Llevo mucho tiempo queriendo incluir a alguna de las fondistas francesas en esta serie. Primero pensé en Clara Copponi; posteriormente, en Valentine Fortin, y más recientemente, en Victoire Berteau. Pero cualquiera de ellas, lo mismo que Marion Borras y Marie Le Net, podría ser protagonista. Porque este ‘repóquer’ de ciclistas galas componen un grupo muy homogéneo en cuanto a prestaciones, resultados…. y esperanzas en París 2024, a expensas de que aún no conozcamos quien correrá cada prueba -aunque ya sabemos que serán todas, tras la elección de Berteau para la carretera y con ello, también para la pista-, porque su trayectoria avala la polivalencia de las cinco. Y aunque ello suponga muchas dudas para los técnicos Steve Henry y Samuel Monnerais, ¡bendito problema poder elegir!
Gracias a este notable reportaje de la FFC, hemos podido saber que se trata de un grupo muy homogéneo, desde sus orígenes, cuando coincidieron en el Pôle Espoir de Bourges, aunque haya alguna diferencia de edad entre ellas. Borras (24.11.1997) es la mayor; Copponi y Fortin son de 1999 (12.1 y 14.4) respectivamente, y Le Net y Berteau son un año más jóvenes (21.1.2000 y 16.8.2000).
Y su crecimiento fue bastante parejo, con la pista como foco principal -aunque todas ellas comiencen a brillar a gran nivel en la carretera en esos años- y sobre todo marcado por el hecho de poder clasificarse en el último momento para los Juegos Olímpicos de 2020, al dejar fuera en el Mundial por menos de 3 décimas a Bélgica. Por aquel entonces su tiempo estaba en 4.17, por lo que se pensaba que sería, sobre todo, un aprendizaje para el gran objetivo de París y que en la cita nipona su papel sería muy secundario y lo que importaría sería el fondo. Pero la cuarteta -de la que se ‘sacó’ a Copponi para reservarla para las carreras de pelotón- mejoraba siete segundos su plusmarca nacional, dejándola en 4:10.388. Y la de Aix en Provence también cumplía con creces, con un octavo puesto en el ómnium y un quinto en la madison junto a Le Net.
Desde ese momento, el trabajo de la persecución ha sido extraordinario, aunque no tenga aún el refrendo de los tiempos, pero sí el de los puestos: medallas de bronce en el Europeo de 2022 y en los Mundiales de 2022 y 2023, en una cuarteta en la que se distingue Borras por su potencia, por poderle llevar a hacer relevos incluso de cuatro vueltas, pero bien respaldada por sus compañeras que pueden recuperarse en ese ‘momento B’. Una medalla en París 2024 se presenta complicada por el potencial de sus rivales, pero terminar entre las cuatro mejores es algo que se presume asequible. Además, como reconocía Monnerais, el esquema de la cuarteta gala es bastante flexible, según el momento de cada corredora.
Pero con ser ilusionante las perspectivas de mejora con la cuarteta, es en la madison donde posiblemente radiquen las mayores esperanzas. Y es que las cinco fondistas galas han subido al podio en un gran evento -Europeo o Mundial- después de los Juegos Olímpicos de Tokio: cuatro platas y dos bronces, ponían complicado el panorama a los técnicos galos, aunque en 2023 el segundo puesto de Grenchen y el tercero de Glasgow tenían las mismas protagonistas, Berteau y Copponi, lo que hacía indicar que podría ser esta dupla la titular en París 2024… hasta que Fortin y Borras se descolgaban con el oro en el último Europeo. No obstante, la reciente selección de Berteau para las pruebas de carretera debe suponer que la nordista tenga un papel secundario en la cuarteta -apenas hay descanso entre la carrera de fondo y el inicio de la persecución- para entrar en la pareja de madison.
¿Y el ómnium? Sin olvidarnos de que Berteau completaba el Europeo de 2021 con una plata en esta disciplina, Copponi fue la titular en los siguientes eventos, con un subcampeonato continental en 2022… antes de dar paso a Fortin en los dos últimos, con una notable medalla de bronce en el Mundial de Glasgow. Por ello, la de Toulouse puede considerarse la máxima candidata, con permiso de la provenzal… y siempre teniendo en cuenta que cualquiera de las integrantes de este ‘repóquer’ es una baza ganadora.