No lo dudéis, el Team Sky está corriendo ya el Tour de Francia, y el Giro, y las clásicas que se le resisten, y las grandes citas del próximo calendario, entre las que se inscriben los Juegos Olímpicos, donde, más allá del equipo, los británicos se jugarán la supremacía en los velódromos.
Sir Dave Brailsford, el alopécico manager del equipo que viste de negro, dice que quiere ganar las tres grandes de seguido. Desplazada la idea de dobletes con el mismo ciclista, y obviada la locura de Tinkov de ganar las tres con un corredor, ahora viene la versión 2.0 del grand slam de las tres grandes: ganarlas en el mismo equipo, una opción más saludable y plausible que no buscarlo todo o casi todo con el mismo ciclista, algo que en los tiempos que corren, de limpieza y ética, es muy complicado justificar.
Sea como fuere volvemos al mes de julio y a los momentos posteriores de la Pierre de Saint Martin, cuando, al margen de lo que movió o dejó de mover Chris Froome, sus gregarios le secundaron de cerca, tanto, que dejaron a otros líderes atrás. En esos instantes la alarma corría entre la parroquia ciclista, diciendo que no era normal lo de estos ingleses. Que había cosas raras, que iban con truco, sea con motores, sea con gasofa de la buena, que aquello no parecía ni medio normal.
Y aunque la razón asistía a tal incredulidad, no cupo duda que la clave de aquello estaba meses atrás cuando Brailsford fichó talonario en mano lo que quiso o lo que necesitó. Froome estuvo rodeado en el Tour por Thomas, Porte, Roche y Poels, ciclistas que por sí solos optarían a un top ten. En ese nueve Kiryienka era un sexto espada, hoy es campeón del mundo de contrarreloj con todas las estrellas en liza.
El Team Sky ya está corriendo el próximo Tour. El Team Sky ha cerrado su plantilla y lo hace con los fichajes de Mikel Landa, Beñat Intxausti, Michal Kwiatkowski y Danny Van Poppel, entre otros. Suelta a Porte, pero trae un ciclista como Landa que con mucho menos ruido ha llegado más lejos que el australiano en una grande. El Team Sky ya está en ruta, ha fichado lo que le ha parecido y a volar. Luego cuando en julio veáis dobletes y tripletes, recordad este ciclo, más oscuro y otoñal, si queréis, pero clave para la parte dura de cada campaña.