Como era previsible, tanto Remco Evenepoel como Deceuninck-Quick Step optaron ayer por un discurso comedido a la hora de analizar lo sucedido en la etapa del sterrato de este Giro de Italia en la que el jovencísimo corredor belga se dejó buena parte de sus opciones de triunfo final.
Sin embargo, como también suele suceder en estos casos, poco a poco las aguas vuelven a su cauce, los ánimos del primer momento se van calmando, y las explicaciones se van ampliando. En este caso, ha sido el director deportivo de la escuadra de Patrick Lefevere, Klaas Lodewyck, el que ha dado una primera versión más realista en declaraciones a Het Laatste Nieuws.
Lodewyck considera que los 2:22 de retraso con los que Evenepoel inicia la 12ª etapa respecto a Bernal en la general “no es tan malo visto lo visto ya que ayer nos enfrentamos contra un súper Bernal”.
Lo que más llamó la atención a todos en el día de ayer fue, más que el hecho en sí de que Remco Evenepoel pasara el que, quizás, haya sido su peor pájara como profesional, la airada reacción del jefe de filas del Wolfpack llegan incluso a arrancarse con rabia el auricular de la oreja en el momento en el que todos sus indicadores arrojaban valores rojos.
Según Lodewyck, lo que sucedió en esos minutos tiene una explicación muy sencilla y humana. “En ese momento, estábamos animando mucho a Remco. Pero si un ciclista está completamente roto, eso se vuelve demasiado para él y se arrancó el auricular. Todos los corredores han experimentado eso en algún momento”.
El director deportivo de Deceuninck-Quick Step explica que “hablé con Remco rápidamente después de la etapa y ciertamente hubo decepción, pero se desvaneció cuando vio los resultados. La pérdida respecto a Bernal no es tan grande. Lo ve de nuevo de manera positiva y espera con ansias las próximas etapas”.
A juicio de Lodewyck, lo sucedido ayer no puede ser catalogado como un mal día de su pupilo. “Hay otros favoritos que también perdieron mucho tiempo con Bernal. A la postre, Evenepoel solo perdió tiempo en ese último sector de grava”. A la hora de buscar una explicación a lo sucedido, el director deportivo del Wolfpack se muestra cauto. Sus explicaciones, de hecho, dan a entender que tanto el corredor como sus directores todavía están aprendiendo día a día cómo reacciona el cuerpo del belga a su primera experiencia en una carrera de tres semanas.
“Hay dos opciones. Puede que le haya sentado mal el día de descanso o que la fatiga comienza a aumentar después de once días de carrera. Sin embargo, es difícil poder dar una respuesta definitiva después de nueve meses sin competir”. Lo que Lodewyck descarta es una pájara por no haber comido o bebido bien ya que “me ha dicho que ha comido suficiente. Podemos descartar eso”.
El técnico de Deceuninck-Quick Step asegura que “comenzamos este Giro con la idea de que tarde o temprano Remco podría tener un mal día. Por eso queríamos jugar la baza de Almeida como líder. Desafortunadamente, esa opción desapareció rápidamente”.
Almeida: «Prefiero callar a decir lo que pienso»
Precisamente, en relación al también extraño comportamiento del corredor portugués, Lodewyck lo achaca todo a una cuestión de “falta de comunicación”. Cuando Almeida decidió apretar el ritmo justo en el momento en el que su jefe de filas comenzó a flaquear, “João pensó que Remco estaba a su rueda igual que en el tramo anterior. Cuando le pedimos que esperara a Remco, lo hizo de inmediato. No hay nada que criticar sobre eso. Lo dio todo e hizo lo que tenía que hacer: marcar el ritmo de Remco el mayor tiempo posible para limitar el daño”.
Sin embargo, el propio Almeida contradice, al menos en parte, el discurso de Lodewyck. En declaraciones recogidas por A Bola, el portugués, que sabe que no seguirá el próximo año en el Wolfpack, explica que “me encontraba bien y con buenas sensaciones, tuve la oportunidad de batirme con los mejores, pero tuve que seguir las órdenes que venían del coche de equipo para esperar a Remco. ¿Si me siento decepcionado? Prefiero estar en silencio que decir lo que pienso. Cada día estoy aprendiendo y hoy aprendí mucho, en una etapa fantástica donde pude llegar lejos. El ciclismo es un deporte colectivo y los directores deportivos son los que mandan”.
Para terminar, Lodewyck recuerda que, pese a las altas expectativas que todo el mundo ha despositado en Evenepoel, hay muchos motivos para ser prudentes y realistas. De hecho, considera que en el equipo “siempre hemos sido realistas. El rosa nunca ha sido nuestro objetivo. Cerrar el Giro con buenas sensaciones sabiendo que lo has aprovechado al máximo, ese es el objetivo. Veremos dónde terminamos con Remco. Y todavía queda mucho trabajo por hacer. Los rivales que ahora se enfrentan a Remco aún pueden tener un mal día”.
Evenepoel: «Le dije a Almeida que iba demasiado rápido»
Poco antes de tomar la salida de la 12ª etapa, que se antoja como un test muy importante para él, el propio Remco Evenepoel también quiso dar su propia versión sobre lo sucedido en esa particular Strade Bianche. El joven corredor belga se muestra optimista y considera que “he perdido tiempo, pero no está tan mal”.
“Estoy a un minuto del podio. Creo que se perdió muy poco . Ayer fue un mal día ayer, pero nada fuera de lo normal. En el tercer sector, simplemente no tenía las piernas para luchar. Cuando todos empezaron a correr, no pude ir. Realmente eran las piernas las que no estaban allí”.
En cuanto a esa polémica en ciernes con Almeida, Evenepoel explica que “le grité un par de veces al oído que no podía seguir, que iba demasiado rápido. Pero la conexión era tan mala que el coche y João no se habían enterado. Ayer tuvimos mala suerte”.