El bicampeón mundial de F1 Fernando Alonso ha sido el último deportista en acudir al rescate de un equipo en vías de extinción, el Euskaltel. Los patrocinadores de Alonso cubrirán los seis millones de presupuesto del conjunto vasco, que mudará su sede a Asturias, lugar de nacimiento del piloto. Fernando ha comprado la licencia del equipo vasco, que es del tipo World Tour, lo que le permitirá competir en todas las grandes vueltas, incluido Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta a España.
«Está claro que cuando un deportista hace algo así no lo hace por el negocio. El incentivo inicial no es monetario. No es una buena inversión económica, pero sí una inversión emotiva, sentimental, de ayuda al deporte, de transmisión de valores… Esta es una rentabilidad que no se mide con el dinero. Eso sí, una vez que toman esta decisión, intentarán hacerlo rentable con unos buenos gestores profesionales», comenta Sandalio Gómez, presidente del Center for Sport Business Management del IESE Business School de la Universidad de Navarra.
Antes que Fernando Alonso, Rafa Nadal entró en el verano de 2010 en un club con graves problemas financieros, el Mallorca, de donde es natural el tenista y donde jugó su tío Miguel Ángel. Un año y medio después, vendieron el 10% de las acciones que poseían. Este verano Nadal ha decidido dar su apoyo, más moral que económico, al equipo de su ciudad, el Inter Manacor. El número 2 del mundo se ha hecho ficha y, aunque no jugará muchos partidos por sus obligaciones con la raqueta, sí servirá como reclamo publicitario. «Estos deportistas forman parte de una élite con una potencia financiera que puede permitirse este gasto y lo hacen en algún deporte que les guste o en algún club de su ciudad de nacimiento o de donde hayan crecido», destaca Sandalio.
Jorge Lorenzo evitó en 2010 que su amigo Ricky Cardús dejara el mundo de las motos, debido a la ausencia de patrocinadores. El mallorquín le dio una oportunidad y el sobrino de Carlos Cardús sigue compitiendo en el Mundial de Moto2. Como reconoce Lorenzo, «es mi mejor amigo, al que le hago las confidencias más secretas». Además, han compartido motorhome y vida en la carretera. Cardús opina que «poca gente, aunque tenga el dinero, hace este tipo de esfuerzos».
El centrocampista del Barça Andrés Iniesta, máximo accionista del Albacete, ha evitado en agosto que el club manchego en el que se formó descienda a Tercera por impagos a los jugadores. Iniesta ha desembolsado 240.000 €. Sin embargo, el equipo que fuera conocido como el queso mecánico en época del entrenador Benito Floro, no está del todo salvado y sigue buscando un inversor que compre el 51% de las acciones.
Uno de los clubes que más apoyos ha recibido es el Oviedo. El conjunto asturiano, de Segunda B, cuenta en su accionariado con los futbolistas Juan Mata, Michu, Cazorla, Adrián y Trashorras. El profesor Gómez explica así este comportamiento solidario: «Hay muchos deportistas que no tienen esta sensibilidad social, pero muchos otros son conscientes y sienten que tienen que devolver a la sociedad algo de lo que han recibido».
También existen los deportistas que buscan la rentabilidad dentro del deporte. Fue el caso de Pau Gasol y Jorge Garbajosa. El primero invirtió 1.000.000 de euros en la escudería de F1 Hispania Racing Team y el segundo, 500.000. El negocio no les fue satisfactorio y ambos vendieron en 2011 las accciones que tenían. De hecho, Gasol despidió a sus agentes por esta y otras malas inversiones. Más allá de nuestras fronteras, Michael Jordan también compró los Charlotte Bobcats de la NBA. Sigue estando al frente de la franquicia.
Fuente: 20minutos.es