El pequeño gran ciclismo

Podio de la prueba © IAM

Podio del Eurométropole © IAM

Ocurre a veces que esperas una carrera con el alma de un niño y la impaciencia de un adolescente, y que resulta que esa carrera en cuestión es un soberano ladrillo que no hay forma de tragar ni digerir. El Tour, para muestra.. Ocurre otras que pones la tele, llegas a Eurosport y ves el Eurométropole Tour, una carrera por los alrededores de Tournai, la ciudad que alberga una de las catedrales más grandes que jamás haya visto, que se disputa en condiciones dantescas de lluvia y sugerente frío otoñal y entre ciclistas que sin ser estrellas en muchos casos, Tom Boonen estaba en liza, sí tienen ganas de ofrecer buen ciclismo.

Ocurre que en esos escenarios realmente es divertido ver ciclismo, porque se corre como si no hubiera un mañana. Hablaba Eduardo Chozas de que parecía una carrera de juveniles, y a ciencia cierta que lo era. Grupos partidos, ciclistas a cuentagotas, todo en un terreno llano con largada rectas que invitan al tedio cualquier día del año, salvo cuando hay carrera.

Os recomiendo ver la llegada más increíble que posiblemente hayamos presenciado esta temporada. Y por increíble me refiero a bizarra, con tres escapados que a un kilómetro tenían medio minuto de ventaja que se esfuma porque se hacen un marcaje de pista, casi parados y se ven rebasados por el pelotón.

Artículo completo de Joan Seguidor aquí

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