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El primer centro social ciclista de la Comunidad de Madrid ha abierto sus puertas en Leganés este verano gracias a la Asociación Cíclope, que surgió en el municipio hace más de diez años y tiene una trayectoria importante en la promoción de la bicicleta como medio de transporte. Carlos es el que lleva un poco la voz cantante en esta casa de la bici, donde cualquier persona que necesite accesorios para su vehículo de dos ruedas, un taller, un lavadero o un lugar de descanso para tomar un café, «es bienvenida».
«Una de las cosas que nos caracteriza es que hemos trabajado mucho en programas educativos de movilidad sostenible, y una de las dificultades era que necesitábamos un lugar para la logística», explica Carlos. «Así surgió la idea de abrir un local para todos los ciclistas que estén de paso y necesiten un espacio para su actividad», añade.
Para financiar el proyecto, la asociación se presentó a varios premios nacionales, «con la suerte de que los ganamos», comenta Carlos. «Uno de ellos fue el de la Asociación de Educadores Ambientales de España, donde presentamos una iniciativa de movilidad escolar como manera de implantar los proyectos de este tipo en otros municipios», apunta. «En Leganés colaboramos con iniciativas para desarrollar los caminos escolares e iniciar un proceso participativo con las familias y cuerpos docentes para hacer el entorno de la escuela más amable y a partir de ahí, buscamos la autonomía de la infancia, para que niños desde 7 años puedan acercarse al colegio con sus propios medios», afirma. «Así, trabajamos la barrera que hay de escuela motorizada y hacemos ver a los chavales las consecuencias y cómo cambiar los hábitos en su casa», apunta.
«Cíclope no tiene muchos socios, pero todos han participado para hacer útil el local, aportando cosas recicladas, alicatando la ducha o poniendo el suelo nosotros mismos. Hay que dejar claro que, aunque seamos pocos, cualquier ciclista puede venir a hacer uso de la instalación«, recuerda. «En España hay poca cultura ciclista en general. Nuestro objetivo es enseñar a la gente que para promocionar la bici, no todo son infraestructuras. Es cuestión de educación, de restricciones de tráfico, que aunque no son medidas populares, son necesarias. Si a la gente no se le hace incómodo moverse en coche, nunca dejarán de cogerlo», concluye.
Fuente: gentedigital.es
