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Evenepoel durante el UAE Tour / © Deceuninck
Poco más de tres semanas han pasado desde que Remco Evenepoel se pusiera un dorsal por última vez en la Bredene Koksijde Classic (1.HC), la cita de un día con la que terminaba un primer bloque competitivo en su adaptación a la categoría World Tour que le llevó a debutar en Argentina, entrar por primera vez en una prueba de la máxima categoría en los Emiratos Árabes y estrenarse como profesional en Europa y Bélgica con la Nokere Koerse. En total, 13 días de competición en los que ha dejado destellos de calidad que justifican las grandes expectativas que existen sobre él. También tuvo tiempo en de aprender que aquí, con los mayores, las palmaditas en la espalda hay que ganárselas con mucho esfuerzo, pero que las collejas vuelan con mucha mayor facilidad, como cuando su jefe, Patrick Lefevere, le recriminó públicamente cierto sobrepeso.
Unas palabras, las de Lefevere, sobre las que, según explica Evenepoel en una entrevista publicada hoy en Wielerflits, “hablé con Patrick inmediatamente. Fue una declaración sacada de contexto. Puedo asegurarte que no estaba cuatro kilos por encima de mi peso, pero todos sabemos que a Patrick le gusta picar a sus corredores de vez en cuando. Es nuestro jefe y, por lo tanto, puede hacerlo. Si soy sincero, he captado el mensaje y me fijo más en mi peso. Pienso más en ello. De hecho, he cambiado algunos detalles en mi alimentación. Por ejemplo, como algo menos de pan y pongo menos nueces en mi avena. Evito el exceso de grasas… son cosas pequeñas, pero son los pequeños detalles los que marcan las grandes diferencias. Durante la última concentración perdí un kilo. Estoy entre los 62 y 63 kilos ahora mismo. Por lo tanto, no puedo bajar mucho más porque mi cuerpo todavía no ha terminado de formarse del todo y todavía necesita un aporte de determinadas grasas para producir sustancias para fortalecer mis músculos. El año pasado, en el Mundial de Innsbruck, pesaba 60-61 kilos”.
Hoy arranca, en la Vuelta a Turquía, un segundo bloque de carreras en el que debe seguir haciéndose a la categoría, pero en el que ya vislumbra objetivos concretos. Esta nueva tanda de carreras le deben llevar de Turquía al nacional belga pasando por Romandía, el Tour de Noruega, la Vuelta a Bélgica y las Hammer Series de Stavanger y Limburgo. Un asalto para el que, como explica, “realicé una concentración de diez días en Calpe junto a mi compañero Pieter Serry. En esta ocasión, he puesto el foco en realizar entrenamientos más cortos, pero de mayor intensidad”.
Aunque tanto él como su equipo se han cansado ya de asegurar que el principal reto para el corredor no es otro que amoldarse a la categoría profesional, Evenepoel se muestra ambicioso y habla de objetivos claros. “La contrarreloj de la Vuelta a Bélgica en Grimbergen será mi último test de cara a mi mayor objetivo de este verano: el nacional belga y, en concreto, el de contrarreloj”.
Para despejar cualquier duda, Evenepoel explica que “la carrera de fondo la correré en función del equipo. Eso que quede claro. Eso es lógico con corredores de la talla de Gilbert o Lampaert. Aunque luego nunca se sabe. El campeonato de Bélgica es una carrera impredecible”. En cualquier caso, para eso todavía queda mucho tiempo, aunque Evenepoel asegura que “en este momento estoy mejor que en Argentina o los Emiratos”.
Esa buena condición física le hace ser optimista incluso para el Tour de Turquía donde “espero hacer algo decente. No hablo de ganar, pero sí espero poder hacer una buena clasificación general. Si todo va bien y no tengo contratiempos, me gustaría tratar de hacer algo bonito en la quinta etapa, la jornada reina”.
