Correr en verano, correr en invierno, sobre arena, asfalto o nieve, correr de día, de noche, en llano o en la montaña, correr algunos kilómetros o afrontar grandes desafíos extremos: las carreras se han puesto de moda y cada vez más gente realiza esta modalidad deportiva, y disfruta con ella.
Según la Dra. Nieves Palacios, especialista en nutrición y medicina deportiva, correr de forma habitual y con cierta intensidad implica un gran esfuerzo físico y una mayor demanda energética, por ello, una alimentación e hidratación adecuadas son fundamentales e influyen directamente tanto en el rendimiento del corredor como en su recuperación posterior. La doctora habla de una serie de alimentos que no pueden faltar en la dieta de los que practican esta disciplina, por lo que se pueden considerar funcionales para estos deportistas:
Alimentos ricos en hierro, para prevenir la disminución de este mineral en el organismo, que es muy frecuente en los corredores.
Alimentos ricos en antioxidantes, para combatir los radicales libres generados durante las sesiones de entrenamientos intensos y en las competiciones.
Alimentos con proteínas de alta calidad, cuyos requerimientos están aumentados en este tipo de disciplina deportiva.
Alimentos energéticos, que contribuyen a restituir las calorías gastadas durante el esfuerzo físico.
Alimentos ricos en vitaminas del grupo B y en minerales, necesarios para mantener y reparar el tejido muscular del corredor.
Bebidas energéticas que suministren los electrolitos perdidos por el sudor, sobre todo sodio, así como los hidratos de carbono gastados durante el ejercicio y agua para recuperar los niveles de hidratación.
Según la especialista, el pistacho “posee un perfil nutricional rico en sustancias antioxidantes, minerales, vitaminas, grasas insaturadas y proteínas vegetales de alta calidad, siendo un alimento que se puede considerar funcional para los corredores, ya que dentro de su dieta habitual, ofrece beneficios añadidos para la salud y puede mejorar el rendimiento”.
Puede consumirse tanto entre horas como en las comidas. “Podemos comer pistachos como aperitivo, antes o después de los entrenamientos, o bien como parte de un menú apropiado para la persona que va a hacer o ha hecho un gran esfuerzo físico”, finaliza la doctora.