Redacción / Ciclo 21
Urška Žigart ha concedido una entrevista en Biciescapa podcast, donde ha revelado el método de entrenamiento que sigue junto con su pareja, el campeón del Tour de Francia, Tadej Pogačar.. «Es complicado que seamos el mismo tipo de corredor. Si yo no fuera una escaladora, no habría ninguna opción de que fuéramos a entrenar juntos. Una vez sales de casa en Mónaco, desde la puerta ya tienes que subir. Es escalar inmediatamente. Pero desde luego que ayuda que seamos el mismo tipo de corredor», ha explicado la ciclista eslovena del equipo BikeExchange.
Žigart, de 25 años, comenzó en el ciclismo hace relativamente poco, al alcanzar la mayoría de edad. «Empecé hace poco, cuando tenía 17-18 años. Así que ya comencé inmediatamente a competir en la categoría élite. Es verdad, tuvimos algunos Campeonatos de Europa en sub 23, así que más o menos tuve una ventaja. No fue el comienzo más fácil porque no sabía nada de ciclismo, solo sabía cómo ir en bicicleta. Y luego llegué a mi primer viaje en grupo con un equipo. Eso fue un poco aterrador. Y justo después, comencé a correr. No sabía nada cuando me soltaron. Al final me detuve porque no sabía que se podía correr más. Pensé que cuando estás fuera del grupo, ya está. Fueron unos años difíciles de aprendizaje. Diría, creo, que dos o tres. Solo sobrevivía en la parte trasera del grupo, como 20 minutos atrás. Creo que en los últimos años me estoy acercando, así que estoy progresando mucho», ha comentado.
Ahora, sin embargo, está mucho más curtida en el Team BikeExchange-Jayco. Con el equipo australiano consiguió en mayo del año pasado su primera victoria como profesional. Fue la cuarta etapa de la Volta a la Comunitat Valenciana. «Fue especial, cruzar la línea de meta con la piel de gallina. Fue un sentimiento especial. Solo tengo buenos recuerdos, porque allí teníamos un gran equipo, un gran personal. Toda la experiencia fue tan… que creo que no querría cambiar nada al respecto. Sí, tuve algunos días difíciles desde el comienzo de la Valenciana y luego en la última etapa finalmente obtuve buenas vibraciones y estaba muy feliz de que fuera como fue», ha recordado.
Sin embargo, pese a que hayan llegado sus primeras alegrías como profesional, Žigart aún se ve lejos de ganar una gran prueba. «No me gustaría apuntar demasiado alto, pero conozco mi potencial. Sería increíble ganar algunas de las carreras más importantes, pero todavía tengo mucho trabajo por hacer para estar allí. Aunque siento que voy en la dirección correcta. Así que si algún día puedo ganar… Por ejemplo, ahora tendremos el primer Tour de Francia para mujeres este año. Así que creo que para todo el mundo es un sueño ganar una etapa allí, no sé si incluso el maillot amarillo. Pero hay muchas cosas antes de que esto suceda», ha admitido.
En este sentido, la eslovena tampoco quiere encasillarse en ningún estilo de corredora. «No diría que rindo mejor en las carreras de un día, pero compito bien cuando es especialmente duro para todo el mundo. Y sí, la mayoría de las veces sucede en montañas altas y grandes escaladas. El ciclismo femenino está desarrollándose muy rápido en el último año, así que espero ver más de esto, y espero que en el futuro pueda demostrarlo», ha deseado.
Žigart tampoco se ve todavía como líder de un equipo, aunque no quiere cerrarse puertas en cuanto a objetivos esta temporada. «No soy realmente una líder en el equipo, pero si pudiera tener la oportunidad de repetir, al menos una victoria, sería genial. Ese sería el resultado perfecto. Pero seré completamente feliz con ayudar a mi equipo a obtener algunas victorias merecidas, porque somos muy fuertes este año. Eso sí, nos falta un poco de suerte. Un poco de ese broche de oro en los últimos instantes de la carrera. Así que sí, sería feliz si pudiera estar en mi mejor forma y ayudar al equipo, ya sea para mí o para alguien más», ha afirmado.
La ciclista eslovena también se ha mojado respecto a la cantidad de grandes ciclistas que ha producido su país en los últimos años. «Sé que la generación de ahora es una de las mejores generaciones en la historia de Eslovenia, pero incluso antes de eso, tuvimos a Hauptman entre los cinco primeros en los campeonatos mundiales y los Juegos Olímpicos. No es que no fuéramos buenos, pero quizá una vez vimos que Roglic empezó a ganar, la gente empezó a creérselo y pensó: «oh, yo también puedo hacer esto». Ellos, siendo grandes talentos, han comenzado a ganar ahora y todo depende de la mentalidad. «Si él puede hacerlo, ¿por qué yo no?» No es que tengas que ser belga para ganar una carrera. No importa. Si tienes las mismas cosas para trabajar, el mismo material, los mismos entrenadores… ¿por qué no?», ha analizado.
Žigart es la compañera sentimental del máximo exponente de esta nueva hornada del ciclismo esloveno, Tadej Pogačar. Sobre él, destaca que es «muy fuerte» física y mentalmente. «Evidentemente su genética es perfecta. Y luego, si no pierde la alegría y machaca las carreras, creo que es bueno», ha detallado.
En este sentido, la eslovena ha contado cómo viven los éxitos el uno del otro. «Ambos nos ponemos incluso más nerviosos por las carreras del otro que por la nuestra. Creo que porque somos los mayores admiradores el uno del otro, entonces realmente quieres saber de qué es capaz el otro y solo deseas que todo vaya bien para nosotros, ¿sabes? Tener un buen día, seguir los movimientos correctos para hacerlo lo mejor posible…», ha desvelado.
El futuro de Žigart y Pogačar en el ciclismo irá ligado. Sus proyectos de vida personales tendrán mucho peso a la hora de saber cuándo dejar el profesionalismo. «Ir en bicicleta es solo una parte de una parte de la vida, no solo el después, sino también el ahora. Vas en bicicleta, está bien. Pero luego, por la tarde te olvidas un poco y no te estresas por ello. Por supuesto, esas cosas son realmente importantes para el mundo de la bicicleta. Y sí, lo discutiremos. A mí no me gustaría estar en el deporte por mucho tiempo. Y yo soy mayor que Tadej. Así que cuando decidamos comenzar a planificar para la familia, entonces probablemente seré yo quien tenga que colgar la bicicleta en la pared. Ya veremos», ha sentenciado.