En el día de ayer fallecía a la edad de 74 años, Amador Suárez “El Catedrático”, ciclista que compitió en los años 60, coetáneo de El Tarangu, Vicente López Carril, Balagué, Artime, El Perloru, y otros entrañables del ciclismo de la época, corriendo en el Montova y el Corisa, y participando en la Vuelta Asturias, cuando era mixta, donde sufrió un grave accidente.
Al acabar su etapa de competición, sin llegar a ser profesional, pasó a formar parte del colectivo de árbitros asturianos, siendo su presidente durante varios años.
Persona muy querida y apreciada en el mundo del ciclismo asturiano, padre de la actual delegada de cicloturismo en Asturias y árbitro en excedencia, Ana Suárez.
Su capilla ardiente se encuentra en el Tanatorio de Lugones y su funeral tendrá lugar hoy a las 19.00 horas en la iglesia de Lugones.
Fuente: FCPA
Yo conocí a Amador compitiendo en 1959. Fue en la carrera de San Cristóbal en Luarca, era juvenil y le acompañaba otro ciclista aficionado cuyo nombre creo era Jose R. Benito a quien también creo lo apodaban «el Pepudo». También competían, entro otros varios, tres ciclistas de Pravia: Emilio Román, que había corrido la vuelta a Asturias de aficionados de aquel año y había tenido un accidente bastante fuerte, Cristino Arias y Carlos Palacio.
La prueba constaba de dos partes: una vuelta al circuito del Faro contra reloj y luego 9 vueltas en línea. Este circuito es bastante duro, tiene 6 Km de longitud y el récord del mismo estaba en poder de Ricardo Montero, en 8 minutos treinta segundos, aunque cuando es estableció dicha marca el firme del circuito no estaba asfaltado en su totalidad mientras que en 1959 si lo estaba.
Amador hizo el mejor tiempo contra reloj, con 9 minutos y 20 segundos, y le siguió Emilio Román, que era un potente rodador pero a quien aquel recorrido no le iba bien. A continuación vino la parte en línea, que arrancaba en el muelle de Luarca y en la que al término de la primera vuelta Amador paso el primero en solitario, y fue aumentando la diferencia sobre sus seguidores hasta terminar la prueba. Nos dejó asombrados a todos y se ganó nuestra admiración. A partir de ese día participó en muchas pruebas por la zona, ganando siempre. En una prueba por la parte de Trevías fue acompañado por Camporro, que decían que era primo suyo, y ganó Amador y Camporro fue el segundo. En años posteriores aparecieron por allí equipos equipos potentes cuyo objetivo a batir era Amador, y de hecho lo consiguieron, pero nunca lograron desplazarlo de la preferencia del público. Yo recuerdo una prueba en Navia que ganó Del Valle, y, a pesar de ello, la gente seguía celebrando más la presencia de Amador, lo cual provocó que una mujer que acompañaba al equipo del vencedor, al notar esto comentase «¡ menuda forofada que tiene aquí el Catedrático!».Yo no le contesté, pero para mis adentros me dije que no era solamente allí, sino que aquel hombre menudo y simpático había conquistado el corazón los aficionados de todo el occidente de Asturias.