiempo y la edad, queda demostrado, pasa para todos. Tras tener que operarse hace dos temporadas y haber perdido su fuente de ingresos de patrocinio tras la decisión de la televisión alemana de no emitir el Tour de Francia, el diablo más simpático del deporte internacional ha decidido colgar el tridente. Ya no lo volveremos a ver en las cunetas.