La campaña ciclista de 2018 traerá importantes novedades. De algunas, como la reducción del número de corredores por carrera se ha hablado muchísimo, pero de otras, cuya importancia y conveniencia iremos comprobando en los próximos meses, apenas se ha comentado nada. Una de las que más desapercibidas ha pasado es la introducción del videoarbitraje (VAR) de forma experimental en el ciclismo.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha querido dar un paso al frente y aprovecharse de los avances tecnológicos para resolver, de forma inmediata, las acciones más polémicas que se puedan producir en carrera. Este primer año el VAR será utilizado en cuatro de los cinco Monumentos (Milán-San Remo, Vuelta a Flandes, París-Roubaix y Lieja-Bastoña-Lieja), las tres grandes vueltas y el mundial de Innsbruck y, en función del resultado que ofrezca, se extenderá a partir de 2019 a todas las carreras con cobertura televisiva.
Para este periodo de prueba la UCI ha designado a cuatro árbitros internacionales para esta función: un español, un italiano, un francés y un belga. Para ello ha querido contar con árbitros de los países en los que se organizan las carreras que contarán con el sistema en este periodo de prueba y, sobre todo, que hablen el idioma de la televisión que produce la señal de cada una de estas carreras que, en el caso de la Vuelta a España, es Televisión Española (TVE).
El punto de comparación evidente en estos momentos para entender cuál será la función del árbitro encargado del VAR en el ciclismo es, como no podía ser de otra manera, el fútbol. En el caso del ciclismo el árbitro encargado del VAR estará ubicado en el camión de producción de la señal televisiva de la carrera para garantizar su acceso a la mayor cantidad de ángulos posibles sobre la acción a estudiar.
Al contrario de lo que sucede en el fútbol, donde el árbitro encargado del VAR tiene una función meramente consejera hacia el árbitro principal, que es quien tiene la capacidad de decisión; en ciclismo la opinión del árbitro al cargo del VAR tendrá un peso mayor a la hora de la toma de decisiones por parte del jurado cuyo funcionamiento, que ya explicamos este verano a raíz de la expulsión de Peter Sagan del Tour de Francia, no variará de forma sustancial.
En este caso, los jurados los conformarán tres árbitros internacionales más el del VAR en las clásicas y cuatro más el del VAR en las grandes vueltas. Aquí es donde llegará la gran diferencia en cuanto al modo de trabajo de los jurados ciclistas ya que en caso de tener que recurrir a una votación, sobre todo en laslas clásicas, donde el jurado es par, en caso de empate el voto de calidad deja de ser el del presidente del jurado para pasar a ser el del encargado del VAR.
El funcionamiento del VAR en el ciclismo será también distinto al del caso del balompié. Al estar incrustado en el camión de producción de la señal, el videoárbitro podrá detectar cualquier indicio de infracción captado por una cámara (incluso por aquellas que no estén pinchadas en emisión en ese momento). Si así fuese, podrá revisar las imágenes e informar de la infracción al presidente del jurado que, en base a la gravedad y claridad de la misma, podrá, incluso, sancionar al corredor infractor de manera inmediata o dejar la sanción en suspenso para una posterior deliberación con el resto de los miembros del jurado de la carrera.
Rafael Coca: “Tenemos que aprovechar lo bueno de la tecnología”
Ciclo 21 ha querido conocer la opinión que la introducción del VAR despierta en el estamento arbitral y para ello hemos hablado con Rafael Coca, presidente del Comité de Árbitros de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC). El máximo responsable del estamento arbitral español confirmó a este medio que el comisario español elegido para desempeñar la labor de videoárbitro en la Vuelta a España, única prueba española que contará con este sistema en 2018, será Vicente Tortajada.
Coca ha querido ser cauto en cuanto al análisis de lo que supondrá la llegada del mal llamado VAR ya que ni tan siquiera los cuatro jueces que desempeñarán esa labor han sido plenamente informados del sistema. Tal y como explica Coca, “todos los años, bien a finales de diciembre o principios de enero, el pool de comisarios World Tour es citado a la sede de la UCI para una reunión en la que se abordan distintos aspectos de la labor arbitral. Este año, tras la elección del nuevo presidente de la UCI, se ha elegido una nueva presidenta de la Comisión de Comisarios de la UCI y, por lo tanto, esa reunión se producirá con un poco de retraso. Será en el mes de enero y será allí donde se dará más información sobre el nuevo sistema, su funcionamiento y, sobre todo, se establecerá una uniformidad a la hora de actuar”.
El máximo responsable de los comisarios españoles no ve con malos ojos la llegada de este nuevo sistema que este año, como ya hemos dicho, tendrá carácter experimental. “La idea está ahí y la van a llevar a cabo”, explica, pero alerta que “puede haber muchas preguntas respecto al funcionamiento en carrera” y todas ellas deberán quedar explicadas “en esa reunión prevista para los primeros días de enero en Suiza.
Tratando de ser lo más claro posible para que todos los aficionados se puedan crear una imagen mental del VAR y su ámbito de aplicación, Coca piensa que “lo más sencillo y lo que a todos nos viene a la cabeza es compararlo con el sistema del fútbol”. Si nos ceñimos al caso del ciclismo, Coca considera que los mejores ejemplos recientes para justificar su aplicación nos los han dado dos de las pruebas más importantes de 2017. “Cuando se habla del vídeo arbitral nos viene a la mente el caso de Sagan en el Tour de Francia o el caso de Moscon en el mundial”.
Con esos precedentes bien frescos en la memoria, avisa que “en mi opinión personal, donde menos aplicación puede tener, si hablamos de esos dos ejemplos, es para casos como el de Sagan”. Para justificar esa opinión Coca explica que “en las carreras siempre hay un árbitro que va por delante de la carrera. Cuando vamos a una prueba donde hay producción de televisión, al llegar a unos determinados kilómetros de la línea de meta, una distancia que puede variar dependiendo de la carrera, ese árbitro que va por delante se puede decir que deja de tener importancia porque no puede estar cerca de cabeza y suele irse a meta para, precisamente, ver las imágenes desde el camión de televisión. También en la torreta de cronometraje tenemos una tele y en ocasiones vemos el final desde allí”.
Coca añade que “en un tema como el de Sagan la decisión no tiene porqué ser inmediata” y, por ello, abunda en que “yo diferencio el caso de Sagan con el que se ha dado con Moscon en el mundial o con el que protagonizó Nibali en la Vuelta a España hace un par de años por agarrarse al coche”.
Es “en esos incidentes que se ven durante la etapa donde encuentro que el VAR puede ser bueno y útil”. Sobre todo, según su opinión, porque “el árbitro puede tomar una decisión sobre las imágenes que se vean claras y hacerlo en el momento”. Como la mejor manera de entender estas novedades siempre es mediante el ejemplo práctico, Coca recuerda que en el mundial de Bergen “Moscon entró en el pelotón de forma irregular y luego estuvo escapado junto a Alaphilippe. Imagínate que gana el mundial y luego le tienes que expulsar por lo que hizo”.
Pese a ello, el mayor problema no es expulsar al vencedor de un mundial o de cualquier carrera. En el caso de Moscon –si jugamos al ciclismo ficción e imaginamos que su fuga con el francés de Quick Step Floors tiene éxito– lo más grave es la adulteración del resultado que se produzca pase lo que pase en el sprint a dos ya que se podría considerar que Alaphilippe se habría aprovechado del trabajo conjunto con un corredor que no debería estar en carrera. “Lo más grave es la adulteración del resultado en general”, coincide Coca, “porque, por un lado, gana un corredor que legalmente no tiene que ganar y luego, porque el segundo puede haberse aprovechado del trabajo de uno que no tenía que estar ahí”.
Por todo ello, considera que “como todas las novedades y evoluciones, el VAR puede tener puntos positivos y negativos. Para mí, los positivos son que evitas adulteraciones en los resultados y los negativos son que, de alguna manera, se puede estar perdiendo un poco la esencia del deporte o del arbitraje. Nuestra labor es seguir la carrera, ir bien colocados, tratar de ver las cosas… ver un árbitro en un camión de televisión puede hacer que se pierda la esencia. Pero vivimos en el siglo XXI y debemos ser capaces de aprovecharnos y usar todo lo bueno que nos ofrece la tecnología”.
Abrir la puerta a que un videoárbitro pueda tomar la irreparable decisión de expulsar a un corredor de carrera en plena etapa puede generar cierto debate ya que podría dejar al deportista indefenso dada la imposibilidad de recurso. Además de comparar esa decisión, de nuevo, “con el fútbol, donde hemos visto a árbitros pitar un penalti o una tarjeta roja en una final”, Coca asegura que “para que un árbitro tome la decisión de expulsar a un corredor de carrera, tiene que ser algo muy claro. Para hacerlo tenemos que estar cien por cien seguros de que es la decisión justa”.
Con amplia experiencia en carrera, el presidente de los árbitros españoles explica que “yo, cuando he expulsado a un corredor, es porque he estado completamente seguro de que era la decisión correcta”. Además, considera que el VAR no va a servir para aumentar de forma indiscriminada las sanciones, sino que, bien al contrario, redundará en beneficio de los propios ciclistas ya que “ahora, con el videoárbitro, el comisario encargado de ello no va a tomar la decisión de expulsar a un ciclista viendo sólo una vez la imagen, sino que podrá ver distintos ángulos las veces que haga falta. No me cabe duda que si se toma de forma inmediata una decisión irreparable será porque están muy seguros de que no hay otra opción”.