Después de la primera parte de nuestro análisis sobre las competiciones de velocidad femenina, centrado en la velocidad por equipos, pasamos a la segunda prueba en cuestión, los 500 metros que, por mucho que nos pueda hacer reflexionar la advertencia de Itmar Esteban sobre ¿por qué hay que dar por buena la distancia masculina y cambiar la femenina?, se deberían equiparar al kilómetro masculino.
“Obviamente es más fácil añadir una corredora más en velocidad por equipos, que pasar una prueba al doble de distancia. No es lo mismo a efectos fisiológicos un 500 que un 1.000, por lo que estamos hablando de pruebas distintas según sea un sexo u otro”, indica Didac Navarro, en una opinión que comparte y matiza el propio Esteban. “En el kilómetro hay un componente final, en la última vuelta, de resistencia extrema al lactato que no existe en los 500 metros. En todo caso, si se quisiera transformar el 500 en una prueba donde influyera de la misma manera esa resistencia al lactato del kilómetro, creo que la medida femenina serían los 750. Pero la pregunta es: ¿queremos una prueba femenina de ese estilo perdiendo la idiosincrasia del 500? Mi respuesta es rotundamente no”.
“Es muy evidente que en hombres y mujeres la fisiología es diferente. Los hombres pueden afrontar mejor ese kilómetro en salida parada, pero ello no quita que las mujeres no puedan hacer esfuerzos anaeróbicos lácticos de ese nivel. Pueden hacerlo y no veo ninguna contraindicación para ello”, sigue analizando Navarro, algo en lo que coincide Javier Sola, preparador físico, e incide otro ex seleccionador nacional, Salvador Meliá. “En el tema fisiológico creo que nos sorprenderíamos. Veríamos marcas en chicas que hacían los chicos hace bien poco”.
Jaume Mas, otro máximo responsable de la pista en España, se refiere a las pruebas de fondo “donde son muchos los equipos femeninos de persecución que bajan habitualmente de 4:20, que es un tiempo de podio de un Campeonato de España masculino, por no hablar del record del mundo, en 4:10, que les daría el oro. En persecución individual femenina también se debería pensar en poner los 4 kilómetros, donde se podría estar cerca de 4:24, que es un tiempo muy decente incluso para hombres. En cuando a la velocidad, no podemos imaginarnos que a corto plazo que se acerquen a los tiempos de los hombres, pero sí que son capaces de hacer las mismas distancias, y por qué no, tiempos no muy superiores”.
Interesante es conocer la opinión de la ex corredora Leire Olaberría. “El kilómetro es una distancia que siembre he echado de menos que fuera oficial, ya que mi entrenamiento preferido era el día que me tocaban series de un kilómetro. Era el día más duro con diferencia y más exigente. Cuándo les decía esto a los velocistas siempre les sorprendía, pero en mi puesta a punto de cara a la competición era, con diferencia, el entreno que más en forma me ponía. Pasando a la competición, es posible que algunas velocistas se viesen perjudicadas, ya que no todas serían igual de competitivas en 500 metros que en un kilómetro. Llevando el ejemplo al atletismo había velocistas que les iba muy bien los 60 metros, pero los 200 se les hacían largos. Y si existen esos perfiles distintos de atleta, creo que existiría ese perfil de ciclista también”.
En esa misma diferenciación coinciden con la vasca dos pistards en activo, como Helena Casas y Juan Peralta, aunque utilizan ese argumento para no cambiar. “Mantendría la distancia de 500, sin subirla a 1 km, porque ya me parece suficientemente espectacular así y porque es una distancia más pura de la velocidad. No entiendo que se haga el cambio por una supuesta igualdad”, argumenta la catalana. “Me parece que es una distancia espectacular y por la fisiología femenina el kilómetro no lo sería tanto”.
Ayer Avelino Perea hacía una comparación del atletismo y el ciclismo en pista de la que sacaba que “el 400 en atletismo es como el kilómetro en pista, una prueba que debería disputarse para hombres y mujeres”, a lo que añado para terminar una propuesta utópica pero que terminaría con este debate: ¿No podrían convivir 500 y kilómetro, para ambos sexos, al tener características fisiológicas diferentes con lo que se abre el abanico a distintos tipos de velocistas?
I. Velocidad por equipos
Durante alguna de nuestras retransmisiones de pista en Eurosport, Antonio Alix sacaba el tema de que se deberían igualar las distancias y condiciones de las pruebas femeninas de velocidad a las masculinas. En concreto, aumentar a tres corredoras, como los hombres, la velocidad por equipos, así como armonizar la cada vez más conocida como ‘time trial’ o contrarreloj que se disputa sobre un kilómetro para ellos, pero sobre 500 metros para ellas, justo la mitad de distancia.
El tema quedó, por mi parte, un poco en el aire, al haber escuchado anteriormente bastantes argumentos a favor, pero también en contra. Por ello, nada mejor que conocer las opiniones -algunas de ellas, claro- de las ‘fuerzas vivas’ del ciclismo en pista en nuestro país sobre estos dos temas. Bien es cierto que, a día de hoy, no se conoce ninguna propuesta de la UCI en este sentido, pero tampoco nos extrañaría que se abordase de un día para otro –eso sí, siempre después de Tokio 2020-, vistas otras actuaciones similares del máximo organismo mundial, sin ir más lejos, esa contrarreloj mixta que se acaban de sacar de la manga ya para los próximos Mundiales de carretera.
Antes de centrarnos en la primera ‘propuesta’, el aumento del equipo de velocidad de dos corredoras a tres, y, por ende, de la distancia a tres vueltas, vaya por delante la reflexión general que nos trae, por ejemplo, el ex corredor y técnico Avelino Perea, en relación con el atletismo “donde hay más tradición de féminas, las mujeres hacen la misma distancia. Sólo cambia en las vallas, que son más bajas, y en peso y disco, con la diferencia de peso del objeto, pero en distancias son iguales en hombres y mujeres”. El ex velocista, ex seleccionador y técnico Salvador Meliá incide en esta comparación y añade que “ahora que afortunadamente se está trabajando por esta igualdad, sería interesante que hombres y mujeres realizasen las mismas pruebas, ¿o en atletismo se recorta alguna?”.
Interesante es la explicación general de la ex ciclista Dori Ruano sobre esas razones fisiológicas que muchas veces se argumentan para que no se cambie. “Quizá un médico o un fisiólogo lo podría explicar mejor, pero mi experiencia como corredora y preparadora me dice que las mujeres cuando hacemos muchas horas de bicicleta tenemos problemas en la serie roja, ya que los números bajan mucho y podemos entrar en anemia. Fisiológicamente esa diferencia se traduce en que en carretera deben ser distancias más cortas. Pero no en pista, donde creo en que se deben afrontar las mismas distancias y con el mismo número de corredoras”. “Es como si al keirin femenino le quitáramos una vuelta –aporta el preparador físico Javier Sola-. No entiendo que la velocidad femenina se haga con dos chicas, salvo en el hecho de que hace años era más difícil ver chicas participando”.
Ahí parece estar la clave. Leire Olaberria, una de las mejores fondistas españolas, pero también con experiencia en pruebas de velocidad incluso en atletismo en sus inicios, opina que “si en la persecución por equipos se pasó hace unos años de las tres ciclistas a las cuatro, igualando también la distancia con los hombres -4.000 metros- no hay ninguna razón para que no se haga con la velocidad. Eso sí, la inclusión de una tercera corredora no afectaría a las potencias más fuertes, pero sí a las más débiles. Imagínate que España tuviera que incluir a una tercera corredora. ¿Cuál sería el nivel?”. También recalca este aspecto la velocista Helena Casas. “Fisiológicamente no habría problemas, pero hoy en día es complicado hasta conseguir presentar a dos. Por lo tanto, no cambiaría la composición de corredoras actual ya que se perderían muchos equipos”.
Itmar Esteban reclaca que “el handicap es más la cantidad de chicas velocistas y no su fisiología. La mayoría de selecciones no podrían presentar un equipo con tres chicas velocistas -ojo, no confundir con presentar un equipo de tres chicas, a secas-, por lo que perderíamos calidad y especialización a cambio de cantidad, cosa a lo que estoy totalmente en contra”. De hecho, en los últimos Campeonatos de España ninguna selección autonómica contó con un equipo de dos velocistas, teniendo que recurrir a alguna de sus fondistas para participar en la prueba, lo que también pasó incluso con los conjuntos masculinos de tres corredores.
Otro velocista como Juan Peralta destaca que “en este momento sería un error, pero digo en este momento, porque el nivel de las chicas está subiendo mucho en los últimos años, y si sigue así sería interesante equipararlo”.
Didac Navarro, ex seleccionador nacional y preparador físico, considera que “el cambio a tres ciclistas implica que habría que buscar a una tercera con características más próximas a la chica ‘kilometrista’ que surgiría si aumentamos a prueba femenina de los 500 metros a los 1.000”, aunque añade que “la igualdad debe darse en absolutamente todos los ámbitos y en este caso, no veo excusa alguna, así que deberíamos incluir también la ampliación a 4 km en la persecución individual, por ejemplo, por no hablar de los premios”.
No obstante, para terminar esta primera parte, es interesante este comentario del mencionado Esteban. “Tradicionalmente, las pruebas femeninas han sido más cortas que las masculinas, a excepción de los 200 metros, y no veo motivo para cambiar eso en nombre de la ‘igualdad’. ¿Por qué siempre que se habla de, supuesta, igualdad, ésta pasa por cambiar la distancia de las chicas y nunca la de los chicos dando por hecho que la distancia ‘buena’ es la masculina?”
Mañana continuaremos: Del 500 al kilómetro.