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Juanpe terminando la dura etapa con final en los Lagos de Covadonga © Trek-Segafredo
Redacción / Ciclo 21
A mediados de abril la temporada de Juan Pedro López tuvo un brusco parón, que podría afectar a su próximo programa. En la Flecha Valona, el español sufrió una caída y se rompió el codo. Una fractura nada «fácil». Juanpe, sin embargo, se mostró sereno y tranquilo. «Unos días de reposo absoluto y luego empezaré a entrenar de nuevo. La Vuelta me espera«.
En junio, López retoma la competición y, tras un par de meses, recibe la confirmación de que correrá la ronda española. Llega a la salida en Burgos «con la ilusión de ganar una etapa» y con el papel de gregario de montaña clave para apoyar al líder del equipo, Ciccone.
Tras el repentino abandono de Giulio, al comienzo de la tercera semana, los planes cambiaron y Juanpe se convirtió en el mejor clasificado del equipo en la general. Tras 21 agotadoras etapas, el domingo 5 de septiembre, en Santiago de Compostela, terminó la carrera con un sólido 13º puesto en la general y tercero en la clasificación de jóvenes, por detrás de Gino Mäder y Egan Bernal.
El sevillano trabajando en la etapa de Picónn Blanco © Trek-Segafredo
«De uno a cien, estoy cansado de doscientos. Como todo el mundo, supongo. Ha sido una carrera muy dura, pero me ha dado una gran satisfacción», explica el ciclista de 24 años.
«Tenía una tarea muy concreta al principio: rodar junto a Ciccone y permanecer con él el mayor tiempo posible en las etapas de montaña. Tenía que aguantar, porque siempre pueden surgir imprevistos, y estar ahí para ayudarle. También era una especie de prueba de resistencia, algo bueno para ver hasta dónde podía aguantar. Día a día, todo iba bien para Giulio y para mí también. Terminé la segunda semana en el puesto 16 de la clasificación general».
«Entonces, ocurrió lo peor. En la 16ª etapa Ciccone se cayó y se vio obligado a retirarse. Los planes del equipo cambiaron inevitablemente porque Giulio era nuestro líder. Por la noche, los directores del equipo, Popovych y Rast, me dijeron: ‘estás en una buena posición en la general, no muy lejos de los mejores: mantener esta posición será nuestro objetivo como equipo'».
«Me encontré en una nueva dimensión que nunca había imaginado. Mi enfoque de la carrera tuvo que cambiar. Mis compañeros de equipo han sido fantásticos al apoyarme y no hacerme sentir bajo presión. Fue una nueva experiencia, una lección de liderazgo, empezando por las pequeñas cosas como, simplemente, avisar por radio cada vez que tenía que parar durante la carrera. Seguro que ha sido una experiencia clave, algo muy útil para mi futuro».
Juanpe López en la etapa reina de la Vuelta a España © Trek-Segafredo
La fuerza de este escalador puro no es algo nuevo. Ya en la categoría sub 23 Juanpe impresionó y el Trek-Segafredo decidió no dejarle marchar. Sin embargo, lo que todo el mundo puede ver ahora es la fuerza de su carácter.
«Han cambiado muchas cosas para mí en una semana. Cuando el equipo me dijo que era el nuevo líder, no sentí presión, sino una gran confianza», repite Juanpe. «Me dije: ‘si me dan esta responsabilidad es porque creen que puedo llegar a la meta. Ese fue mi planteamiento».
«La presión es un sentimiento que nunca he sufrido, ni siquiera cuando era joven. Siempre he corrido con un objetivo: dar mi cien por cien, terminar las carreras sabiendo que he hecho mi trabajo. Cuando me subo a la bici, saco todo lo que tengo. Pero nunca he hecho de la bicicleta mi única razón de ser. Siempre lo he equilibrado con lo que creo que realmente importa en la vida de una persona, que es la familia y la gente que te rodea. Creo que es un punto fuerte mío para liberar tensiones, gestionar las expectativas y las decepciones que inevitablemente surgen durante una carrera. Este enfoque me permitió formar una mentalidad fuerte, y ahora veo los beneficios».
López, en el acto de presentación de equipos en Burgos © Trek-Segafredo
«Para ser sincero, de todos modos, no pensaba que pudiera hacer esta actuación en la Vuelta. Fue una oportunidad que surgió por accidente y traté de aprovecharla al máximo. Me dejó mucha confianza. Fue un paso adelante en mi carrera, una experiencia muy útil para formarme como ciclista.
«Tendré que ver en el futuro dónde están mis límites. Acabo de renovar con el equipo hasta 2023; estoy muy contento de seguir creciendo aquí. Siento confianza a mi alrededor y lo mismo siento por los que me ayudan. Esta Vuelta me ha dado la confirmación de que tengo las características adecuadas, físicas y mentales, para mirar a las grandes vueltas como las carreras ideales en las que puedo rendir bien. Cómo de bien, no lo sé y ni siquiera tiene mucho sentido pensarlo ahora. Centrémonos en el siguiente paso. Espero que, habiendo subido las montañas de la Vuelta, el siguiente pueda ser el Giro de Italia, el sueño de todo escalador».
