Se le da bien España a Remco Evenepoel. En realidad, a este chico se le da bien cualquier cosa que se le proponga y que algo tenga que ver con dar pedales, pero lo cierto es que fue en España donde hace ahora un año, en la Clásica de San Sebastián, la gran sensación del ciclismo mundial se destapó en todo su esplendor para siempre y ahora, un año después, ha sido en la Vuelta a Burgos donde ha apuntalado su ya indudable favoritismo de cara a un Giro de Italia en el que se espera lo máximo de él.
Si espectacular fue su arranque de 2020, llevándose las vueltas a San Juan (2.Pro) y Algarve (2.Pro), no menos lo ha sido su paso por tierras burgalesas, donde su insultante superioridad le llevó a celebrar con un polémico gesto su triunfo en el Picón Blanco en un arranque más propio de la juventud que de arrogancia.
Ya más calmado y con la satisfacción del deber cumplido, Evenepoel asegura que su paso por la Vuelta a Burgos le ha servido para “aprender a defender el maillot de líder” de una prueba por etapas. Pese a que la ronda burgalesa comparte categoría con las dos vueltas ya ganadas en los primeros meses de 2020, Evenepoel asegura que “esta victoria la coloco en un lugar más elevado. Arriba del todo”.
Seguramente, porque esta carrera le ha servido para seguir aprendiendo este oficio que tan bien se le da. “La última subida no me gustaba tanto como la del Picón Blanco. Además, se había corrido muy rápido en la primera parte de la carrera y me llevaban un poco al límite”, aseguraba respecto a esa jornada final en la que tuvo que gestionar bien la diferencia respecto a sus principales rivales para no verse sorprendido en el último minuto.
El exfutbolista también aseguró que debía seguir trabajando en controlar su impulsividad y reconoció que “el último ataque no era necesario. Tengo que aprender de ello”. Por todo ello, el corredor belga insiste en que “considero que mi triunfo en Burgos es más importante que los de San Juan o Algarve. En primer lugar, porque pude ganar sin que hubiera una contrarreloj. También porque he sido capaz de imponerme siendo el mejor en subidas muy duras ante los mejores corredores del mundo. Es verdad que faltaban algunos nombres importantes, pero Carapaz o Landa teníamos gente que ha brillado con luz propia en las grandes vueltas”.
Precisamente, Evenepoel reconoce que esas pruebas de tres semanas “son precisamente mi sueño y creo que estoy en el camino correcto. Durante toda esta semana he aprendido como tengo que correr y pelear para mantener un maillot de líder”.
Para el corredor de Deceuninck-Quick Step la Vuelta a Polonia será la siguiente cita en su calendario hacia el Giro de Italia. Allí acude “con la misma intención que a Burgos: seguir preparándome para el Giro, pero si puedo pelear por el trunfo, no lo dejaré ir”.
El primer gran objetivo de este reinicio de curso será Il Lombardia, “una carrera que, evidentemente, es muy distinta. Son carreteras estrechas y subidas más cortas, pero creo que en dos semanas estaré al cien por cien de forma. Lo importante ahora es mantenerme sano y no hacer nada estúpido durante los entrenamientos. Si todo eso sale bien, algo bueno podrá pasar en Lombardía”.