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Fermín Trueba © trotabici.com
Uno de los seis proyectos de equipos profesionales continentales que se preinscribieron en la RFEC fue el impulsado por el exprofesional Fermín Trueba. Una iniciativa que no será una realidad con licencia española, igual que el grupo gallego, el Baqué de Manolo Sáiz y David Etxebarria o el Extremadura, que seguirán pugnando en elite y sub-23 una temporada más. El pasado 25 de noviembre expiró el plazo para presentar las tasas, avales y demás documentación y sólo lo han hecho el Murias de Jon Odriozola y el Burgos-BH de Julio Andrés Izquierdo, que aún no ha confirmado su plantilla, aunque sí mantendrá un 80 por ciento de su actual plantilla con David Belda como jefe de filas.
La salida que tiene el empresario cántabro es el conjunto argentino SEP -proximamente continental-, de la provincia de San Juan y cuyo mánager es el excorredor del Azysa, Ignacio Pérez. «La situación actual es muy complicada porque hoy por hoy no tengo firmado ningún acuerdo con ninguna empresa y, salvo milagro, hoy no lo veo«, explica Trueba a este medio. «Pero, como desde hace 25 años, no abandono el proyecto, porque el 9 de enero hay una competición de 10 días en Argentina y el objetivo urgente es estar en la salida. Si no se puede, y el dinero llega en febrero, por ejemplo, pues saldremos entonces uniéndonos al SEP. Ésa es la ventaja, pero lo ideal sería estar listos para enero. Bicicletas. cascos y ropa ya tengo. Falta todo lo demás.».
Y si llega esa inyección privada «de entre 300 y 400.000 euros aproximadamente» daría la oportunidad a entre 6 y 8 corredores españoles, mayormente cántabros. «No doy nombres porque no debo comprometerme con nadie. Hay corredores que estarán sí o sí y el resto, desgraciadamente por cómo está la situación, tengo de sobra para elegir y completar esa plantilla. El planteamiento es un mismo equipo con una subplantilla argentina para América y otra española para Europa».
El excorredor profesional (Zahor, Lotus y Paternina) de Torrelavega va más allá y relata las dificultades que existen en España pasa sacar este tipo de estructuras. «El principal problema es el calendario y los gastos que tienen que asumir los equipos en cada carrera cuantificables en unos 1.000 euros por día de competición. Mucho dinero para un equipo así. Luego están las nóminas cuya mitad va a parar a gastos sociales. Por eso creo que deben cambiar las condiciones para dar salida».
Y así es complicado presentar un informe a una empresa. «No le puedo decir dónde voy a correr porque tenemos que negociar con cada organizador esos gastos. Por eso deberían garantizarnos la invitación a todo el calendario nacional cada vez más diezmado para tener una mejor planificación de la temporada y para poder ofrecerle un retorno más claro al patrocinador. Y es algo en el que los organizadores deben poner más empeño para que no desaparezcan o para que tengan mayor difusión. Muchos han perdido la batalla de la televisión en directo, pero siempre pueden contratar productoras y ofrecer las imágenes a las televisiones, por ejemplo, pero veo que tampoco están por la labor. Debemos remar todos en la misma dirección, incluida la RFEC para dar mayor flexibilidad en cuanto a los requisitos de inscripción. La situación es muy complicada».
