Es complicado jugarse el dinero a Alberto Contador en este Tour que está a punto de abrir el telón. Por muchos motivos, no son pocas las cosas que parece tener en contra, bueno, a decir verdad, lo tiene todo en contra salvo su determinación e ilusión, esas dos cosas siguen intactas, al menos en apariencia, otra cosa será lo que pase de puertas hacia adentro.
Contador lo ha dejado todo por el Tour. Atención que se cumplen diez años de su primer triunfo aquí, en aquella embarullada edición que acabó con Michael Rasmussen haciendo las maletas, de amarillo, tras ganar en la cima del Aubisque.
Contador entró atropellado en la historia de la mejor carrera y desde entonces creo que ésta le ha ido minando la moral y la salud, año tras año, como una gota malaya, dejándole al límite en más de una ocasión. Para tomar conciencia del tremendo trecho que Contador ocupa en la historia de la “Grande Boucle” cabe repasar sus rivales: desde Rasmussen, pasando por Leipheimer, Evans, Andy y Frank Schleck y llegando a Froome, Nibali y Nairo.
También podríamos ver sus equipos, desde el Discovery a este Trek, en lo que no deja de ser una historia circular con estaciones en Astana, Saxo y Tinkov. Y es que en el equipo vemos una de las debilidades históricas del pinteño que ahora dice estar en el sitio perfecto, un Trek que se alinea a sus necesidades pero que, cabrá ver, si en el momento de la verdad está o no con su líder, como por ejemplo no estuvo el Tinkoff hace un año con él.
Apagado, siempre serio, carácter menguante, alejado, distante,… no sé yo hasta qué punto eso hace equipo y genera complicidad, sea como fuere el Contador de tiempos recientes precisa gente de confianza a su alrededor como en su día nunca imaginó necesitar. Caídas, toques, percances, cortes,… llamadlo como queráis, pero no sé si es la edad, el pelotón, los reflejos, la gente que le rodea, lo que es obvio es que este corredor está muy condicionado por todo ello, quizá como ningún otro opositor a ganar el Tour.
Tampoco juega la estadística muy a favor de Contador, que se mira en Gino Bartali para encontrar a alguien que ganara sus Tours de forma tan espaciada. El monacal ciclista de los treinta, cuarenta y cincuenta tuvo una guerra mundial por medio, y vagó diez años para recuperar el trono en el hexágono. Contador no gana el Tour desde hace ocho primaveras. No es poco tiempo.
Artículo completo en El Cuaderno de Joan Seguidor
Estoy de acuerdo con Joan, por lo visto en el último tours me parece q ni la ilusión le queda, ya q los comentarios q realiza después de cada etapa es lo q comentaría otro ciclista cualquiera.
No sabes ni de que hablas, dedícate a comentar porno.
Si no fuera por Contador veriamos etapas en peloton y atacarian en el.ultimo km.
Le tienen tanto miedo los rivales que no le dejan irse ni a 100 de meta, todos corriendo a la defensiva menos el.
Joan , no tengo he tenido el.disgusto de leer mas propaganda tuya pero te puedo decir una cosa solo con leer esta, no te gusta el ciclismo. Dedicate a comentar politica, en eso tendras futuro te lo aseguro
Joan tu opinión siempre sesgada, rayando en la ridiculez y en la mezquindad por el antiespañolismo que exudas por los cuatro costados, no importa a nadie.. das pena no .. lo siguiente.
.. Y lo sabes ;)
Menudo personaje estás hecho Joan con tus comentarios sobre EL GRANDE, es decir Contador, eres tan mediocre, bueno mediocre no, tan malo como periodista.. tan malo como la carne pescuezo. Yo si soy tu me dedicaba a otra cosa, en serio, esto de el ciclismo no es lo tuyo. Sin acritud tío.