Nueve participaciones en el Tour de Francia, cinco menos que Sylvain Chavanel (Direct Energie), el más experimentado de esta edición, suman tanto Alberto Contador (Trek-Segafredo) y Alejandro Valverde (Movistar). Ambos llegarán a la decena este año y ambos serán, cada cual a su manera, los dos españoles con más ambiciones y esperanzas en esta Grande Boucle.
Es la misma historia. El bucle que se repite, invariable, año a año desde hace ya demasiados. Y la tentación es hablar, una vez más, de lo mismo. De la falta de relevo. Del envejecimiento de nuestros mejores hombres. De la falta de nuevas figuras que vengan a dar el relevo a los ya vetustos arietes nacionales. La tentación, decíamos, es grande, pero sólo serviría para camuflar un drama todavía mucho mayor. Una sintomatología que sólo puede traducirse, si del estado de salud del ciclismo español hablamos, como de un coma bastante profundo. Buena parte de culpa de este drama lo tiene el hecho de que España sólo cuente –y gracias– con un equipo de categoría World Tour. Pero no es sólo eso. Que una potencia como España, habitual número uno del World Tour, sólo haya podido meter a trece (tras la inclusión a última hora de Haimar Zubledia en sustitución de André Cardoso, positivo por EPO) de sus hombres en la salida de Düsseldorf habla de forma muy clara del estado real de nuestro deporte más allá de si una generación irrepetible tiene o no tiene relevo en los Mikel Landa (Sky) y compañía.
España, como decimos, aportará trece de los 198 corredores que formen en la ciudad alemana el próximo sábado. En el año 2007, cuando Alberto Contador ganó su primer Tour de Francia, los 41 corredores nacidos al sur de los Pirineos convertían a España en la nación más representada de la Grande Boucle. Muy por encima de los 36 de Francia o los 18 de Italia y Alemania.
Y, claro, se podrá decir que el número es circunstancial. Que durante toda esta década que ha transcurrido desde que Contador, único aspirante hoy por hoy al triunfo final en París –y con muchas voces gritando que sus opciones son más un sueño que una realidad–, ganara su primera ronda francesa, este es el único año, junto a 2015, en el que España no está en el podio de los países más representados. Eso es verdad, claro que sí, pero sería un consuelo muy estúpido pensar que es una situación que no refleja una realidad dramática.
Y, efectivamente, haciendo un rápido repaso mental a la nómina de corredores españoles con licencia World Tour, nos encontramos que para un puñado de ellos el calendario de 2017 les ha llevado por otros caminos y la ausencia del Tour no es una cuestión de calidad sino de elección –propia o del equipo–. Pero también es cierto que, por mucho que repasemos el listado de talentos, se evidencia que es absolutamente imposible que España, a día de hoy, pueda siquiera acercarse a aquellos números de principios de siglo y que, más o menos, se mantuvieron hasta la caída en desgracia de Contador.
Participación Española desde 2000
Año | Participantes | Puesto |
2000 | 26 | 3º |
2001 | 38 | 2º |
2002 | 39 | 2º |
2003 | 44 | 1º |
2004 | 32 | 2º |
2005 | 36 | 1º |
2006 | 36 | 2º |
2007 | 41 | 1º |
2008 | 30 | 2º |
2009 | 28 | 2º |
2010 | 32 | 2º |
2011 | 26 | 2º |
2012 | 21 | 2º |
2013 | 27 | 2º |
2014 | 20 | 2º |
2015 | 15 | 4º |
2016 | 18 | 2º |
2017 | 13 | 6º |
Y es que, cogiendo como referencia las ediciones disputadas entre 2000 y 2016, España aporta una media de 30 corredores al Tour de Francia, una cifra que, como ya se ha indicado, parece inalcanzable en el futuro próximo. Y eso, que ya es dramático per se tratándose de un país que ha ganado el UCI World Tour por naciones de forma ininterrumpida desde 2012 –lo que, evidentemente contrasta enormemente con el pesimismo de este análisis– lo es más todavía si tenemos en cuenta que España, al contrario que países como Italia o Bélgica (actual líder de la clasificación por naciones), tiene todos sus huevos puestos en la cesta de las grandes vueltas ya que, salvo muy honrosas excepciones, sigue despreciando el ciclismo clasicómano. Y, por lo tanto, su relativa irrelevancia en este Tour de Francia, la madre de todas las vueltas, sí que debe de ser vista como el toque de atención definitivo –y quizás tardío– para un deporte que este año apenas ha tenido presencia en la tele pública, que depende en demasía de la chequera de Telefónica, que no cuenta, por detrás de Movistar, con un entramado suficiente de equipos de segundo nivel que puedan optar a invitaciones en grandes citas más allá del calendario nacional y al que la continua sangría de practicantes que se produce en nuestras carreteras cada semana no ayuda, qué duda cabe, a animar a que las familias den el paso y animen a sus hijos a apuntarse a la escuela de ciclismo de su pueblo.
Los trece del Tour tienen ante sí la difícil labor de asaltar un frente casi imposible. Pero quizás, y sólo quizás, los milagros, al final del camino que lleva hasta los Campos Elíseos de París, existan y un amarillo anochecer de un domingo del julio parisino nos pueda acunar para soñar con un nuevo y pronto amanecer.
Van Looy , cheri.tu en el fondo eres CONFIANTE. Si, si si Van Looy, siiiii i La, corrección política que nos asola y nos atenaza hace que no, no puedas, no quieras ……que se sepa, que no quieres que.,digan, digan..los landasunos….que si si pero no, que tal pero cual, que si Paqui que si palla, perooo.,.. aaaaamigo! Si lo eres, hombre si lo eres!….lo eres que lo sé yo!! positivamente además: ERES. …y aunque tú mente cartesiana y..tu, bueno, bueno…nadar y guardar la ropa se empeñe en negar lo que todo tu sistema nervioso siente.,..lo ERES.
Reniega pues de tu sobrevenido niihilismo, de tu parte luterana, de tu orangismo trasnochado, de tu Guillermismo ..y abraza la verdadera FE ..,PORQU3 EL MAHDI.,…HA VUELTO, EL ANUNCIADO a A ISMAEL ….
FUERZA Y ESPERANZA!
AL BERT HU AKBAAAAR AZAR!!!!
AL BERT HU AKBAAAAR!!!