Estrellas Olímpicas: Bibic, a dar un paso en ‘su’ velódromo

Dylan Bibic © UCI

TrackPiste / Ciclo 21

Tengo un especial cariño hacia Dylan Bibic, ya que es uno de esos corredores al que he visto brillar y evolucionar desde que era junior. Por ejemplo, en el Campeonato del Mundo junior de El Cairo, en 2021, cuando ganó tres medallas, una de cada color’: oro en puntuación, plata en ómnium y bronce en madison. O en el Nacional canadiense de ese mismo año, donde se llevó todos y cada uno de los diez títulos en juego.

No tardó mucho en destacar también en la máxima categoría. En el Mundial de 2022, se convertía en uno de los campeones más jóvenes de la historia, al ganar el ‘arco iris’ de scratch con 19 años recién cumplidos. Un año más tarde volvía a conseguir una medalla mundialista, en este caso la plata en la eliminación, pero su gran momento llegaba unos meses después en la UCI Track Champions League, donde se convertía en el ciclista más joven en llevarse la general de fondo y con cuatro triunfos parciales, algo que no había logrado ninguno de los ganadores anteriores.

Ni que decir tiene que no soy sólo yo, que son muchos los que se han fijado en sus enormes cualidades. Por ejemplo, el Israel-Premier Tech, que le enroló en su plantilla cuando pasó a élite y es solo cuestión de tiempo saber cuándo llegará al primer equipo, aunque también es verdad que los resultados de carretera no son tan especiales como los de pista.

Mientras que llega ese momento, Bibic está concentrado en su preparación olímpica. Canadá no ha anunciado aún las pruebas que hará cada corredor. Pero es de suponer que nuestro protagonista compita en las tres de fondo, aunque es el ómnium la prueba en la que tiene depositadas todas las miradas, especialmente después de haber ganado esta prueba en la Copa de las Naciones de Adelaida, por delante de Elia Viviani y Lindsay de Vylder, y haber sido cuarto en la de Milton.

Por cierto, el velódromo de Ontario fue lo que le hizo ser pistard, ya que cuando se construyó no dejaba de ser un chaval aficionado al ciclismo en carretera, que comenzó con la bicicleta con apenas nueve años y que desde el primer día se mostró muy competitivo, pidiendo a sus padres que le llevasen a competir, incluso en ciclocross. Pero la nueva pista, a apenas 20 minutos de su casa en Mississauga, le posibilitó poder tomárselo primero como un entrenamiento complementario o alternativo en los fríos meses invernales canadienses, y luego en un objetivo ‘per se’ cuya próxima escala será este mes de agosto, sin olvidarnos del Mundial de Ballerup o de la nueva edición de la Liga de Campeones. Luego ya tendrá tiempo para andar por el monte o acampar, dos de sus aficiones favoritas.

Y si Milton fue la pista que cambió su vida, no debemos olvidar tampoco lo que significa para él Saint-Quentin-en-Yvelines. No es sólo el velódromo donde se coronó campeón del mundo en 2022, sino que es el que más le gusta… y puede significar ese nuevo punto de inflexión en una carrera que se presume larga ya que en varias ocasiones ha manifestado que le gustaría completar cuatro ciclos olímpicos. Y este sólo es el primero.

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