Nicolás Van Looy / La Vila Joiosa / Enviado especial Ciclo21
En su segunda campaña como elite, Felipe Orts (Delikia-Ginestar) vuelve a encabezar la delegación española que viaja al Mundial de ciclocorss que este fin de semana se disputa en Bogense (Dinamarca). Pocas horas antes de partir hacia un circuito que sólo conoce, como el resto de sus rivales, por la experiencia del pasado año en la Copa del Mundo, Orts se sienta con Ciclo 21 frente al puerto de La Vila Joiosa (Alicante), la localidad donde nació y donde vive, para repasar sus opciones en la cita mundialista y una temporada en la que ha conseguido su primer nacional elite y su primer top10 en la Copa del Mundo… pero en la que también ha sido el centro de la polémica por la supuesta necesidad de internacionalizar más su calendario.
Acaba de conseguir su primer nacional elite con una superioridad casi insultante. Supongo que será algo que le dé moral de cara a la cita de Bogense… incluso a pesar de sus últimos resultados en Copa del Mundo, donde ha estado un poco por debajo de su nivel habitual.
Más que darme moral, me ha quitado un peso de encima exagerado. El año pasado también llegaba favorito y nadie apostaba por otro. Al ganarlo, se te abre el cielo y, aunque en los entrenamientos he seguido apretando muchísimo, ves la temporada de otra manera. Ya tengo los grandes objetivos de la temporada. ¿La Copa de España? Hecho. ¿El Campeonato de España? Hecho. ¿El top10 en Copa del Mundo? Hecho. Ahora, lo que venga, es disfrutarlo. Esta semana, en Hoogerheide, creo que me han pasado factura los entrenamientos. Antes del Campeonato de España apreté mucho y luego lo he pagado. En Francia fue una avería y no puedes hacer nada, pero esta semana sí esperaba estar un poco más arriba, la verdad. Sobre todo el sábado [acabó 9º en el Kasteelcross de Zonnebeke, N.d.A.]. Había gente de nivel, pero esperaba estar mejor. El domingo me encontré bien, pero el circuito estaba muy duro y pagué ese cansancio que te comento. A ver… esperaba estar un poco más arriba, ¡tampoco fue un desastre! Al final, me caí del top20 a última hora.
Habla del cansancio físico de los entrenamientos. ¿Puede haber algo psicológico en estos últimos pinchazos en el extranjero? Me refiero a esa sensación de ¡por fin! que puede tener tras el nacional y que le haya llevado a relajarse un poco.
¡Hombre!, yo tampoco diría eso de ¡por fin! En los últimos cuatro años he ganado tres veces… Más que nada creo que me da tranquilidad en el sentido de que la carrera fue como debía ir. Y no, no me he relajado después. He apretado fuerte para llegar bien al Mundial.
El circuito lo conoce de una sola visita el año pasado con la Copa del Mundo. En principio, puede ser muy cambiante dependiendo del tiempo que salga el domingo. ¿Qué opinión le merece?
Lo recuerdo como un circuito muy raro. Era un circuito que tenía poca historia, pero que tenía esas laderas raras que se hacían andando y que, al final, tampoco tenían una gran complicación. Es verdad que, como dices, será la presencia de nieve, viento, lluvia… lo que va a marcar la carrera. Creo que puede venirnos bien. Todo lo que sean circunstancias extrañas nos vienen bien.
Se suele decir que a usted le vienen bien los circuitos rápidos, pero su histórica tarde de Bieles llegó en un circuito muy técnico que arrancó completamente congelado y cambió muchísimo durante la propia carrera.
Eso es. Prefiero que sea un circuito con complicaciones. Como te dije en aquella ocasión, al final se trata de mantenete y van cayendo rivales. Fui el que tuvo más sangre fría. En igualdad de condiciones, mi puesto real está entre el 15 y el 20; pero con otras condiciones puedes ir adelante o atrás, pero buscaremos siempre mejorar.
Pese a ser el día más importante del año, el Mundial puede ser, muy entre comillas, una carrera más fácil que otras porque tanto Países Bajos como Bélgica pueden traer menos corredores…
Sí. Es verdad que los holandeses están muy fuertes y los que van son los que están, pero te quitas de en medio ocho o nueve belgas, pero creo que en mi caso no me afecta mucho. Si sueles estar sobre el 40º, es verdad que te quitas a diez, pero delante de mí suelen acabar 9 o 10, así que no habrá una gran diferencia. Es verdad que puedes adelantar algún puesto, pero no va a cambiar la carrera.
¿Qué supone, a nivel mental, ir a una cita mundialista, mirar la clasificación UCI y ver que es usted el segundo no Benelux tras el alemán Meisen?
Personalmente estoy muy contento por ello, pero lo que marca la diferencia son los medios que tienen ellos y los que tenemos el resto. En la clasificación UCI se ve claramente lo que ocurre. ¿Por qué en juveniles, en sub23 o en chicas hay tantos países metidos y en elite chicos no? Pues, precisamente por eso. Los chicos que están para disputar esos puestos delanteros se tienen que ir porque los equipos belgas y holandeses sólo defienden lo suyo y no permiten que crezca el resto.
Aprovecho esa reflexión para hablar con usted de la polémica que se generó a raíz de unas palabras de Pascual Momparler en este mismo medio sobre la necesidad de internacionalizar más su calendario. Se podría argumentar que para tener esos medios que reclama, hay que irse allí y olvidarse del calendario nacional.
Creo que el 95% de la gente que opina que tengo que ir a correr fuera, no sabe mi calendario. Este año voy a terminar el año con 26 carreras fuera y 9 en España. Creo que es un calendario muy internacional. Todo el mundo me dice que no salgo, pero el 70% del calendario es fuera.
Perdone, pero convendrá conmigo en que usted comienza a correr fuera cuando el calendario español, que se concentra en la primera parte del año, se termina y ya no hay más opciones.
Sí. Al final, entre diciembre, enero y febrero lo único que he corrido en España es el Campeonato de España. En octubre y noviembre corrí dos C1 con gente de mucho nivel. Carreras de relleno han sido muy pocas. Quizás Karrantza o la de principio de año en Galicia, pero no olvidemos que son carreras que nos dan puntos y sirven para poder salir delante y disputar cuando salimos fuera. Tampoco son puntos que regalan. Yo estoy el 17º en el ránking de la UCI, pero el segundo español es Isma y está el 40º. Creo que la polémica surge por desconocimiento de mi calendario.
Es usted muy joven todavía. Pensando en el largo plazo, ¿cree se puede mantener una carrera en estos términos o considera que llegará el momento en que sí tenga que tomar la decisión de marcharse fuera?
Es algo complicado. Es verdad que por correr todo el Superprestigio podría tener mejores contratos [se refiere a los fijos de salida que pagan los organizadores a los corredores de primer nivel, N.d.A.], pero de momento vivo de mis patrocinadores, no de los contratos de allí. Es verdad que mis patrocinadores están dispuestos a que no corra nada aquí y lo haga allí para progresar, pero no es tan sencillo.
Hace unos años, cuando hizo usted sexto en Zolder, pensar en que un elite español pudiera hacer top20 de forma regular parecía un sueño. Lo mismo pasaba en la categoría femenina. Han pasado los años y usted ya está entre el 15-20 de forma constante, a los júnior haciendo podios, a Aída y Lucía siempre metidas con las mejores… ¿qué le falta al ciclocross español para dar ese último paso?
Los medios. Eso es todo. ¿Qué juvenil ha corrido toda la Copa del Mundo? Inguanzo [compañero de Orts en el Delikia-Ginestar]. Muchas carreras ha estado él sólo en juveniles. Todo eso, pagado por el equipo. La RFEC no ha ayudado en nada. Estamos hablando de un tío que hace toda la Copa del Mundo en los puestos de cabeza no tiene ni un empujoncito de la federación. Eso se lo tienen que mirar. En chicas pasa algo parecido. Ahora, al Mundial, llevan a cinco juveniles, tres o cuatro chicas sub23… ¡que lo veo genial! Pero que no vengan a vender que han ayudado a la base. Eso lo hemos hecho nosotros teniendo a Luisa o a Inguanzo corriendo. El equipo hace un esfuerzo muy grande para desarrollar la base. Ahora, si sale una medalla, será la selección la que se lleve el mérito, pero el esfuerzo que habrán hecho los de Maceda para llevar a Canal a las Copas del Mundo viene de atrás. El ciclocross, es verdad, está creciendo, pero ¿gracias a quién?
Se podría decir que esas palabras, viniendo de usted, no son del todo justas cuando es usted, precisamente, producto de la apuesta por la juventud antes de estar patrocinado por Delikia y Ginestar. A usted sí le ayudó bastante…
¿La selección?
O Pascual Momparler, que es el seleccionador.
Sí, pero él lo hizo también como marca con Ridley. Entonces monté el equipo con Ridley y con Ginestar y empecé a salir. Los dos primeros años de Sub23 no corrí ninguna Copa del Mundo. Los dos siguientes, los corrí pagándolo todo mi equipo. El último año creo recordar que nos becaron las dos últimas pruebas antes del Mundial.
¿Qué le parece dejar la selección elite en tres hombres y dar más oportunidades a la base?
Lo veo muy bien, pero voy a ponerte en el ejemplo de Sandra Trevilla, que es la elite que está después de Aída y Lucía. Está muy bien que corra el Mundial, pero no le sirve de nada si antes no hubiese corrido pruebas de la Copa del Mundo con su equipo. Está muy bien llevarte a cinco juveniles, pero dos han corrido la Copa del Mundo pagándoselo ellos o su equipo y el resto, van a llegar allí y no van a saber qué hacer.
Tras la publicación de la lista para Bogense hay quien dice que en España no se conocen de antemano los criterios para ganarse la plaza. No sé si tiene sentido preguntarle esto a usted, que es el fijo indiscutible en todo este asunto, pero ¿alguien le dijo a principio de temporada qué haría falta para ir a Bogense?
No. Creo que sería algo justo. No sé, decir, por ejemplo, los cuatro primeros de la clasificación de la UCI. Al final, creo que la selección que ha hecho Momparler es la que haría cualquiera. ¿Aitor? Creo que este año ha rendido bien en algunas carreras, pero creo que este año ha corrido porque es su trabajo, pero no creo que se haya ganado ir a la Selección, mientras que Larri sí lo ha hecho. Creo que es una convocatoria muy justa.