El año 2014 ha sido, sin duda, una temporada para olvidar en el equipo Lotto. Los casi 20 triunfos del alemán André Greipel y la etapa de Tony Gallopin en el Tour de Francia suponen las grandes alegrías de un equipo que ha fracasado en los dos grandes frentes que tenía abiertos esta campaña: las clásicas y las grandes vueltas.
La actuación de Jürgen Van den Broeck ha sido decepcionante hasta el punto que tanto el equipo como el propio corredor buscan la manera de poner fin a su relación contractual antes de que venza el contrato que les une. Una vez más, el ciclismo belga sigue sin encontrar a ese vueltómano que les coloque de nuevo en el mapa de las grandes rondas por etapas.
Pero lo que más ha dolido en el seno del conjunto lotero ha sido la paupérrima primavera. Un equipo que tiene como patrocinador a la lotería belga debe de brillar especialmente en las carreras de casa y la época que transcurre entre el inicio de la temporada y el Giro de Italia es, para los belgas, la quintaesencia del ciclismo.
Los Lotto pasaron completamente desapercibidos durante esa época del año y los responsables del equipo ya están pensando en cómo solventar ese problema. Tuvieron mala suerte, cierto, con las caídas y tuvieron que acabar confiando en Stieg Broeckx, que es una apuesta de futuro, pero que a sus 24 años (y en la que será su segunda temporada entre la élite) todavía no puede llevar el peso de un equipo WT sobre los hombros.
Según publica en su edición de hoy el diario Het Nieuwsblad, las figuras del equipo correrán menos y prepararán sus grandes objetivos de una manera más específica. Así, ya se sabe que Jürgen Roelandts y André Greipel no correrán el Tour Down Under y, con casi toda seguridad, también se perderán las citas de Omán y Qatar. La intención es hacerles llegar a las clásicas belgas con las piernas más frescas.
Paul Van den Bosch aclara que “el equipo va a seguir la fórmula más extendida hoy en día: competir menos y preparar más a conciencia objetivos concretos y picos de forma en momentos determinados. Me fijo mucho en lo que hizo Sep Vanmarcke, que se fijó como objetivo el Circuito Het Nieuwsblad y sólo corrió la Vuelta al Algarve antes, mientras que Roelandts y Greipel ya andaban compitiendo desde enero en Australia, algo que Roelandts acabó pagando muy caro en abril. Podríamos llamarlo un programa a medida en el que no aparecerá ni un día de competición de más”.