La organización del Tour de Francia habría contactado ya con todas las poblaciones que forman parte del recorrido de su edición de 2020 para sondear la opción de retrasar su celebración cuatro semanas, es decir, para mover su Grand Départ al 16 de agosto.
Según informa Le Parisien este es el escenario en el que trabajan Christian Prudhomme y los suyos en el caso de que la Grande Boucle no pueda finalmente celebrarse en sus fechas previstas.
En este caso, el Tour de Francia terminaría el día 6 de septiembre, el mismo día en el que está previsto el inicio de la Vuelta a España, carrera también propiedad de ASO y cuyo director general, Javier Guillén, ya anunció en este mismo medio que estaría dispuesto a ayudar en todo lo que haga falta para que la ronda francesa pueda celebrarse.
El Tour de Francia quiere evitar a toda costa tener que celebrar su edición de 2020 a puerta cerrada y valora la opción de mover la carrera cuatro semanas para, a modo de desfile de la victoria, poder unir la carrera a la idea de la celebración de la victoria de la sociedad francesa sobre el coronavirus.