«Vamos a solicitar este año participar en el Tour de Francia 2019, sabiendo que es muy difícil». Partiendo de esa premisa, Jon Odriozola, mánager general de Euskadi-Murias, tiene el anhelo de que, seis años después de la última participación de Euskaltel, un nuevo equipo vasco represente el ciclismo vasco en la ronda francesa, y así lo expresó en la presentación de la próxima edición de la carrera del país vecino.
Los argumentos están claros: «Después de una gran temporada queremos dar este paso para que el siguiente sueño de este equipo se cumpla lo antes posible». En efecto, la temporada de Euskadi-Murias, con el espectacular triunfo de Óscar Rodríguez en La Vuelta, las generales de Edu Prades en el Tour de Noruega y el Tour de Turquía, y los triunfos parciales de Jon Aberasturi y Mikel Bizkarra en la Vuelta a Aragón y las cosechadas en Portugal por Cyril Barthe, Julen Irizar y Enrique Sanz ha superado las expectativas para un equipo recién llegado a la categoría profesional continental.
Más lejos ha ido Francis Lafargue, que sabe de sobra lo que es el Tour tras sus años en Reynolds y Banesto y actualmente ejerce como responsable de Relaciones Internacionales en la escuadra vizcaína: «Jean-Éttiene Amaury -presidente de ASO, empresa organizadora del Tour- nos ha dicho que necesita la vuelta de un equipo vasco. Nuestra afición es necesaria, sabe estar, comportarse. El año que viene va a ser complicado, pero creo que correremos el Tour a corto plazo», aseguró en el programa ‘Fuera de Juego’ de EITB.
La cuestión de la afición no es anecdótica. Tanto en la contrarreloj disputada en el País Vascofrancés –Ezpeleta– en el Tour como la etapa con final en el Balcón de Bizkaia en La Vuelta, el público vasco ha sido protagonista por cantidad y calidad y ha sido ejemplo de comportamiento y colorido al paso de la carrera.
Complicado… y más con la nueva normativa
Las posibilidades de que Euskadi-Murias participe en el próximo Tour de Francia no son ciertamente elevadas. Como en todas las grandes vueltas, la organización tiene más candidatos que plazas disponibles. De momento, para 2019 continuarán siendo cuatro, y tres de ellas parecen tener dueño, al menos en los tres últimos años. Cofidis es socio de ASO tanto para el Tour como para La Vuelta. Direct Energie ha incorporado a Niki Tersptra y en 2020 pretende dar el salto al World Tour. Por su parte, Fortuneo mantiene a Warren Barguil y ha fichado a Andre Greipel.
La cuarta plaza la ha ocupado los dos últimos años Wanty-Groupe Gobert, por delante de otras estructuras francesas como la Vital Concept de Bryan Coquard -y el año que viene también de Pierre Rolland– o Delko-Marseille. La escuadra belga ha liderado el ránking UCI Europa Tour y siempre ha sido combativa en la Grande Boucle.
Para complicarlo más, en 2020 las Grandes Vueltas deberán invitar a los dos mejores equipos del ránking y dispondrán únicamente de dos ‘wild cards’. En 2018 han sido Wanty y Cofidis, mientras que Euskadi-Murias ha ocupado el decimotercer lugar en el ránking europeo.
«Nuestro proyecto es de futuro con la ayuda de todos para llevar a Euskadi, a Murias y a todos nuestros patrocinadores a alcanzar nuevos retos y seguir convirtiendo los sueños en realidad. Hemos demostrado que es posible», añade Odriozola. Indudablemente, ya ha quedado demostrado que para este equipo no hay nada imposible.