En el Tour de San Luis 2015 nació una estrella. Quizás alguna más, eso el futuro lo dirá, pero por el momento son sus poderosos rayos de luz los que nos llegan y hasta deslumbran. Su nombre es Fernando Gaviria y actualmente defiende los colores del Etixx-Quick Step, aunque cuando sorprendió al mundo, hace ahora un año, lo hizo con el maillot de la selección colombiana.
Hijo de exciclistas y hermano de Juliana, una de las mejores pistards del continente americano, Fernando se presentó en San Luis con un bonito palmarés en el bolsillo. Había sido dos veces campeón del mundo de pista, en categoría junior, y vencedor de los Juegos Panamericanos y Bolivarianos de ruta, entre otras muchas cosas, pero en Argentina acabó encumbrándose al imponerse dos veces, en Villa Mercedes y Juana Koslay, al mismísimo Mark Cavendish. La primera vez pudo ser una casualidad, y eso que en el ciclismo muy pocas veces se producen, pero la segunda el equipo Etixx-Quick Step, sin dudarlo, le echó sus redes -junto a su compatriota Contreras– y en agosto pasado, después de coronarse campeón del mundo en una de sus especialidades, la prueba de omnium de la cita mundialista de París, debutó con el conjunto de Patrick Lefevere con una victoria de etapa en el Tour de la República Checa. Poco después se imponía, nada más y nada menos, que a Greipel y Boasson Hagen en la cuarta etapa de la Vuelta a Gran Bretaña. Una lesión en la rodilla, sin embargo, le obligó a abandonar la prueba y, después, le impidió también participar en los Mundiales de Richmond.
Debido a ese problema, Gaviria no compite desde septiembre. Ha tenido tiempo, sin embargo, para recuperar la rodilla, descansar y volver a coger el ritmo. «Fue una carrera muy especial», recuerda del Tour de San Luis 2015 mientras piensa en esta próxima edición. «Batí dos veces a Cavendish», continúa explicando como si de un sueño se tratase. «Ganar a un corredor como él, y además delante de todo el mundo, me puso de moda. Fueron dos victorias diferentes, pero las dos ante un grandísimo campeón. Guardo muy buenos recuerdos».
Con estos antecedentes, el colombiano será este año el velocista a batir en la 10ª edición del Tour de San Luis. «Intentaré llegar en buena condición y con ganas de ganar», avisa. «Pero nunca es fácil, soy joven y aún me queda mucho por aprender», añade con humildad e intentando quitarse un poco la presión de encima. «El equipo quiere que haga un programa en el que prime la regularidad, evitando los riesgos y las locuras. Tengo que ir poco a poco«, explica, ya que se trata de una joya de sólo 21 años. «Voy a hacer un programa mixto, de carretera y pista», continúa quien será uno de los grandes favoritos a proclamarse campeón olímpico en el anillo de Río.
Pese a lucir desde agosto los colores del Etixx-Quick Step, Fernando aún no ha debutado en el WorldTour. «Todavía no, pero si me he enfrentado a corredores que, como por ejemplo Greipel, siempre he admirado al verlos por tele». No cita a Cavendish porque, hasta el 31 de diciembre, ha sido compañero y no rival en la escuadra belga, aunque es obvio que Mark ha sido su referencia. «Enfrentarme a ellos y poder ganarles es algo que jamás olvidaré«.
Junto a Gaviria, del que pese a sus éxitos en la pista siempre se dirá que se presentó al mundo en el Tour de San Luis, formando parte del Etixx-Quick Step también será de la partida en la décima edición Rodrigo Contreras, el colombiano que con sólo 20 años acabara quinto en 2015.
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