Hemos visto hace unas semanas a Izzy Escalera en los London 3Day; ahora es el turno de Sebastián Mora en la catedral, y la semana siguiente tendremos a Eukene Larrarte, Naia Mangas y Erik Martorell en Ginebra.
Sin embargo, se trata de una participación muy escasa y, sobre todo, esporádica, debida al esfuerzo individual de los corredores y de sus entornos, sin la existencia de una planificación superior federativa que, por lo menos, apoye las gestiones necesarias para negociar la participación de los ciclistas nacionales donde estos no pueden llegar. Eso sí, deben ser los corredores los primeros es tener interés en competir, cuando muchas veces se escudan en que les coincide con un periodo vacacional que, sinceramente, puede darse en otros momentos del año.
También es cierto que hay otras competiciones en otros momentos de la temporada quizá más idóneas, pero lo que nadie puede negar es que las tres a las que me voy a referir son un excelente para coger experiencia… y nombre.
Pensar en tener algún español más -fuera de Mora y de Albert Torres- en la prueba estrella de Gante es absolutamente irreal. Ni tampoco en la femenina, coto cerrado de ciclistas belgas y neerlandesas. Pero encontramos la Copa AVS, la prueba para sub23, en la que aparte de destacados pistards locales, encontramos a pistards de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca o Países Bajos. ¿Es tan utópico pensar en que pudiera haber alguna pareja, o por lo menos algún ciclista español? No olvidemos que Joan Roca particpó el pasado mes de enero en la Berlin Cup Futures, y rindió a un buen nivel.
Una Champions League sin españoles
Más sorprendente es la ausencia española en la UCI Track Champions League, donde hemos pasado de los cuatro ciclistas de las dos primeras ediciones, a uno sólo el año pasado y ninguno en el presente. Por mucho que haya unos sistemas de clasificación a los que no llegan nuestros corredores, también existe un amplio margen de entrada por las ‘invitaciones’, destinadas fundamentalmente a corredores jóvenes.
Y en este sentido, a bote pronto, se me ocurren dos que cumplen perfectamente ese perfil: Mario Anguela, avalado por su notable actuación en la eliminación de Ballerup, y Rubén Sánchez, que en sus dos años como junior ha cosechado un título universal, uno continental y una plata mundialista en una de las dos disciplinas que se afrontan, la eliminación. Dos ciclistas que se corresponden al perfil de jóvenes luchadores y, desde luego, con más nombre que algunos de los participantes clasificados y que, desde luego, contribuirían a aumentar el interés de la competición en España. Y que nadie piense que por ser el alcalaíno junior puede ser muy pronto: entre los velocistas hay dos juveniles que han sido reclutados.
En Apeldoorn esperan a la Next Generation
Y terminamos con otra prueba que ha tenido lugar estos días, la Next Gen Sola, y que no ha tenido toda la repercusión que se pensaba, ya que apenas ha tenido presencia británica junto a los pistards locales. Obviamente haber mandado una selección a Noruega para ello habría sido un lujo. Pero no olvidemos que la prueba escandinava -que tarde o temprano tendrá éxito- es una imitación de otra cita que se celebra en enero, ‘The Next Generation’, con un nivel de auténtico lujo gracias a la presencia de los mejores juniors alemanes, belgas, británicos -incluyendo galeses y escoceses- canadienses, checos, daneses, estadounidenses, franceses, neerlandeses, noruegos, polacos o sudafricanos. Sería una excelente piedra de toque para los juveniles españoles justo en el momento en que se inicia la temporada -eso de hacer concentraciones a partir de abril, después del Nacional es fruto delcubrir el expediente al que nos han acostumbrado- y además me consta que los pistards nacionales serían muy bien recibidos en Apeldoorn.