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Su mediático error en California
Eloy Teruel (El Raal, 1982) se ha convertido por derecho en uno de los referentes de las pruebas de fondo del velódromo, no ya a nivel nacional, sino en todo el mundo. El murciano ha aprendido a convivir con un estatus que multiplica la dificultad de sus logros, ya que la vigilancia a la que le someten sus principales rivales complica el éxito en unos campeonatos donde todos conocen la rueda a seguir en cada movimiento.
A pesar del control, Teruel ha continuado sumando medallas en los principales eventos en donde ha participado. La prueba de puntuación comprime en poco menos de una hora; fuerza, habilidad e inteligencia, tres factores con los que el pistard del pequeño pero ruidoso enclave de El Raal se ha colgado tres preseas en dos Mundiales y un Europeo en poco más de un año: plata y bronce mundialista y bronce europeo.
Pero no sólo de la pista vive el ciclista, y mucho menos en España. Eloy ha sabido compaginar la carretera con el velódromo a lo largo de toda su carrera, tanto cuando los equipos profesionales de ruta han apostado por su calidad, como cuando se vio obligado a competir con formaciones amateur para no perder forma y musculatura durante los meses de primavera y verano.
Su buena temporada en Movistar Team no le valío una renovación que hubiese premiado su año de debut en el calendario World Tour. Esa puerta cerrada le llevó a Estados Unidos, al Jamis-Hagens Berman, un conjunto diferente, dirigido por argentinos, con muy buen cartel en el circuito americano.
En los primeros meses en la formación de Sebastián Alexandre, donde coincide con viejos conocidos del pelotón español, como el cubano Luis Romero Amarán o el costarricense Gregory Brenes, ya ha dejado su sello en una prueba del nivel del Tour de California, donde Eloy brilló en la crono individual y más tarde fue protagonista por una de esas situaciones que de vez en cuando ocurren en este deporte. Ahora prepara su viaje a Canadá, antes de participar en los Campeonatos de España, donde buscará sorprender a favoritos en la prueba contra el crono.
Una trayectoría que premiará este jueves tanto el Ayuntamiento de Murcia como la Cadena Cope, en una gala donde el ciclista de la disciplina olvidada recibirá su homenaje como uno de los grandes deportistas murcianos de 2013.
-Eloy, ¿qué significa que tu propia ciudad reconozca tu trayectoria deportiva después de tantos años dando pedales?
-Es un orgullo que me den un premio en mi ciudad. Aunque es cierto que estos años atrás no he tenido el reconocimiento que creo mi carrera se ha merecido, es de agradecer recibir un galardón así, más aquí en mi ciudad.
-En Cali fuiste bronce en una carrera dominada por el ciclista local. Llegabas al poco de recuperarte de una lesión. ¿Crees que podrías haber aspirado a más en ese Mundial?
-Sí. A falta de 15 vueltas era Campeón del Mundo. Tenia el hándicap de la mano, lo que me hizo llegar corto de preparación. Sin embargo, no es excusa. Logré un bronce del que estoy satisfecho.
-¿Notas que cada vez te controlan más tus principales rivales? ¿De qué forma dificulta tu estrategia en carrera?
-Influye en que no tienes el punto a favor de la sorpresa. La suerte con la que puede contar alguien a quien no se conozca y que tenga mayor margen de maniobra. Me siento más controlado pero también conozco mejor a mis rivales. Tampoco son excusas. Para estar delante hay que demostrar ser el mejor siempre.
-Seguro que es la pregunta que más veces te han formulado durante tu carrera. ¿Qué tal se lleva compaginar dos disciplinas tan distintas como la ruta y la pista?
-Yo lo llevo bien. El problema estriba en que el equipo de carretera respete mi calendario, en que sean conscientes de que tienes que hacer descansos para combinar un programa con carretera y pista. Lo veo compatible.
-¿Crees que en otros países se valora mucho más a los grandes pistards?
-Por supuesto. En España los pistards estamos abandonados por los equipos profesionales. Por costumbre, no se fijan en en este tipo de corredor. Al contrario, aquí parece que si haces pista no vales para carretera. Mira, por poner varios ejemplos, Orica o Cannondale, donde está Viviani, con el que coincido en casi todos los campeonatos. Equipos donde siempre se valora a los pistards. En España es distinto.
-Dejando a un lado la pista, en California cumpliste con nota con una de las mejores cronos de tu carrera, en tiempos de figuras mundiales como Tylor Phinney. Buenas sensaciones, imagino.
-Sí. Era uno de los grandes objetivos del año. La crono salió bastante bien, finalizando cuarto por detrás de sólo tres grandes figuras mundiales. Los tres que me ganaron fueron Bradley Wiggins, Rohan Dennis, que va a ser un crack, y Taylor Phinney. Corredores que todos conocen. Muy contento de aquel día.
-En California también fuiste noticia por un incidente de esos que a veces os ocurren a los ciclistas… (Eloy levantó los brazos a falta de una vuelta creyendo que la carrera finalizaba al paso por meta)
-A los estadounidenses estas cosas les divierten mucho. Hicieron vídeos y los colgaron en Youtube. Al día siguiente, un montón de gente me esperaba en el autobús antes de la salida para tomarse una foto conmigo.
-Ahora, después de un par de carreras en Norteamérica, viene uno de tus grandes objetivos de la temporada: el Nacional contra el crono. ¿Te ves con opciones de ganarlo?
-Es díficil. Opciones siempres tienes. Cuando tomas la salida en una carrera siempre participas con la mente puesta en ganar pero hay que ser realista. Espero estar en el podio. Luis León y Castroviejo parecen los grandes favoritos. Además, siempre puede salir alguien con el que no se cuenta, como Ion Izagirre o Jesús Herrada.
-¿Sería un sueño representar a España en el Mundial de Ponferrada en la crono individual?
-¡Sí hombre! Sería algo muy bonito, sobre todo porque significaría representar a España en un Mundial que además se disputa en tu país. Sería enorme.
Entrevista de Andrés Cánovas. @andrescanovas
