Sin aquella salida de Luxemburgo, Perico Delgado podría haber ganado su segundo Tour de Francia.
El Tour de 1989 se considera historia en mayúsculas del ciclismo, una epopeya de tres semanas por todo Francia que empezó con un plato fuerte, muy fuerte: la salida con retraso de Perico en Luxemburgo.
«Ha sido un despiste. Es una pena comenzar el Tour habiendo perdido absurdamente tanto tiempo. Ha sido culpa mía y de nadie más. Pero todavía quedan 22 días de carrera» dijo entonces.
José Miguel Echávarri, religiosamente salomónico, saldó el tema: «Ha sido en la primera contrarreloj. Peor hubiera sido que sucediera en la última. Creo que ahora todos hemos de darle ánimos«.
La cosa la narró muy bien Javier de Dalmases, en una de nuestras recurrentes visitas a la hemeroteca de El Mundo Deportivo, un tesoro al que nunca dejo de acudir. Estaba el periodista en la salida de Luxemburgo junto al mecánico del equipo Carlos Vidales…
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