Tras más de un año de espera, ayer se hizo público el informe de la Comisión Independiente para la Reforma del Ciclismo (CIRC), una investigación que, a petición de la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha buceado, sobre todo, en el uso sistemático de sustancias prohibidas en el ciclismo durante los llamados años negros hasta nuestros días. El informe, de 228 páginas (puede encontrarse aquí) no es, tras una primera lectura, muy optimista. Su principal conclusión es que la cultura del dopaje todavía está presente en nuestro deporte. A esta conclusión llegan los miembros de la CIRC después de haberse entrevistado con un total de 174 personas entre las que figuran actores de todos los ámbitos del deporte: corredores en activo y retirados, directores deportivos, árbitros, expertos antidopaje, responsables de la UCI…
Una de las peores partes del informe se la lleva la UCI y, especialmente, sus dos anteriores presidentes, es decir, el holandés Hein Verbruggen –en el cargo entre 1991 y 2005– y el irlandés Pat McQuaid –máximo responsable del organismo entre 2005 y 2013–. El informe asegura que la UCI no sólo habría sido muy laxa en la implementación de sus propias medidas, sino que incluso podría haber mirado hacia otro lado con los tramposos. Según el CIRC, esta práctica habría encontrado su punto más evidente con todo lo relacionado en el affaire del americano Lance Armstrong.
“Ha habido un trato preferencial para Lance Armstrong” asegura un informe que, de manera contundente añade que existen “numerosos ejemplos que demuestran que los líderes de la UCI defendieron o protegieron a Lance Armstrong y tomaron decisiones porque estas resultaban favorables” para el americano. Y todo ello, según el informe, porque “la UCI veía en él a la persona adecuada para relanzar la imagen del ciclismo tras el escándalo del Tour de Francia de 1998” y que acabó siendo conocido como Caso Festina a pesar de que, como sabemos hoy en día, aquello tuvo ramificaciones mucho más allá del equipo francés.
Además de los motivos más ‘románticos’ por los que se veía a Lance Armstrong como la imagen perfecta para ese nuevo ciclismo limpio, existieron, según el informe de 228 páginas, otros más oscuros. “el americano abría un nuevo continente [América, N.d.A]” al ciclismo.
Aunque no niega las sospechas y los indicios en este sentido, el informe asegura que no puede asegurar que la UCI o sus presidentes aceptaran pagos por parte de Lance Armstrong para tapar algún positivo. Así, literalmente, el informe se hace eco de que “a pesar de las acusaciones de que Lance Armstrong diera positivo durante la Vuelta a Suiza de 2001 y pagó a la UCI para taparlo, los informes del laboratorio demuestran que no dio positivo durante la Vuelta a Suiza (a pesar de que tres de sus cinco muestras fueron calificadas como sospechosas de EPO)” y, a continuación, añade que “se realizó una donación de 25.000 dólares por parte de Lance Armstrong a la UCI para colaborar en la lucha contra el dopaje, pero fue pagada en Mayo de 2002 y no hay evidencia que vincule ambas circunstancias”.
También resultad demoledora la conclusión de la CIRC en relación a la “aplicación de las propias reglas de la UCI” en relación a las exenciones por usos terapéuticos de ciertas sustancias. En concreto, el informe hace referencia a “dos ejemplos claros como son los de Laurent Brochard (1997) [que dio positivo por corticoides tras vencer el Mundial, N.d.A.] y Lance Armstrong (1999) cuando a ambos corredores se les permitió presentar las recetas de forma posterior para evitar sanciones”. También ejemplifica esa laxitud en la aplicación de su propia normativa cuando critica la decisión de la UCI de permitir a Armstrong tomar parte en el Tour Down Under de 2009 “pese a no haber estado en el grupo de corredores que debían pasar tests en ese periodo de tiempo. A pesar de no existir evidencias de un acuerdo entre Pat McQuaid y Lance Armstrong, la información en posesión de esta Comisión evidencia que: (i) Pat McQuaid realizó un giro de 180º [en su política] y permitió a Lance Armstrong volver 13 días antes para poder participar en el Tour Down Under a pesar de la recomendación en sentido contrario del personal de la UCI y (ii) que hubo una relación temporal entre esta decisión, que se comunicó al personal de la UCI por la mañana y la decisión de Lance Armstrong, que se comunicó a McQuaid por la tarde, de participar en la Vuelta a Irlanda, una carrera organizada por personas conocidas por McQuaid”.
La CIRC es muy dura con McQuaid, pero todavía más con Verbruggen, al que acusan de preocuparse más por la imagen de la propia UCI hasta 2006, aunque posteriormente reconoce constantes mejoras y una creciente voluntad por abordar el tema del dopaje de raíz.
En este sentido, asegura el informe que el uso de sustancias dopantes se habría reducido respecto a los años 90 gracias a los controles sorpresa fuera de competición, el especial interés en corredores sospechosos, la introducción del pasaporte biológico y una mejor financiación de la lucha antidopaje. “Todas estas medidas han contribuido, según ha podido comprobar de forma creíble la CIRC, a cambiar el comportamiento de los corredores de elite de manera considerable”. Acto seguido, la CIRC vuelve a cargar contra la UCI al asegurar que “el motivo por el que el público en general no ha dado crédito a estos cambios positivos ha sido, probablemente, debido al dubitativo y pobra liderazgo de la UCI” que ejemplifica esta debilidad en las “disputas con otros actores, inefectividad del manejo de las situaciones de crisis (por ejemplo, el regreso de Lance Armstrong, las disputas jurisdiccionales con Alberto Contador o aceptar donaciones de Lance Armstrong), problemas generales de buen gobierno, relaciones muy cercanas entre los líderes de la UCI y corredores (en particular, con Lance Armstrong), obvios conflictos de intereses y una devastadora campaña electoral en 2013 han arruinado la credibilidad de la UCI a ojos del público, también respecto a la lucha contra el dopaje”.
La CICR, sin embargo, tiene una opinión distinta de la Administración Cookson y asegura que “la nueva dirección surgida en 2013 busca no repetir los errores del pasado: las relaciones con otros actores han mejorado significativamente y la influencia sobre la Cycling Anti Doping Foundation (CADF) ha desaparecido”.
Por otra parte as.com destaca que el informe arroja una novedad devastadora para el antidopaje español: según los testimonios recabados, el folio 67 señala que Eufemiano Fuentes todavía trabajaría en Sudamérica (explicado con una brevísima nota a pie de página), pese a los cuatro años de inhabilitación dictados tras el juicio de la Operación Puerto. “De acuerdo a un entrevistado, Fuentes está actualmente operando en Sudamérica”. La sentencia se conoció el 30 de abril de 2013. Casi dos años después, y sin que se hayan estudiado los recursos, conservaría parte de su lucrativo negocio. Tampoco le frenaron anteriormente la explosión de la Puerto, en 2006, ni la Galgo (2010).
Cookson: “He cumplido mi promesa electoral”
Las reacciones a la publicación del informe, como no podía ser de otra manera, no se han hecho esperar. Uno de los primeros en hacer público un comunicado ha sido el presidente de la UCI, Brian Cookson que, además de salir bastante bien parado de las conclusiones de la CIRC, ha hablado muy claro en el día de hoy.
“Muy pocos, si es que ha habido alguno, deportes se han mostrado tan abiertos hasta este nivel de escrutinio independiente y, mientras que el informe del CIRC es difícil de leer en relación al pasado para todos aquellos que amamos este deporte, creo que el ciclismo emergerá mejor y más fuerte del mismo”.
Cookson recuerda que este informe es fruto de que antes de ser elegido presidente de la UCI “hice una promesa por la que me comprometía a que durante mi presidencia sería una prioridad una comisión respetada y completamente independiente investigaría el pasado de la UCI y me siento orgulloso de haber cumplido esa promesa. Le hemos dado acceso a la CIRC a todos nuestros archivos, una copia de todos los datos electrónicos que existían cuando accedí a la presidencia y una cooperación completa por parte de nuestro personal. Desde el principio aseguré que la UCI publicaría el informe y sus conclusiones y eso es exactamente lo que hemos hecho”.
Brian Cookson no ha querido quitar hierro a ninguna de las conclusiones a las que ha llegado el informe de la CIRC y ha asegurado en su comunicado que “de la lectura del informe se concluye de manera evidente que en el pasado la UCI sufrió una falta de buen gobierno con personas que tomaban decisiones cruciales en solitario de las que muchas de ellas lastraron la lucha contra el dopaje, colocaron a la UCI en una posición de extraordinaria cercanía con algunos corredores y perdió mucho tiempo y recursos en enfrentamientos con otras organizaciones como la WADA y la USADA”. Cookson, además, añade que “los líderes de la UCI interfirieron en decisiones operativas en la lucha contra el dopaje y estos factores, además de otros muchos cubiertos en el informe, han servido para erosionar la imagen de la UCI y del deporte”.
Por todo lo expuesto en el informe de la CIRC, la UCI va a pedir a Hein Verbruggen que renuncie a su presidencia honorífica del organismo.
Travis T. Tygart: “Es evidente que McQuaid quiso tapar el positivo de Armstrong”
Otro responsable que no ha querido dejar pasar la oportunidad para “felicitar a Brian Cookson por su determinación” para que el informe de la CIRC viera la luz ha sido el CEO de la USADA, Travis T. Tygart, que ha hecho público un comunicado en el que ha aprovechado para cargar de forma furibunda contra Pat McQuaid, presidente de la UCI con quien la USADA mantuvo enormes confrontaciones a cuenta de Lance Armstrong.
“El informe revela que durante más de una década la UCI trató a los corredores y a los equipos de manera no equitativa, permitiendo a algunos de ellos estar por encima de las reglas”, asegura Tygart en su comunicado que añade que “lamentablemente, el informe ratifica que codicia, poder y lucro –y no la verdad– fueron la motivación de los líderes de la UCI y eso permitió que las eras de la EPO y el dopaje sanguíneo cabalgaran a sus anchas”.
Las palabras más duras de Tygart se reservan para los que fueran presidentes de la UCI, Pat McQuaid y Hein Verbruggen. Asegura el CEO de la USADA que “un impresionante ejemplo del engaño demostrado por la CIRC es que la UCI, bajo la dirección de Hein Verbruggen y Pat McQuaid, encargó una investigación supuestamente independiente de las muestras positivas de Armstrong del Tour de Francia. Según la CIRC, la UCI conspiró para que lo que se vendió al público como un informe independiente pudiera ser reescrito por el abogado y agente deportivo de Lance Armstrong con el fin de ocultar su dopaje”. Y lanza un aviso a navegantes asegurando que “la USADA trabajará junto a la nueva directiva de la UCI para obtener todas las evidencias de este sórdido incidente que permitan asegurar que todas las violaciones de las normativas antidopaje relacionadas con esta conducta sean investigadas y perseguidas”.
Lo más duro, sin embargo, llega de la mano de Tygart cuando asegura que “durante el proceso que mantuvo la USADA contra Lance Armstrong en 2012 y bajo la presidencia de Pat McQuaid, la UCI adoptó intencionadamente una posición incorrecta respecto de sus propias normas antidopaje con el objetivo de hacer descarrilar el caso de la USADA contra Armstrong. De nuevo, las acciones de McQuaid iban encaminadas a impedir que la verdad sobre el dopaje de Armstrong y la complicidad de la UCI fuera expuesta”.
McQuaid: “He cometido errores, pero no fui un corrupto”
Una de las personalidades que salen peor paradas del informe de la CIRC es el que fuera presidente de la UCI en el periodo inmediatamente anterior a Brian Cookson, el irlandés Pat McQuaid y, evidentemente, ha sido uno de los primeros en lanzar un comunicado en la mañana de hoy para intentar lavar su imagen.
Elegido presidente en 2006, McQuaid ha asegurado que “cuando accedió al cargo, uno de mis principales objetivos fue la lucha contra el dopaje. Todo el mundo lo sabe y todo el mundo sabe el trabajo que realicé en el campo de la lucha contra el dopaje. La UCI es ahora una de las federaciones internacionales líderes en la lucha contra el dopaje. Estoy orgulloso del legado que dejé en ese terreno”.
En una entrevista concedida a RTE, McQuaid asegura que “cometí errores” al frente de la UCI, aunque no especificó ninguno alegando que “no puedo decirte cuáles fueron ya que no me he parado a pensar en ello. Necesitaríamos [curioso aquí el uso del plural] mucho más tiempo”.
McQuaid se queda con una pequeña parte del informe ya que asegura que “lo más importante del informe para mi es que me exonera completamente de cualquier tipo de corrupción o complicidad con el dopaje. Nunca le hice ningún favor a ningún corredor. Yo introduje el pasaporte biológico”.
Verbruggen: “Nunca existió cobertura, complicidad o corrupción en el caso Armstrong”
El otro presidente de la UCI que sale muy mal parado de este informe de la CIRC es el holandés Hein Verbruggen al que Brian Cookson tiene previsto solicitar formalmente que renuncie a su presidencia honorífica del máximo organismo mundial. Ante las gravísimas acusaciones que hacia él se vierten en el informe, el holandés ha hecho público un comunicado en el que defiende su gestión.
“He estudiado el informe de la CIRC y estoy satisfecho de que confirme lo que siempre dije: que nunca existió ninguna cobertura, complicidad o corrupción en el caso de Lance Armstrong (o en ningún otro caso)” comienza ese comunicado escrito en primera persona del singular por Verbruggen que también dice que “las salvajes teorías de la conspiración y acusaciones han sido desmontadas de manera definitiva. Estoy satisfecho de que este informe confirme mi completa inocencia”.
Verbruggen califica de “baratas” las acusaciones del CIRC en relación a la laxitud de las normas antidopaje puestas en marcha durante su mandato ya que han sido juzgadas “por personas que cuentan con 25 años de retrospectiva”.
Verbruggen, que se hizo cargo de la presidencia de la UCI tras la muerte del español Luis Puig, defiende que “la CIRC no menciona que me hice cargo de la UCI en noviembre de 1991, cuando la UCI virtualmente no existía y no tenía ningún tipo de medios económicos. Esto suponía que toda la federación debía de ser construida desde cero, incluidas sus actividades contra el dopaje y, por lo tanto, la profesionalización de las labores antidopaje de la UCI sólo pudieron comenzar en 19922”.
Por todo ello, asegura que ese trabajo se comenzó con la tecnología y los medios disponibles en ese momento y que, por lo tanto, “que la CIRC califique los esfuerzos de poco adecuados es injusto”.
Verbruggen añade en su descargo que “volviendo la vista atrás y dadas las circunstancias, no podríamos haber hecho las cosas de manera muy diferente”. También asegura Verbruggen que “cuando la CIRC dice que estaba demasiado cerca de Armstrong cuando había fuertes razones para sospechar de él y que la UCI no logró realizar sus controles a pesar de las sospechas, está siendo bastante miope y unilateral en su condena. Deliberadamente omite mencionar que la AMA sólo le realizó tres test a Armstrong en 10 años y que la USADA lo hizo mucho peor que la UCI” en cuanto al trabajo de analizar las muestras de Armstrong.