La disputa de los Juegos Olímpicos como broche a una carrera deportiva es algo a lo que aspiran numerosos deportistas… pero que no todos consiguen Ayer nos encontrábamos con las declaraciones del director técnico de la FFC, Christophe Manin, que cortaba de raíz las escasas opciones de François Pervis, de 35 años, de estar con la selección gala en Tokio 2020 –de hecho lleva ya un año sin correr con la tricolor- y hoy es Ian Dyer, el responsable deportivo máximo de British Cycling, quien prácticamente le ha cerrado las puertas a Mark Cavendish en su deseo de disputar la madison olímpica el próximo mes de agosto, algo que, tras ser noveno en Pekín 2008, no pudo hacer ni en Londres 2012 ni en Rio 2016 ya que la americana no estuvo integrada en el programa de las dos últimas ediciones de los Juegos, aunque el británico fue plata en el último ómnium, detrás de Elia Viviani.
googletag.pubads().definePassback('/19136023/DFP-vid_RG_FP_PU07878_VI-NUNSYS-Ciclo21_WW_VI_RS-0.7', [1, 1]).display();
Cavendish, de 34 años, y triple campeón del mundo en esta disciplina, en Los Ángeles 2005 (con Robert Hayles), Manchester 2008 y Londres 2016 (ambas con Bradley Wiggins), ha disputado este año dos pruebas C2 como los Seis Días de Londres y de Gante, en los que ha rendido a alto nivel –segundo y cuarto-, lo que le ha espoleado a pedir esa oportunidad, aunque lo primero que ha salido a colación es la insuficiencia de puntos UCI, lo cual no es un argumento restrictivo.
Gracias a esos dos resultados, ‘Cav’ tiene 165 puntos, pero para estar en el Mundial necesitaría sumar otros 85 antes de la fecha tope –la Copa del Mundo de Milton, a finales de enero-. A la cita canadiense, la única Copa para la que aún está abierta la inscripción, no podría acudir ya que no tenía puntos suficientes al inicio de la campaña. Pero para poder correr el Mundial podría tener otras opciones para alcanzar los 250 puntos: quedar entre los diez primeros en un evento C1, o entre los dos mejores en un C2.
Sin embargo, para estar en Tokio, que es de lo que se trata, no tendría ningún problema de puntos: con sólo 10 -que ya tiene- es suficiente. En este caso, el principal obstáculo en las aspiraciones del de Isla de Man –algo que Dyer se ha encargado de recordar-, radica en la escasez de plazas olímpicas: sólo cinco fondistas. Si al Mundial podría acudir para disputar exclusivamente la madison –aunque no parece estar en los cálculos de Dyer a día de hoy-, en los Juegos Olímpicos se da por sentado que ese grupo de cinco estará integrado por los cuatro persecucionistas más un quinto hombre que, independientemente de que pueda ser el titular en el ómnium o en la madison, debe ser el reserva de la cuarteta, donde cada vez viene siendo más habitual que se dé descanso a algún corredor en las primeras rondas, o tener un suplente de garantías en caso de necesidad. Y Cavendish nunca ha disputado la persecución, ni está en condiciones de hacerlo ahora mismo, donde Gran Bretaña tiene un grupo de trabajo amplio y bien definido, aunque los resultados no sean todo lo fructíferos que desean.
La dupla británica para la madison no está ni mucho menos clara, con Ethan Hayter y Oliver Wood como la pareja más efectiva, bronce en el Europeo de 2018, segundos en la Copa del Mundo de Glasgow, y séptimos en el último Mundial, prueba en la que también han aparecido Mathew Walls, Mark Stewart o Fred Wright, siendo estos dos terceros la semana pasada en Hong Kong. Pero a día de hoy no se está sopesando ni mucho menos en British Cycling la alternativa de Cavendish para intentar luchar por esa medalla.