Eolo: Fran Contador explica el cambio de licencia a Italia

Fran Contador © Eolo

Desde hace unos días el el equipo Eolo-Kometa -que deja de ser español para convertirse en italiano- ya tiene su primera plantilla ProTeam cerrada y el mánager general de la estructura Francisco Javier Contador (Madrid, 1979) hace un pequeño balance de las evoluciones del proyecto tras estas intensas semanas de anuncios y confirmaciones.

-Con las llegadas de Lorenzo Fortunato, Francesco Gavazzi y Luka Wackermann el plantel 2021 está completo. ¿Satisfechos?

-¡Mucho! Ha sido un trabajo intenso. Primero, antes de esta espiral de fichajes, para darle forma al proyecto desde el punto de vista de los patrocinadores y los apoyos. Pero ya trabajábamos sobre unas líneas maestras y teníamos una idea muy clara a la hora de confeccionar el equipo. Es cierto que una cosa es el planteamiento y otra bien diferente es su ejecución. Afortunadamente hemos podido firmar todos los corredores que queríamos traer. Ha sido muy agradable encontrar una respuesta afirmativa tan inmediata entre los corredores, sobre todo porque somos unos recién llegados a la categoría. Pero el trabajo hecho estos tres años también se ha notado en el sentido de que se nos ha tenido en consideración. Que somos una realidad, vamos.

-¿Algún pero?, ¿algo que se haya quedado en el tintero?

-No, realmente no. En estas semanas se ha especulado con algunos nombres que realmente no tenemos ni idea por qué, puesto que no han estado encima de la mesa nunca. El proyecto ha entrado en el juego del mercado de fichajes, pero no de forma intencionada. Nos venía dado. Como si te etiquetan en una red social y no sabes por qué. De cara a esta primera temporada queríamos arrancar con una plantilla de veinte corredores. En este sentido, si hubiera sido posible, sí nos hubiera gustado poder contar con algún ciclista más o incluso promocionar algún ciclista más desde la estructura sub-23, no sólo Arturo Grávalos. Pero este es un proyecto de largo recorrido y ya habrá oportunidades más adelante.

-De cara a esta primera aventura continental gana mucho peso lo italiano…

-Era un peso inevitable. Siempre hemos sido muy claros al respecto, tanto con el cambio de nacionalidad en la licencia como la necesidad de tener un calendario muy italiano, pero no exclusivamente italiano, por la propia naturaleza de nuestros patrocinadores y de sus intereses comerciales. Nos debemos a nuestros patrocinadores, el que cree en el proyecto y confía en él también tiene capacidad de decisión.  Pero más allá de eso, tampoco me gusta hablar de un proyecto de aquí, de allí o de más allá. Al final, en la élite, existen los proyectos dentro de un deporte global, un deporte con una vocación cada vez más universal. Hemos tenido licencia española durante tres años, ahora vamos a tenerla italiana y llegado el caso se podría tener, en Suiza, en Hungría, en Andorra…

¿De ahí la política de refuerzos? Al final se incorporan diez ciclistas italianos…

-La lectura, desde mi punto de vista, no debe ser únicamente esa. Se han firmado diez ciclistas italianos, algunos muy interesantes por su veteranía y su experiencia, otros por su juventud y otros por lo que pueden crecer aún y que hasta ahora por las circunstancias no lo habían permitido. Pero también se ha renovado a siete corredores de nuestro anterior proyecto, siete jóvenes que estaban con nosotros que realmente pensamos que lo van a hacer muy bien. Si entonces la nacionalidad no era una cuestión candente, ahora tampoco debería serlo. Y sí, en cambio, ver todo desde una mayor globalidad. Por ejemplo: en 2018 arrancamos con una plantilla de once ciclistas donde había un austriaco, un luxemburgués, un colombiano, un eritreo, un neerlandés, dos italianos y cuatro españoles… El proyecto va más allá de las banderas, va sobre una idea y de campaña a campaña pueden variar nombres o circunstancias. Al final esto es un equipo con cinco nacionalidades presentes no ya en su plantilla, en su organigrama. No es exclusivo del Eolo-Kometa, pasa en muchas formaciones. El ciclismo, como decía antes, es un deporte global. Mucho más aún de lo que lo fue siempre…

-Hablabas de un 2021 como una primera toma de contacto…

-Sí. La llegada de Eolo al equipo se enmarca en un proyecto a tres años. Este 2021 es un primer año de toma de contacto. Pero al mismo tiempo muy importante. El punto de partida es pelear, dar la cara, ser ofensivos, mostrar ambición y tener presencia en carrera. La vertiente formativa no se olvida ni se pierde de vista. Pero a estas alturas, desde el prisma de la nueva categoría, no es lo único. No vale, no es suficiente, con coger las fugas en carreras frente a equipos WorldTour. Los resultados también interesan. Y en ese contexto también se ha buscado un equilibro a la hora de confeccionar la plantilla.

-¿Qué papel adquieren en el proyecto los equipos sub23 o júnior?

-Absolutamente ninguno. Es el mismo. Y es fundamental. Tanto el sub23 como el juvenil y su Campus de Selección son dos pilares de toda esta línea de trabajo de la Fundación Contador. Y la Escuela de Ciclismo de Pinto, que no hay que olvidarla. El equipo ProTeam es un sueño cumplido, pero nuestra presencia en el ciclismo ha ido paso a paso, desde esa base. Para nosotros el sub23 y el júnior son algo fundamental. Recientemente en un foro me comentaban que ahora que nace el Eolo-Kometa estaba claro cuál iba a ser la estructura importante. Y la verdad es que esta reflexión, si es la impresión que se tiene, está muy equivocada. Supongo que los fichajes también han podido alimentar esa percepción que, desde luego, es absolutamente errónea. Fomentar el ciclismo de base no se traduce en que todos los ciclistas de tus estructuras puedan dar el salto contigo al profesionalismo. Ojalá fuera así. Y nuestro sueño es que en gran parte pueda ser así. Y cuando digo así pienso en un WorldTour. Pero es imposible. Y lo es dentro de la Fundación o en otras estructuras que tienen presencia en varias categorías. Lo que no es imposible es crear tejido formativo. Entre todos. Y a lo mejor corredores que no pueden saltar contigo pueden hacerlo con otro equipo. A veces puedes creer que un corredor va a ir mejor que otro y te equivocas. Eso también puede pasar. Al final son decisiones humanas, con criterios concretos y por lo tanto susceptibles de estar errados. Estos años se está pudiendo ver con ciclistas que pasan por el equipo juvenil. El ciclismo es mucho más que una única estructura. Pero entre muchas se puede lograr un deporte fuerte, con buena salud, con futuro. Yo por lo menos creo que eso es lo importante.

-¿Un sueño para este 2021 con el nuevo Eolo?

-Con el continental, lograr una invitación para estar en el Giro de Italia y poder triunfar en una etapa. ¡Por soñar…! Más allá del Giro, obtener bonitas victorias en las pruebas donde tomemos parte. Y que todos los corredores tengan una buena temporada, sin accidentes ni problemas de salud, en la que sigan progresando.


Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*