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Contador, antes de salir © Tinkoff
La plantilla completa del Tinkoff Saxo -con Alberto Contador a la cabeza- ya está subiendo la montaña más alta de África, el Monte Kilimanjaro en Tanzania, como parte de la formación del equipo. Tanto el personal como los corredores se dieron cita en la base de la montaña y comenzaron el ascenso el sábado. «Ahora hemos completado el tercer día, la cumbre está a la vista y hemos llegado a Barranco, campamento a 4.000 metros después de haber escalado la torre de Lava a 4.600 metros el día de hoy. Vamos a llegar a la cumbre el miércoles a mediodía», relata el conjunto ruso.
El pasado viernes, todos los corredores y miembros del personal llegaron a la base del Kilimanjaro. Algunos sólo llevaban dos o tres horas de sueño antes de llegar a la entrada del parque nacional para iniciar el ascenso. «Era una mañana hermosa y prometedora. Cielo azul, sol y una visión clara del Kilimanjaro, pero de pronto las nubes se agolparon. Todo nuestro equipo fue víctima de una tormenta tropical y convirtió el registro de entrada del parque en el caos». El mal tiempo está convirtiendo poco a poco la concentración de este año en un campamento de supervivencia.
Un grupo de corredores tanzanos jóvenes y esperanzados, algunos de ellos desde el club ciclista local Arusha, habían oído que el Tinkoff-Saxo vendría al Kilimanjaro. Habían viajado toda la noche para llegar a la entrada, donde Tinkoff-Saxo comenzó la subida, para obtener ver en directo a Contador, Sagan, Kreuziger y todos los corredores del Tinkoff-Saxo.
Después de unas horas la lluvia paró y con la ropa en remojo y equipos mojados empezaron la subida. Los corredores mantenían un ritmo rápido para seguir el de los porteadores locales, mientras que la mayoría del personal fue a un ritmo más normal y moderado.
